Manifestantes partidarios del aborto en Irlanda
La cámara baja del Parlamento adoptó esta ley el jueves por la noche por 127 votos a favor y 31 en contra, después de dos días y una noche de prolongadas discusiones sobre 165 enmiendas.
De esta forma, Irlanda abandona el restringido círculo de los países europeos donde el aborto es ilegal, dejando a la isla de Malta en el puesto del único país que lo proscribe totalmente.
En Chipre y Polonia, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) sólo es tolerada bajo condiciones muy precisas de peligro para la mujer o la criatura que va a nacer, así como en caso de violación o incesto.
Este texto debe ser ratificado por la cámara alta del Parlamento, donde el gobierno tiene la mayoría.
Sin embargo, una señal que pone en evidencia las resistencias es que el primer ministro Enda Kenny (Fine Gael, centro) había impuesto un voto favorable a sus partidarios, bajo pena de exclusión del grupo parlamentario.
Esta condición dio lugar a la expulsión de cinco diputados, entre los cuales se encontraba la secretaria de Estado para Asuntos Europeos, Lucinda Creighton.
Ella dijo que estaba "profunda y firmemente" convencida de que algunos aspectos de la ley se basaban en "una lógica errónea", indicó la BBC.
La nueva ley autoriza el aborto si la continuación del embarazo hace correr a la vida de la madre "un riesgo real y sustancial" que debe ser certificado por los médicos. La misma prevé que en caso de riesgo de suicidio, se requieren las opiniones unánimes de un obstetra y dos psiquiatras.
El texto también frustró a los diputados de izquierda y a las asociaciones favorables al aborto, que consideraron que era demasiado restrictivo, pues no prevé autorizar el aborto en los casos de violación e incesto, o de anomalía fetal.
En diciembre de 2010, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Irlanda por haber prohibido el aborto a una mujer en etapa de remisión de un cáncer, quien temía que su embarazo provocase una recidiva de su enfermedad.
Según estadísticas del ministerio británico de la Salud, 3.982 mujeres -o sea 11 por día-, 124 de las cuales eran menores de 18 años, partieron de Irlanda hacia Inglaterra o el País de Gales para someterse a un aborto en 2012.
De esta forma, Irlanda abandona el restringido círculo de los países europeos donde el aborto es ilegal, dejando a la isla de Malta en el puesto del único país que lo proscribe totalmente.
En Chipre y Polonia, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) sólo es tolerada bajo condiciones muy precisas de peligro para la mujer o la criatura que va a nacer, así como en caso de violación o incesto.
Este texto debe ser ratificado por la cámara alta del Parlamento, donde el gobierno tiene la mayoría.
Sin embargo, una señal que pone en evidencia las resistencias es que el primer ministro Enda Kenny (Fine Gael, centro) había impuesto un voto favorable a sus partidarios, bajo pena de exclusión del grupo parlamentario.
Esta condición dio lugar a la expulsión de cinco diputados, entre los cuales se encontraba la secretaria de Estado para Asuntos Europeos, Lucinda Creighton.
Ella dijo que estaba "profunda y firmemente" convencida de que algunos aspectos de la ley se basaban en "una lógica errónea", indicó la BBC.
La nueva ley autoriza el aborto si la continuación del embarazo hace correr a la vida de la madre "un riesgo real y sustancial" que debe ser certificado por los médicos. La misma prevé que en caso de riesgo de suicidio, se requieren las opiniones unánimes de un obstetra y dos psiquiatras.
El texto también frustró a los diputados de izquierda y a las asociaciones favorables al aborto, que consideraron que era demasiado restrictivo, pues no prevé autorizar el aborto en los casos de violación e incesto, o de anomalía fetal.
En diciembre de 2010, la Corte Europea de Derechos Humanos condenó a Irlanda por haber prohibido el aborto a una mujer en etapa de remisión de un cáncer, quien temía que su embarazo provocase una recidiva de su enfermedad.
Según estadísticas del ministerio británico de la Salud, 3.982 mujeres -o sea 11 por día-, 124 de las cuales eran menores de 18 años, partieron de Irlanda hacia Inglaterra o el País de Gales para someterse a un aborto en 2012.