FINUL
"Quiero que quede claro (...) para el gobierno libanés, al que consideramos responsable de la violenta provocación contra nuestros soldados: no pongan a prueba nuestra determinación de defender a los civiles y a los soldados de Israel", dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una declaración entregada a la prensa.
"Nuestra política está clara", añadió Netanyahu, cuya advertencia iba dirigida también al movimiento islamista palestino Hamas, sospechoso de haber disparado cohetes desde Gaza el pasado viernes. "Israel responde, y seguirá respondiendo con fuerza a todo ataque contra sus civiles y sus soldados", agregó Netanyahu.
La declaración fue publicada al día siguiente de un incidente que costó la vida a tres libaneses -dos soldados y un periodista- y a un coronel israelí en un sector fronterizo, en el que el ejército israelí quería talar un árbol aparentemente para ver mejor.
Responsables militares libaneses afirmaron que el árbol se encontraba en territorio de Líbano, lo que negaron los israelíes.
La Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), desplegada en el sur del país del cedro, afirmó este miércoles que el árbol se encontraba en la frontera entre ambos países "del lado israelí", pero en una zona en la que "el gobierno libanés expresa reservas respecto al (trazado) de la Línea Azul".
La Línea Azul fue trazada por la ONU para servir de frontera tras la retirada del ejército israelí del sur de Líbano en mayo de 2000, al término de 22 años de ocupación.
Tras una reunión "constructiva" este miércoles por la tarde entre altos mandos de los ejércitos israelí y libanés y el comandante de la fuerza de la ONU, el general español Alberto Asarta, la FINUL publicó un comunicado en el que "llama a las partes (...) a evitar toda acción que pueda exacerbar la tensión".
"Ambas partes han reiterado su compromiso con el cese de las hostilidades", según el texto del comunicado, enviado a la AFP.
El portavoz de Netanyahu, Marc Regev, se felicitó por la declaración de la FINUL, que según él "brinda apoyo" a Israel, y afirmó que el ejército libanés no tenía "ninguna razón para abrir fuego contra nuestros soldados", y que "sus ataques fueron injustificados".
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, consideró que los disparos de las fuerzas libanesas contra el ejército israelí fueron "completamente injustificados y deliberados".
Líbano, por su lado, mantuvo su versión de que el árbol que querían talar los israelíes estaba en territorio libanés, considerando que "hay sectores al sur de la Línea Azul que están en territorio libanés", según declaró el ministro de Información, Tarek Mitri.
Los soldados israelíes arrancaron finalmente el árbol en cuestión, así como otros dos situados cerca, este miércoles por la mañana con ayuda de una grúa, según un corresponsal de la AFP.
Según la prensa israelí, la operación permitirá instalar una cámara sobre la valla de seguridad colocada en la frontera, para vigilar el territorio libanés.
En el verano boreal de 2006, luego del secuestro por el movimiento chiita libanés Hezbolá de dos soldados israelíes en la frontera, Israel lanzó una ofensiva militar en Líbano que causó la muerte de 1.200 libaneses -en su mayoría civiles-, y 160 israelíes, principalmente militares.
Israel no logró quebrar la capacidad militar de Hezbolá, así como tampoco impedir los disparos de cohetes hacia su territorio ni obtener la liberación de los dos soldados capturados, cuyos restos le fueron entregados luego.
"Nuestra política está clara", añadió Netanyahu, cuya advertencia iba dirigida también al movimiento islamista palestino Hamas, sospechoso de haber disparado cohetes desde Gaza el pasado viernes. "Israel responde, y seguirá respondiendo con fuerza a todo ataque contra sus civiles y sus soldados", agregó Netanyahu.
La declaración fue publicada al día siguiente de un incidente que costó la vida a tres libaneses -dos soldados y un periodista- y a un coronel israelí en un sector fronterizo, en el que el ejército israelí quería talar un árbol aparentemente para ver mejor.
Responsables militares libaneses afirmaron que el árbol se encontraba en territorio de Líbano, lo que negaron los israelíes.
La Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), desplegada en el sur del país del cedro, afirmó este miércoles que el árbol se encontraba en la frontera entre ambos países "del lado israelí", pero en una zona en la que "el gobierno libanés expresa reservas respecto al (trazado) de la Línea Azul".
La Línea Azul fue trazada por la ONU para servir de frontera tras la retirada del ejército israelí del sur de Líbano en mayo de 2000, al término de 22 años de ocupación.
Tras una reunión "constructiva" este miércoles por la tarde entre altos mandos de los ejércitos israelí y libanés y el comandante de la fuerza de la ONU, el general español Alberto Asarta, la FINUL publicó un comunicado en el que "llama a las partes (...) a evitar toda acción que pueda exacerbar la tensión".
"Ambas partes han reiterado su compromiso con el cese de las hostilidades", según el texto del comunicado, enviado a la AFP.
El portavoz de Netanyahu, Marc Regev, se felicitó por la declaración de la FINUL, que según él "brinda apoyo" a Israel, y afirmó que el ejército libanés no tenía "ninguna razón para abrir fuego contra nuestros soldados", y que "sus ataques fueron injustificados".
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, consideró que los disparos de las fuerzas libanesas contra el ejército israelí fueron "completamente injustificados y deliberados".
Líbano, por su lado, mantuvo su versión de que el árbol que querían talar los israelíes estaba en territorio libanés, considerando que "hay sectores al sur de la Línea Azul que están en territorio libanés", según declaró el ministro de Información, Tarek Mitri.
Los soldados israelíes arrancaron finalmente el árbol en cuestión, así como otros dos situados cerca, este miércoles por la mañana con ayuda de una grúa, según un corresponsal de la AFP.
Según la prensa israelí, la operación permitirá instalar una cámara sobre la valla de seguridad colocada en la frontera, para vigilar el territorio libanés.
En el verano boreal de 2006, luego del secuestro por el movimiento chiita libanés Hezbolá de dos soldados israelíes en la frontera, Israel lanzó una ofensiva militar en Líbano que causó la muerte de 1.200 libaneses -en su mayoría civiles-, y 160 israelíes, principalmente militares.
Israel no logró quebrar la capacidad militar de Hezbolá, así como tampoco impedir los disparos de cohetes hacia su territorio ni obtener la liberación de los dos soldados capturados, cuyos restos le fueron entregados luego.