Netanyahu y Abbas
"Hoy las partes entablaron negociaciones serias sobre cuestiones de fondo", declaró a la prensa el emisario estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell, sin entrar en detalles.
Entre los temas claves del conflicto figuran las fronteras de un futuro Estado palestino, la seguridad de Israel, el futuro de los refugiados palestinos, el estatuto de Jerusalén o la colonización judía.
Abas y Netanyahu mantuvieron dos encuentros en la ciudad balnearia de Sharm el Sheij en presencia de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y de Mitchell, que se reunirá el jueves en Damasco con el presidente sirio Bachar al Asad.
Ni el primer ministro israelí ni el presidente de la Autoridad Palestina hicieron declaraciones públicas al respecto.
Clinton prevé reunirlos de nuevo el miércoles en Jerusalén, adonde llegará el martes por la noche.
El jefe de la diplomacia egipcia, Ahmed Abul Gheit, que participó en las sucesivas reuniones de Netanyahu y Abas con el presidente egipcio Hosni Mubarak, aseguró por su parte que "se habló de todos los temas", "incluida la colonización".
Las negociaciones de paz directas, congeladas desde diciembre de 2008, se reanudaron el 2 de septiembre en Washington. Netanyahu y Abas acordaron verse las caras cada 15 días.
Estas negociaciones bajo supervisión estadounidense se desarrollan en un clima difícil, a falta de menos de dos semanas para que expire (el 26 de septiembre) la congelación parcial en la colonización judía en los territorios palestinos ocupados, el tema que más fricción genera.
Los israelíes afirmaron que no querían prolongar la moratoria, mientras que los palestinos estiman inútil negociar si se retoman las construcciones.
Mitchell reiteró la posición estadounidense, que ve "lógica" una prolongación de la moratoria. Sobre este tema "los esfuerzos continúan y pensamos que vamos globalmente en la buena dirección".
En Israel, un alto responsable afirmó que Netanyahu no busca "torpedear las negociaciones, al contrario".
Dice que Netanyahu pedirá a los palestinos que reconozcan a Israel como un Estado-nación del pueblo judío, que se logren acuerdos que garanticen la seguridad de Israel y que el futuro acuerdo de paz ponga fin a las reivindicaciones palestinas.
Según otro responsable israelí que acompaña a Netanyahu, Israel quiere negociar un acuerdo a corto plazo, quizá en menos de un año, pero cuya aplicación sería a largo plazo.
Los palestinos quieren por su lado definir las fronteras de un futuro Estado palestino y abordar las cuestiones del estatuto de Jerusalén y del derecho al retorno de los refugiados que en 1948 huyeron o fueron obligados a partir del territorio que hoy constituye Israel.
Según Yaser Abed Rabo, miembro de la delegación palestina, las negociaciones del martes fueron "serias".
"Hubo un intercambio de ideas detallado sobre los temas relativos al estatuto final. Pero todavía hay verdaderos obstáculos que requieren más negociaciones y consultas, sobre todo la insistencia de la parte israelí en la colonización", señaló en un comunicado.
Según el portavoz de Relaciones Exteriores egipcio, Hosam Zaki, "sería ingenuo creer que se puede conseguir algo concreto en la segunda ronda de negociaciones. Hay que darse tiempo".
Entre los temas claves del conflicto figuran las fronteras de un futuro Estado palestino, la seguridad de Israel, el futuro de los refugiados palestinos, el estatuto de Jerusalén o la colonización judía.
Abas y Netanyahu mantuvieron dos encuentros en la ciudad balnearia de Sharm el Sheij en presencia de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton y de Mitchell, que se reunirá el jueves en Damasco con el presidente sirio Bachar al Asad.
Ni el primer ministro israelí ni el presidente de la Autoridad Palestina hicieron declaraciones públicas al respecto.
Clinton prevé reunirlos de nuevo el miércoles en Jerusalén, adonde llegará el martes por la noche.
El jefe de la diplomacia egipcia, Ahmed Abul Gheit, que participó en las sucesivas reuniones de Netanyahu y Abas con el presidente egipcio Hosni Mubarak, aseguró por su parte que "se habló de todos los temas", "incluida la colonización".
Las negociaciones de paz directas, congeladas desde diciembre de 2008, se reanudaron el 2 de septiembre en Washington. Netanyahu y Abas acordaron verse las caras cada 15 días.
Estas negociaciones bajo supervisión estadounidense se desarrollan en un clima difícil, a falta de menos de dos semanas para que expire (el 26 de septiembre) la congelación parcial en la colonización judía en los territorios palestinos ocupados, el tema que más fricción genera.
Los israelíes afirmaron que no querían prolongar la moratoria, mientras que los palestinos estiman inútil negociar si se retoman las construcciones.
Mitchell reiteró la posición estadounidense, que ve "lógica" una prolongación de la moratoria. Sobre este tema "los esfuerzos continúan y pensamos que vamos globalmente en la buena dirección".
En Israel, un alto responsable afirmó que Netanyahu no busca "torpedear las negociaciones, al contrario".
Dice que Netanyahu pedirá a los palestinos que reconozcan a Israel como un Estado-nación del pueblo judío, que se logren acuerdos que garanticen la seguridad de Israel y que el futuro acuerdo de paz ponga fin a las reivindicaciones palestinas.
Según otro responsable israelí que acompaña a Netanyahu, Israel quiere negociar un acuerdo a corto plazo, quizá en menos de un año, pero cuya aplicación sería a largo plazo.
Los palestinos quieren por su lado definir las fronteras de un futuro Estado palestino y abordar las cuestiones del estatuto de Jerusalén y del derecho al retorno de los refugiados que en 1948 huyeron o fueron obligados a partir del territorio que hoy constituye Israel.
Según Yaser Abed Rabo, miembro de la delegación palestina, las negociaciones del martes fueron "serias".
"Hubo un intercambio de ideas detallado sobre los temas relativos al estatuto final. Pero todavía hay verdaderos obstáculos que requieren más negociaciones y consultas, sobre todo la insistencia de la parte israelí en la colonización", señaló en un comunicado.
Según el portavoz de Relaciones Exteriores egipcio, Hosam Zaki, "sería ingenuo creer que se puede conseguir algo concreto en la segunda ronda de negociaciones. Hay que darse tiempo".