En una entrevista a la AFP, poco antes de que se inaugure este jueves el primer G7 de la cultura en Florencia (centro de Italia) el militar, comandante de los Carabineros para la Tutela del Patrimonio Cultural, presentará la iniciativa a los ministros de Cultura de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, EEUU, Canadá y Japón.
Un reto y una batalla que Italia quiere y puede liderar, ya que cuenta con un experimentado cuerpo militar especializado desde hace hace casi 50 años en la lucha contra el tráfico ilícito de obras de arte y la defensa del patrimonio cultural.
"Esta es la primera vez en la historia que los ministros del G7 se reúnen para discutir de temas culturales. Algo muy importante, porque se hablará de la preservación y la protección del patrimonio cultural en zonas devastadas por crisis y conflictos, donde es necesario que intervenga personal capacitado para salvar un patrimonio en peligro", aseguró el general.
Uno de los asuntos que los ministros analizarán es el papel de los llamados "Cascos azules de la cultura", equipos formados por carabineros especializados en tutela de bienes culturales, arqueólogos, historiadores del arte y arquitectos, con el objetivo de salvar monumentos y obras de arte en todo el mundo, que están amenazados por las guerras y las catástrofes naturales.
"La iniciativa llamada 'Cascos azules de la cultura', lanzada con el apoyo de Unesco en el marco de la misión 'Unite4heritage' (Unidos por el patrimonio), nació a principios del año pasado.
El grupo compuesto por militares y civiles puede ya operar en zonas de crisis o afectadas por los desastres naturales", sostiene el general, quien fue por varios años comandante de la Task Force italiana en Irak.
"En este momento los Cascos azules están trabajando en las zonas devastadas por los terremotos que azotaron a Italia el año pasado, en particular los de octubre y noviembre", recalcó.
"Italia ha sido el primer país en crear estas fuerzas de paz o Cascos azules de la cultura. Por ahora somos los únicos, si bien hay muchos países interesados. Nosotros estamos dispuestos a entrenar y formar cuerpos como los nuestros en otros países", agregó.
"Tenemos un equipo de 60 personas, que ya están equipadas, que como decimos nosotros, están 'vacunadas', listas para partir. En pocos meses iniciaremos un nuevo curso para la formación de otro grupo de Cascos azules. Todos deben partir en condiciones de seguridad", subrayó.
El general reconoció que entre los países con los que mantienen relaciones para la tutela del patrimonio figuran numerosos de América Latina, entre ellos Perú, Ecuador, El Salvador, además de Irán, Irak, la Autoridad palestina, Siria y Libia.
Parrulli asistió el pasado 24 de marzo en Nueva York en la sede de las Naciones Unidas a la adopción de la resolución 2347, la primera jamás adoptada por el Consejo de Seguridad que se centra exclusivamente en el patrimonio cultural.
El respaldo unánime de la ONU supone un nuevo reconocimiento a la importancia de la protección del patrimonio para la paz y la seguridad y garantía de fondos.
Un reto y una batalla que Italia quiere y puede liderar, ya que cuenta con un experimentado cuerpo militar especializado desde hace hace casi 50 años en la lucha contra el tráfico ilícito de obras de arte y la defensa del patrimonio cultural.
"Esta es la primera vez en la historia que los ministros del G7 se reúnen para discutir de temas culturales. Algo muy importante, porque se hablará de la preservación y la protección del patrimonio cultural en zonas devastadas por crisis y conflictos, donde es necesario que intervenga personal capacitado para salvar un patrimonio en peligro", aseguró el general.
- Cuerpo 'multidisciplinario' -
Uno de los asuntos que los ministros analizarán es el papel de los llamados "Cascos azules de la cultura", equipos formados por carabineros especializados en tutela de bienes culturales, arqueólogos, historiadores del arte y arquitectos, con el objetivo de salvar monumentos y obras de arte en todo el mundo, que están amenazados por las guerras y las catástrofes naturales.
"La iniciativa llamada 'Cascos azules de la cultura', lanzada con el apoyo de Unesco en el marco de la misión 'Unite4heritage' (Unidos por el patrimonio), nació a principios del año pasado.
El grupo compuesto por militares y civiles puede ya operar en zonas de crisis o afectadas por los desastres naturales", sostiene el general, quien fue por varios años comandante de la Task Force italiana en Irak.
"En este momento los Cascos azules están trabajando en las zonas devastadas por los terremotos que azotaron a Italia el año pasado, en particular los de octubre y noviembre", recalcó.
"Italia ha sido el primer país en crear estas fuerzas de paz o Cascos azules de la cultura. Por ahora somos los únicos, si bien hay muchos países interesados. Nosotros estamos dispuestos a entrenar y formar cuerpos como los nuestros en otros países", agregó.
"Tenemos un equipo de 60 personas, que ya están equipadas, que como decimos nosotros, están 'vacunadas', listas para partir. En pocos meses iniciaremos un nuevo curso para la formación de otro grupo de Cascos azules. Todos deben partir en condiciones de seguridad", subrayó.
El general reconoció que entre los países con los que mantienen relaciones para la tutela del patrimonio figuran numerosos de América Latina, entre ellos Perú, Ecuador, El Salvador, además de Irán, Irak, la Autoridad palestina, Siria y Libia.
Parrulli asistió el pasado 24 de marzo en Nueva York en la sede de las Naciones Unidas a la adopción de la resolución 2347, la primera jamás adoptada por el Consejo de Seguridad que se centra exclusivamente en el patrimonio cultural.
El respaldo unánime de la ONU supone un nuevo reconocimiento a la importancia de la protección del patrimonio para la paz y la seguridad y garantía de fondos.