La ley contempla multas o hasta tres años de cárcel para aquel que atribuya en público y en contra de los hechos al pueblo polaco o al Estado polaco la responsabilidad o corresponsabilidad de los crímenes nazis cometidos por el Tercer Reich o cualquier otro crimen contra la paz, la humanidad o crímenes de guerra.
Katz pidió al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que llame a consultas al embajador israelí en Polonia para deliberar sobre el asunto. Se debe tomar una decisión clara en equilibrio entre los aspectos políticos y morales, dijo.
"Mantener el recuerdo de las víctimas del Holocausto está por encima de todas las demás consideraciones", destacó Katz.
Los opositores de la ley en Israel y Polonia sostienen que esta está formulada de forma imprecisa, algo que podría ser utilizado por el Gobierno polaco para negar casos en los que se demostró la responsabilidad de Polonia en crímenes contra judíos.
El Gobierno de Varsovia, por el contrario, lo niega y destaca que el arte y la ciencia están exentos de la ley. El Ejecutivo argumenta que quiere defender la imagen de Polonia y, entre otras cosas, oponerse al término "campos de la muerte polacos" para referirse a los campos de exterminio construidos por los nazis en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, criticó que están consiguiendo lo contrario. "Los autores de la ley han llevado esta vil calumnia (sobre los "campos de la muerte polacos") a todo el mundo de forma más efectiva que nadie", tuiteó.
La ley aún necesita la firma del presidente, Andrzej Duda, para entrar en vigor.
Polonia debería reaccionar a las falsedades históricas reforzando la educación y no con castigos, criticó la institución de conmemoración de las víctimas del Holocausto Yad Vashem. "La ley aprobada por el Senado pone en peligro la discusión libre y abierta sobre el papel de Polonia en la persecución de judíos en aquel momento", afirmó en un comunicado.
"Israel observa con la máxima seriedad cualquier intento de poner en duda la verdad histórica. Ninguna ley cambiará los hechos", tuiteó por su parte el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Emmanuel Nahshon.
Los nacionalconservadores del Gobierno polaco expresaron su intención de explicar mejor a Israel el sentido de la ley, después de que fuera aprobada en el Senado.
"Esta tormenta nos ha sorprendido", dijo el presidente del Senado, Stanislaw Karczewski. "Ahora queremos iniciar un diálogo pacífico, equilibrado y profundo". Para ello, anunció la creación de un grupo de trabajo polaco-israelí.
Katz pidió al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que llame a consultas al embajador israelí en Polonia para deliberar sobre el asunto. Se debe tomar una decisión clara en equilibrio entre los aspectos políticos y morales, dijo.
"Mantener el recuerdo de las víctimas del Holocausto está por encima de todas las demás consideraciones", destacó Katz.
Los opositores de la ley en Israel y Polonia sostienen que esta está formulada de forma imprecisa, algo que podría ser utilizado por el Gobierno polaco para negar casos en los que se demostró la responsabilidad de Polonia en crímenes contra judíos.
El Gobierno de Varsovia, por el contrario, lo niega y destaca que el arte y la ciencia están exentos de la ley. El Ejecutivo argumenta que quiere defender la imagen de Polonia y, entre otras cosas, oponerse al término "campos de la muerte polacos" para referirse a los campos de exterminio construidos por los nazis en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, criticó que están consiguiendo lo contrario. "Los autores de la ley han llevado esta vil calumnia (sobre los "campos de la muerte polacos") a todo el mundo de forma más efectiva que nadie", tuiteó.
La ley aún necesita la firma del presidente, Andrzej Duda, para entrar en vigor.
Polonia debería reaccionar a las falsedades históricas reforzando la educación y no con castigos, criticó la institución de conmemoración de las víctimas del Holocausto Yad Vashem. "La ley aprobada por el Senado pone en peligro la discusión libre y abierta sobre el papel de Polonia en la persecución de judíos en aquel momento", afirmó en un comunicado.
"Israel observa con la máxima seriedad cualquier intento de poner en duda la verdad histórica. Ninguna ley cambiará los hechos", tuiteó por su parte el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Emmanuel Nahshon.
Los nacionalconservadores del Gobierno polaco expresaron su intención de explicar mejor a Israel el sentido de la ley, después de que fuera aprobada en el Senado.
"Esta tormenta nos ha sorprendido", dijo el presidente del Senado, Stanislaw Karczewski. "Ahora queremos iniciar un diálogo pacífico, equilibrado y profundo". Para ello, anunció la creación de un grupo de trabajo polaco-israelí.