De izquierda a derecha, Hamid Karzai, Mahmud Ahmadinejad y Asif Ali Zardari.
Los tres países "se comprometen a hacer esfuerzos para eliminar el extremismo, el militarismo, el terrorismo y rechazar las intervenciones extranjeras" en la región, afirmaron el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, el paquistaní Asef Ali Zardari y el afgano Hamid Karzai en una declaración conjunta al final de una cumbre en Teherán.
Anunciaron la celebración de "reuniones tripartitas de los ministros de Relaciones Exteriores, de Interior, de Seguridad y de Economía para preparar una próxima cumbre" al final de año en Islamabad.
La cumbre de Teherán se celebró al margen de una conferencia internacional sobre el terrorismo en la que también participaron, el sábado, el presidente iraquí Jalal Talabani, el sudanés Omar al Bashir y el tayiko Emomali Rahmon, además de las delegaciones de unos 60 países.
El terrorismo "se extiende y amenaza más que nunca a Afganistán y la región", se alarmó Karzai en la conferencia, en momentos en que un atentado suicida contra un hospital mataba a decenas de personas en Afganistán, donde los actos violentos son cotidianos pese a la presencia militar occidental.
El paquistaní Asef Ali Zardari llamó a "todos los países a movilizarse para poner el terrorismo de rodillas antes de que sea él el que ponga de rodillas a la comunidad internacional". En Pakistán los atentados se han cobrado "35.000" vidas en los últimos años.
"La lucha contra el terrorismo necesita una movilización internacional ya que está amenazada la seguridad de todas las naciones", afirmó, en la misma línea, el presidente iraní Ahmadinejad, quien afirma que los atentados dejaron "16.000 muertos en Irán desde la revolución islámica de 1979".
Teherán acusa con frecuencia a los servicios de inteligencia estadounidenses, israelíes y paquistaníes de apoyar a los grupos terroristas sunitas en su provincia de Sistán Baluchistán, fronteriza con Pakistán. Los países occidentales acusan por su parte a Irán de apoyar el terrorismo.
Ahmadinejad acusó este sábado a Washington de "apoyar las redes (terroristas) en la región". "Algunas de estas redes se les fueron de las manos y Estados Unidos usa ahora sus acciones como un pretexto para enviar tropas a la región", dijo en alusión a Al Qaida.
También denunció de nuevo "la explotación" por parte de Washington de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para justificar las intervenciones en Afganistán y en Irak, y lo comparó con "la explotación del Holocausto" para defender a Israel.
En un mensaje dirigido a la conferencia, el guía supremo iraní Alí Jamenei denunció a su vez "el cálculo diabólico de las potencias dominantes que intentan explotar el terrorismo" para justificar su presencia en la región.
Anunciaron la celebración de "reuniones tripartitas de los ministros de Relaciones Exteriores, de Interior, de Seguridad y de Economía para preparar una próxima cumbre" al final de año en Islamabad.
La cumbre de Teherán se celebró al margen de una conferencia internacional sobre el terrorismo en la que también participaron, el sábado, el presidente iraquí Jalal Talabani, el sudanés Omar al Bashir y el tayiko Emomali Rahmon, además de las delegaciones de unos 60 países.
El terrorismo "se extiende y amenaza más que nunca a Afganistán y la región", se alarmó Karzai en la conferencia, en momentos en que un atentado suicida contra un hospital mataba a decenas de personas en Afganistán, donde los actos violentos son cotidianos pese a la presencia militar occidental.
El paquistaní Asef Ali Zardari llamó a "todos los países a movilizarse para poner el terrorismo de rodillas antes de que sea él el que ponga de rodillas a la comunidad internacional". En Pakistán los atentados se han cobrado "35.000" vidas en los últimos años.
"La lucha contra el terrorismo necesita una movilización internacional ya que está amenazada la seguridad de todas las naciones", afirmó, en la misma línea, el presidente iraní Ahmadinejad, quien afirma que los atentados dejaron "16.000 muertos en Irán desde la revolución islámica de 1979".
Teherán acusa con frecuencia a los servicios de inteligencia estadounidenses, israelíes y paquistaníes de apoyar a los grupos terroristas sunitas en su provincia de Sistán Baluchistán, fronteriza con Pakistán. Los países occidentales acusan por su parte a Irán de apoyar el terrorismo.
Ahmadinejad acusó este sábado a Washington de "apoyar las redes (terroristas) en la región". "Algunas de estas redes se les fueron de las manos y Estados Unidos usa ahora sus acciones como un pretexto para enviar tropas a la región", dijo en alusión a Al Qaida.
También denunció de nuevo "la explotación" por parte de Washington de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para justificar las intervenciones en Afganistán y en Irak, y lo comparó con "la explotación del Holocausto" para defender a Israel.
En un mensaje dirigido a la conferencia, el guía supremo iraní Alí Jamenei denunció a su vez "el cálculo diabólico de las potencias dominantes que intentan explotar el terrorismo" para justificar su presencia en la región.