"La embajada de Israel condena rotundamente la cancelación del concierto de Matisyahu por motivos de censura ideológica con tintes antisemitas", afirmó en un comunicado.
El rapero, que dejó el judaísmo ortodoxo en 2011, debía actuar el próximo sábado en el festival Rototom SunSplash, que tiene lugar del 15 al 22 de agosto en la localidad valenciana de Benicàssim. Sin embargo, al inicio del encuentro los organizadores anunciaron que se anulaba su presencia.
"Los organizadores del festival Rototom de Benicàssim han discriminado de forma intolerable al cantante estadounidense", denunció la legación diplomática israelí, afirmando su oposición "al boicot cultural en cualquiera de sus formas por considerarlo un atentado contra la libertad de expresión artística".
La sección local de una asociación denominada BDS --autodefinido como "campaña internacional de boicot, desinversión y sanciones contra la colonización, el apartheid y la ocupación israelí" de los territorios palestinos-- lanzó el 9 de agosto una ofensiva en las redes sociales pidiendo al festival que exigiera al cantante un pronunciamento público a favor del fin de la ocupación o que se anulara su concierto.
Matisyahu "ha encabezado festivales prosionistas recientemente —abril de 2015—, ha reconocido ser un 'amante de Israel' y ha llegado a afirmar que 'Palestina no existe'", denunciaba.
Los responsables del festival explicaron su decisión afirmando haberse "encontrado entre dos extremismos: por un lado una asociación que no atiende a razones (...) y por otro lado un artista que, frente a nuestra simple (y legítima) pregunta de condena de la guerra como instrumento de resolución de los conflictos (de TODAS las guerras) ha evitado repetidamente responder".
"Sinceramente, nos habría gustado tener con nosotros a Matisyahu para compartir con él mensajes de paz y de fraternidad universal" pero "nos hemos dado cuenta de que este concierto únicamente habría traído consigo desencuentro, incomprensión, intolerancia e intransigencia", afirmó el director del Rototom SunSplash, Filippo Giunta, en la página Facebook del festival.
"Apoyo la paz y la compasión para todas las personas. Mi música habla por sí misma y no inserto política en mi música", declaró Matisyahu a la revista Rolling Stone. "El festival insistió en que aclarase mi opinión personal, lo que sentí como una clara presión para apoyar la agenda política de BDS", agregó.
El gobierno español también entró en la polémica este martes reprobando la anulación del concierto del rapero.
"La imposición del requisito de una declaración pública, que sólo a él le fue exigida, constituye una forma de actuar que violenta la conciencia y que, en la medida en que venga determinada por la condición de judío de Matisyahu, cuestiona el principio de no discriminación", afirmó al ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
"España reitera su rechazo a campañas de boicot hacia Israel, así como su firme posición a favor de una solución negociada al conflicto" israelo-palestino, agregó.
El rapero, que dejó el judaísmo ortodoxo en 2011, debía actuar el próximo sábado en el festival Rototom SunSplash, que tiene lugar del 15 al 22 de agosto en la localidad valenciana de Benicàssim. Sin embargo, al inicio del encuentro los organizadores anunciaron que se anulaba su presencia.
"Los organizadores del festival Rototom de Benicàssim han discriminado de forma intolerable al cantante estadounidense", denunció la legación diplomática israelí, afirmando su oposición "al boicot cultural en cualquiera de sus formas por considerarlo un atentado contra la libertad de expresión artística".
La sección local de una asociación denominada BDS --autodefinido como "campaña internacional de boicot, desinversión y sanciones contra la colonización, el apartheid y la ocupación israelí" de los territorios palestinos-- lanzó el 9 de agosto una ofensiva en las redes sociales pidiendo al festival que exigiera al cantante un pronunciamento público a favor del fin de la ocupación o que se anulara su concierto.
Matisyahu "ha encabezado festivales prosionistas recientemente —abril de 2015—, ha reconocido ser un 'amante de Israel' y ha llegado a afirmar que 'Palestina no existe'", denunciaba.
Los responsables del festival explicaron su decisión afirmando haberse "encontrado entre dos extremismos: por un lado una asociación que no atiende a razones (...) y por otro lado un artista que, frente a nuestra simple (y legítima) pregunta de condena de la guerra como instrumento de resolución de los conflictos (de TODAS las guerras) ha evitado repetidamente responder".
"Sinceramente, nos habría gustado tener con nosotros a Matisyahu para compartir con él mensajes de paz y de fraternidad universal" pero "nos hemos dado cuenta de que este concierto únicamente habría traído consigo desencuentro, incomprensión, intolerancia e intransigencia", afirmó el director del Rototom SunSplash, Filippo Giunta, en la página Facebook del festival.
"Apoyo la paz y la compasión para todas las personas. Mi música habla por sí misma y no inserto política en mi música", declaró Matisyahu a la revista Rolling Stone. "El festival insistió en que aclarase mi opinión personal, lo que sentí como una clara presión para apoyar la agenda política de BDS", agregó.
El gobierno español también entró en la polémica este martes reprobando la anulación del concierto del rapero.
"La imposición del requisito de una declaración pública, que sólo a él le fue exigida, constituye una forma de actuar que violenta la conciencia y que, en la medida en que venga determinada por la condición de judío de Matisyahu, cuestiona el principio de no discriminación", afirmó al ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
"España reitera su rechazo a campañas de boicot hacia Israel, así como su firme posición a favor de una solución negociada al conflicto" israelo-palestino, agregó.