Uno de los mausoleos
Los islamistas de Ansar Din (Defensores de la religión), dicen destruir estos mausoleos "en nombre de Dios" y en represalia por la decisión de la Unesco, el 28 de junio, de inscribir Tombuctú en la lista del patrimonio mundial en peligro.
Tras un golpe de Estado militar en Bamako el pasado 22 de marzo, los grupos islamistas radicales Ansar Din, AQMI y el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO) tomaron el control de las tres regiones administrativas del norte de Malí (Tombuctú, Gao y Kidal), tras doblegar a los rebeldes tuaregs, quienes también están presentes en la zona.
Tras haber destruido este fin de semana siete de los 16 mausoleos de santos musulmanes, miembros de Ansar Din rompieron la puerta de entrada de una de las tres mayores mezquitas de la ciudad.
"Los islamistas acaban de destruir la entrada de la mezquita Sidi Yahia de Tombuctú", situada en el sur de la ciudad. "Arrancaron la puerta sagrada que nunca se abría", dijo un testigo a la AFP. Esa información fue confirmada por otros habitantes de Tombuctú.
Por su parte, un portavoz de la rebelión tuareg del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) dijo el lunes en París que "AQMI y MUJAO, que controlan Gao, minaron los alrededores de la ciudad", con el fin de evitar una contraofensiva contra ellos.
Además, "mucha gente intenta huir, tomarse autobuses para irse a Bamako, pero los islamistas les impiden abandonar la ciudad", agregó Mosa Ag Ataher, portavoz del MNLA en París.
Una fuente de seguridad de la región de África Occidental confirmó a la AFP en Bamako que, "para prevenir un posible ataque de fuerzas de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) y de bandas armadas rivales, el MUJAO colocó minas en los alrededores de Gao".
La ciudad de Tombuctú y la Tumba de los Askia (norte de Malí), tomadas por los islamistas, fueron inscritas en la lista del patrimonio mundial en peligro a pedido del gobierno maliense, anunció el jueves pasado la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La destrucción actual de mausoleos en la ciudad de Tombuctú es un "crimen de guerra" que puede investigar la Corte Penal Internacional (CPI), declaró el domingo en Dakar a la AFP la fiscal de este tribunal, Fatu Bensuda.
La mezquita de Sidi Yahia es una de las tres grandes mezquitas de Tombuctú, junto con las de Djingareyber y Sankore, joyas arquitectónicas del auge de esta ciudad.
La asociación de líderes religiosos de Malí condenó "el crimen de Tombuctú". "Hasta el profeta (Mahoma) mismo iba a visitar las tumbas y los mausoleos. Eso es intolerancia", consideró esta asociación en un comunicado publicado el domingo.
La UNESCO consideró que la presencia de islamistas ponía en peligro a Tombuctú, una ciudad mítica apodada "la ciudad de los 333 santos", en referencia a los personajes venerados de su pasado cuyas tumbas se encuentran allí.
El gobierno de Malí también denunció durante el pasado fin de semana "la furia destructora asimilable a crímenes de guerra" de Ansar Din, un grupo aliado de Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), amenazando a los autores de esos actos con procesos en Malí y en el extranjero.
Tras un golpe de Estado militar en Bamako el pasado 22 de marzo, los grupos islamistas radicales Ansar Din, AQMI y el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO) tomaron el control de las tres regiones administrativas del norte de Malí (Tombuctú, Gao y Kidal), tras doblegar a los rebeldes tuaregs, quienes también están presentes en la zona.
Tras haber destruido este fin de semana siete de los 16 mausoleos de santos musulmanes, miembros de Ansar Din rompieron la puerta de entrada de una de las tres mayores mezquitas de la ciudad.
"Los islamistas acaban de destruir la entrada de la mezquita Sidi Yahia de Tombuctú", situada en el sur de la ciudad. "Arrancaron la puerta sagrada que nunca se abría", dijo un testigo a la AFP. Esa información fue confirmada por otros habitantes de Tombuctú.
Por su parte, un portavoz de la rebelión tuareg del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) dijo el lunes en París que "AQMI y MUJAO, que controlan Gao, minaron los alrededores de la ciudad", con el fin de evitar una contraofensiva contra ellos.
Además, "mucha gente intenta huir, tomarse autobuses para irse a Bamako, pero los islamistas les impiden abandonar la ciudad", agregó Mosa Ag Ataher, portavoz del MNLA en París.
Una fuente de seguridad de la región de África Occidental confirmó a la AFP en Bamako que, "para prevenir un posible ataque de fuerzas de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) y de bandas armadas rivales, el MUJAO colocó minas en los alrededores de Gao".
La ciudad de Tombuctú y la Tumba de los Askia (norte de Malí), tomadas por los islamistas, fueron inscritas en la lista del patrimonio mundial en peligro a pedido del gobierno maliense, anunció el jueves pasado la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La destrucción actual de mausoleos en la ciudad de Tombuctú es un "crimen de guerra" que puede investigar la Corte Penal Internacional (CPI), declaró el domingo en Dakar a la AFP la fiscal de este tribunal, Fatu Bensuda.
La mezquita de Sidi Yahia es una de las tres grandes mezquitas de Tombuctú, junto con las de Djingareyber y Sankore, joyas arquitectónicas del auge de esta ciudad.
La asociación de líderes religiosos de Malí condenó "el crimen de Tombuctú". "Hasta el profeta (Mahoma) mismo iba a visitar las tumbas y los mausoleos. Eso es intolerancia", consideró esta asociación en un comunicado publicado el domingo.
La UNESCO consideró que la presencia de islamistas ponía en peligro a Tombuctú, una ciudad mítica apodada "la ciudad de los 333 santos", en referencia a los personajes venerados de su pasado cuyas tumbas se encuentran allí.
El gobierno de Malí también denunció durante el pasado fin de semana "la furia destructora asimilable a crímenes de guerra" de Ansar Din, un grupo aliado de Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), amenazando a los autores de esos actos con procesos en Malí y en el extranjero.