Pisgat Ze'ev, uno de los barrios donde se va a construir
El ministerio israelí de la Vivienda decidió lanzar licitaciones para la construcción de 238 alojamientos destinados a la población judía en dos barrios de colonización de Jerusalén Este, Ramot y Pisgat Zeev, según los medios de comunicación israelíes.
El principal negociador palestino, Saeb Erakat, acusó al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu de obstinarse a "liquidar toda posibilidad de reiniciar las negociaciones" y pidió la intervención de Estados Unidos, que ya intenta resolver el contencioso sobre la colonización en Cisjordania.
Se trata de las primeras licitaciones desde el 26 de septiembre, cuando expiró la moratoria de diez meses sobre las nuevas construcciones en las colonias de Cisjordania.
"Condenamos firmemente esta decisión y llamamos a la administración estadounidense a considerar al gobierno israelí responsable del fracaso de las negociaciones y del proceso de paz debido a su obstinación en liquidar toda posibilidad de reiniciar las negociaciones", declaró Erakat a la AFP.
Los palestinos consideran que la continuación de la colonización en Cisjordania, incluyendo a Jerusalén Este, prejuzga el resultado de las negociaciones y compromete la viabilidad de su futuro Estado.
"Este anuncio es claramente un gesto político destinado a obstaculizar la reanudación de las negociaciones de paz con los palestinos", declaró a la AFP Hagit Ofran, una responsable del movimiento Paz Ahora, opuesto a la colonización.
Según el diario israelí Yediot Aharonot, el gobierno dio su autorización después de haber informado al respecto a las autoridades norteamericanas, que presionan para reducir la magnitud de las obras previstas.
En marzo pasado, este ministerio anunció un importante proyecto de construcción en otro barrio del sector oriental de la ciudad, en plena visita del vicepresidente norteamericano Joe Biden, encolerizando a Estados Unidos.
Benjamin Netanyahu se vio obligado a presentar sus "excusas" por el momento elegido para dicho anuncio.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, indicó el jueves que esperaba que Estados Unidos convencería a Israel de decretar una nueva moratoria sobre la colonización, como él exige para continuar las conversaciones.
"¿Por qué no esperar que Estados Unidos logre convencer a Israel de detener la colonización, lo que no es pedir demasiado, por el contrario, ya que esto se refiere únicamente a la cuestión de la colonización", declaró Abas, recordando que la colonización era "ilegal".
La Liga Arabe ratificó el 9 de octubre la posición de Abas, pero otorgó un plazo de un mes a Estados Unidos para resolver el diferendo sobre la colonización.
Israel considera a Jerusalén como su capital "eterna e indivisible", mientras que los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado en el sector oriental.
Unos 270.000 palestinos viven en Jerusalén Este, donde aproximadamente 200.000 judíos israelíes están instalados en unos 12 barrios nuevos.
El principal negociador palestino, Saeb Erakat, acusó al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu de obstinarse a "liquidar toda posibilidad de reiniciar las negociaciones" y pidió la intervención de Estados Unidos, que ya intenta resolver el contencioso sobre la colonización en Cisjordania.
Se trata de las primeras licitaciones desde el 26 de septiembre, cuando expiró la moratoria de diez meses sobre las nuevas construcciones en las colonias de Cisjordania.
"Condenamos firmemente esta decisión y llamamos a la administración estadounidense a considerar al gobierno israelí responsable del fracaso de las negociaciones y del proceso de paz debido a su obstinación en liquidar toda posibilidad de reiniciar las negociaciones", declaró Erakat a la AFP.
Los palestinos consideran que la continuación de la colonización en Cisjordania, incluyendo a Jerusalén Este, prejuzga el resultado de las negociaciones y compromete la viabilidad de su futuro Estado.
"Este anuncio es claramente un gesto político destinado a obstaculizar la reanudación de las negociaciones de paz con los palestinos", declaró a la AFP Hagit Ofran, una responsable del movimiento Paz Ahora, opuesto a la colonización.
Según el diario israelí Yediot Aharonot, el gobierno dio su autorización después de haber informado al respecto a las autoridades norteamericanas, que presionan para reducir la magnitud de las obras previstas.
En marzo pasado, este ministerio anunció un importante proyecto de construcción en otro barrio del sector oriental de la ciudad, en plena visita del vicepresidente norteamericano Joe Biden, encolerizando a Estados Unidos.
Benjamin Netanyahu se vio obligado a presentar sus "excusas" por el momento elegido para dicho anuncio.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, indicó el jueves que esperaba que Estados Unidos convencería a Israel de decretar una nueva moratoria sobre la colonización, como él exige para continuar las conversaciones.
"¿Por qué no esperar que Estados Unidos logre convencer a Israel de detener la colonización, lo que no es pedir demasiado, por el contrario, ya que esto se refiere únicamente a la cuestión de la colonización", declaró Abas, recordando que la colonización era "ilegal".
La Liga Arabe ratificó el 9 de octubre la posición de Abas, pero otorgó un plazo de un mes a Estados Unidos para resolver el diferendo sobre la colonización.
Israel considera a Jerusalén como su capital "eterna e indivisible", mientras que los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado en el sector oriental.
Unos 270.000 palestinos viven en Jerusalén Este, donde aproximadamente 200.000 judíos israelíes están instalados en unos 12 barrios nuevos.