
"El presidente François Bozize buscó refugio en Camerún, donde se encuentra actualmente en espera de partir hacia otro país", anunció la presidencia camerunesa, en un comunicado leído en la radio nacional el lunes.
Su familia fue recibida por la República Democrática del Congo (RDC), indicó el lunes el portavoz del gobierno y ministro de medios de comunicaciones congoleño, Lambert Mende.
"Unas 20 personas, incluyendo a su hijo, fueron recibidas y alejadas de las fronteras, de conformidad con las reglas internacionales", precisó Mende.
La Unión Africana (UA) condenó la toma del poder por la fuerza de los guerrilleros y suspendió este lunes la participación de la República Centroafricana en la organización. La UA también impuso sanciones a siete responsables de la coalición rebelde Seleka, incluyendo a Michel Djotodia, después de su ofensiva relámpago y la toma de Bangui, la capital, el domingo.
"El Consejo (de Paz y Seguridad) decide suspender inmediatamente la participación de la RCA (República Centroafricana) en todas las actividades de la Unión Africana, así como imponer sanciones, a saber restricciones de viaje y la congelación de los depósitos de los dirigentes de Seleka", anunció el Comisario de la Paz y la Seguridad de la UA, Ramtane Lamamra.
Por su parte, Francia condenó el lunes "el recurso a la fuerza que desembocó en la toma del poder" en la República Centroafricana, y pidió el cese de los saqueos y el rápido restablecimiento del orden en Bangui, la capital, tomada el fin de semana por los rebeldes de Seleka.
"Francia, conformemente a sus principios, sólo puede condenar el recurso a la fuerza que desembocó en la toma del poder en la República Centroafricana", declaró el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Philippe Lalliot.
"Francia insta a las fuerzas rebeldes a abstenerse de toda violencia contra las poblaciones civiles y las comunidades extranjeras. los saqueos deben cesar y el orden ser restablecido rápidamente", agregó.
Para Francia, los acuerdos de Libreville del 11 de enero, "deben proveer el marco de una transición política".
En una capital sin electricidad y sin radio nacional, Djotodia se comportaba como el nuevo jefe del Estado, en espera de una declaración oficial a la Nación.
Entre otros temas declaró a Radio Francia Internacional que tenía intenciones de organizar elecciones libres dentro de unos tres años, aunque subrayó que "no dije que dentro de tres años entregaré el poder. Dije que dentro de tres años organizaremos elecciones libres y transparentes con la ayuda de todo el mundo".
Desde París, uno de los voceros de los insurgentes, Eric Massi, destacó: "Esperamos una declaración solemne que oficialice el acceso a la presidencia de Michel Djotodia."
Djotodia, de unos 60 años, es un ex funcionario y diplomático --entre otros cargos fue cónsul de la República Centroafricana en Sudán del Sur-- que entró a la rebelión, convirtiéndose en uno de sus principales dirigentes desde 2005.
Por su parte, Francia y Estados Unidos pidieron a los guerrilleros que respeten los acuerdos de paz que fueron concluidos en Libreville el 11 de enero entre el sector de Bozize, la oposición y Seleka, y a apoyar al gobierno de unión nacional que surgió de los mismos.
Djotodia prometió que "nosotros siempre seguiremos en el espíritu de Libreville", confiando que mantendrá en su cargo al actual primer ministro del gobierno de unión nacional Nicolas Tiangaye, una figura de la oposición a Bozize.
Bozize, de 66 años, que llegó al poder por las armas en 2003 -- es un ex allegado del emperador Jean-Bedel Bokassa-- fue electo presidente en 2005 y reelecto en 2011 luego de unos comicios muy criticados por la oposición.
La rebelión había lanzado una primera ofensiva el 10 de diciembre en el norte del país, obteniendo una serie de victorias ante las desorganizadas fuerzas gubernamentales, antes de detener su avance debido a las presiones internacionales, a 75 km al norte de Bangui.
Los acuerdos de Libreville desembocaron en la formación de un gobierno de unión nacional. Los insurgentes, alegando que dichos convenios no eran respetados, desencadenaron nuevamente las hostilidades el viernes pasado y declararon que querían instaurar un gobierno de transición.
