El senador estadounidense John Kerry en Gaza en 2009.
Jerusalén.-
El último que ha recibido la luz roja ha sido el ministro belga de Desarrollo Internacional, Charles Michel, que solicitó entrar en la franja para supervisar los proyectos de cooperación que su gobierno financia a través de la ONU y otros organismos internacionales, informa hoy el diario Jerusalem Post.
"No es normal que el acceso a Gaza sea denegado a un ministro cuyo país financia proyectos allí", se queja Michel en un comunicado del que da cuenta el diario.
Según la fuente, el viceministro israelí de Asuntos Exteriores, Dani Ayalón, le explicó que Israel no podía autorizar las visitas a Gaza porque son interpretadas como un acto de legitimación del gobierno de Hamás, que controla la franja desde 2007.
Ayalón agregó que cualquier ayuda humanitaria que Bélgica entregue a Hamás caerá al final en manos de "terroristas" y no llegará a los que la necesitan.
Larga lista
El diario destaca que Michel se suma a una larga serie de gobernantes de distintos países que estos últimos meses han tratado infructuosamente de entrar en la franja y acusa al gobierno de Netanyahu de haber impuesto de facto una política de restricciones a las visitas de políticos internacionales a Gaza.
El primero que denunció no haber recibido permiso fue el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Michael Martin, en unas declaraciones a una comisión parlamentaria en su país.
Tampoco lo obtuvieron después ni el ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, ni el de Turquía, Ahmet Davutoglu.
Antes de la llegada al poder de Netanyahu, el 31 de marzo de 2009, entraron en Gaza, desde Israel, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el jefe de Política Exterior de la UE, Javier Solana; el ministro de Exteriores de Noruega, Jonas Gahr Store; y el senador estadounidense John Kerry.
En abril pasado, el líder norirlandés Gerry Adams consiguió también entrar, lo que el diario atribuye a que Netanyahu llevaba menos de dos semanas en funciones.
El último que ha recibido la luz roja ha sido el ministro belga de Desarrollo Internacional, Charles Michel, que solicitó entrar en la franja para supervisar los proyectos de cooperación que su gobierno financia a través de la ONU y otros organismos internacionales, informa hoy el diario Jerusalem Post.
"No es normal que el acceso a Gaza sea denegado a un ministro cuyo país financia proyectos allí", se queja Michel en un comunicado del que da cuenta el diario.
Según la fuente, el viceministro israelí de Asuntos Exteriores, Dani Ayalón, le explicó que Israel no podía autorizar las visitas a Gaza porque son interpretadas como un acto de legitimación del gobierno de Hamás, que controla la franja desde 2007.
Ayalón agregó que cualquier ayuda humanitaria que Bélgica entregue a Hamás caerá al final en manos de "terroristas" y no llegará a los que la necesitan.
Larga lista
El diario destaca que Michel se suma a una larga serie de gobernantes de distintos países que estos últimos meses han tratado infructuosamente de entrar en la franja y acusa al gobierno de Netanyahu de haber impuesto de facto una política de restricciones a las visitas de políticos internacionales a Gaza. El primero que denunció no haber recibido permiso fue el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Michael Martin, en unas declaraciones a una comisión parlamentaria en su país.
Tampoco lo obtuvieron después ni el ministro de Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, ni el de Turquía, Ahmet Davutoglu.
Antes de la llegada al poder de Netanyahu, el 31 de marzo de 2009, entraron en Gaza, desde Israel, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el jefe de Política Exterior de la UE, Javier Solana; el ministro de Exteriores de Noruega, Jonas Gahr Store; y el senador estadounidense John Kerry.
En abril pasado, el líder norirlandés Gerry Adams consiguió también entrar, lo que el diario atribuye a que Netanyahu llevaba menos de dos semanas en funciones.