Su familia fue recibida por la República Democrática del Congo (RDC), indicó el lunes el portavoz del gobierno y ministro de medios de comunicaciones congoleño, Lambert Mende.
"Unas 20 personas, incluyendo a su hijo, fueron recibidas y alejadas de las fronteras, de conformidad con las reglas internacionales", precisó Mende.
La Unión Africana (UA) condenó la toma del poder por la fuerza de los guerrilleros y suspendió este lunes la participación de la República Centroafricana en la organización. La UA también impuso sanciones a siete responsables de la coalición rebelde Seleka, incluyendo a Michel Djotodia, después de su ofensiva relámpago y la toma de Bangui, la capital, el domingo.
"El Consejo (de Paz y Seguridad) decide suspender inmediatamente la participación de la RCA (República Centroafricana) en todas las actividades de la Unión Africana, así como imponer sanciones, a saber restricciones de viaje y la congelación de los depósitos de los dirigentes de Seleka", anunció el Comisario de la Paz y la Seguridad de la UA, Ramtane Lamamra.
Por su parte, Francia condenó el lunes "el recurso a la fuerza que desembocó en la toma del poder" en la República Centroafricana, y pidió el cese de los saqueos y el rápido restablecimiento del orden en Bangui, la capital, tomada el fin de semana por los rebeldes de Seleka.
"Francia, conformemente a sus principios, sólo puede condenar el recurso a la fuerza que desembocó en la toma del poder en la República Centroafricana", declaró el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Philippe Lalliot.
"Francia insta a las fuerzas rebeldes a abstenerse de toda violencia contra las poblaciones civiles y las comunidades extranjeras. los saqueos deben cesar y el orden ser restablecido rápidamente", agregó.
Para Francia, los acuerdos de Libreville del 11 de enero, "deben proveer el marco de una transición política".
En una capital sin electricidad y sin radio nacional, Djotodia se comportaba como el nuevo jefe del Estado, en espera de una declaración oficial a la Nación.
Entre otros temas declaró a Radio Francia Internacional que tenía intenciones de organizar elecciones libres dentro de unos tres años, aunque subrayó que "no dije que dentro de tres años entregaré el poder. Dije que dentro de tres años organizaremos elecciones libres y transparentes con la ayuda de todo el mundo".
Desde París, uno de los voceros de los insurgentes, Eric Massi, destacó: "Esperamos una declaración solemne que oficialice el acceso a la presidencia de Michel Djotodia."
Djotodia, de unos 60 años, es un ex funcionario y diplomático --entre otros cargos fue cónsul de la República Centroafricana en Sudán del Sur-- que entró a la rebelión, convirtiéndose en uno de sus principales dirigentes desde 2005.
Por su parte, Francia y Estados Unidos pidieron a los guerrilleros que respeten los acuerdos de paz que fueron concluidos en Libreville el 11 de enero entre el sector de Bozize, la oposición y Seleka, y a apoyar al gobierno de unión nacional que surgió de los mismos.
Djotodia prometió que "nosotros siempre seguiremos en el espíritu de Libreville", confiando que mantendrá en su cargo al actual primer ministro del gobierno de unión nacional Nicolas Tiangaye, una figura de la oposición a Bozize.
Bozize, de 66 años, que llegó al poder por las armas en 2003 -- es un ex allegado del emperador Jean-Bedel Bokassa-- fue electo presidente en 2005 y reelecto en 2011 luego de unos comicios muy criticados por la oposición.
La rebelión había lanzado una primera ofensiva el 10 de diciembre en el norte del país, obteniendo una serie de victorias ante las desorganizadas fuerzas gubernamentales, antes de detener su avance debido a las presiones internacionales, a 75 km al norte de Bangui.
Los acuerdos de Libreville desembocaron en la formación de un gobierno de unión nacional. Los insurgentes, alegando que dichos convenios no eran respetados, desencadenaron nuevamente las hostilidades el viernes pasado y declararon que querían instaurar un gobierno de transición.