Junta militar toma el poder en Malí y cierra fronteras


BAMAKO. - Una junta militar tomó el jueves el poder en Bamako tras varias horas de enfrentamientos, cerró las fronteras y disolvió las instituciones, alegando la necesidad de combatir con eficacia la rebelión tuareg y a los grupos armados islamistas que operan en el norte del país.



Junta militar toma el poder en Malí y cierra fronteras
El presidente derrocado, Amadou Toumani Touré, se encuentra en una base militar de Bamako, según su entorno, junto a militares de élite de su guardia presidencial.
El golpe en este país de África del oeste, que debía celebrar elecciones presidenciales el 29 de abril a pesar de una rebelión tuareg comenzada en enero, fue recibido con numerosas condenas internacionales.
"El presidente está en Bamako, no está en una embajada. Está en una base militar desde donde dirige", afirmó a la AFP una fuente militar leal al mandatario, lo que confirmó un miembro del entorno de Touré, precisando que estaba con los "Boinas rojas" de su guardia presidencial.
El jueves hacia las 04H00 (local y GMT) militares en uniforme aparecieron en la televisión nacional cuyo edificio ocupaban desde el miércoles poco después de comenzar un motín en Kita, ciudad guarnición a 15 km de la capital, que se extendió a Bamako y luego a Koulouba, donde se encuentra el palacio presidencial.
La revuelta llegó hasta Gao (noreste), sede de un cuartel general del ejército que combate a la rebelión. Los jefes militares leales fueron detenidos.
La junta militar afirmó el jueves haber puesto fin al "régimen incompetente" instalado en Bamako y anunció la disolución de "todas las instituciones", la suspensión de "la Constitución" y un toque de queda.
Los funcionarios fueron invitados a reanudar sus labores el martes 27 de marzo a partir de las 07H30 so pena de ser considerados como en "abandono de puesto", afirmaron los golpistas durante el día.
El aeropuerto de Bamako fue cerrado y los vuelos anulados hasta nueva orden, según una fuente aeroportuaria.
Este golpe se produce a un poco más de dos meses de comenzada una guerra contra los rebeldes tuareg del norte de Malí, amplia zona en donde operan grupos islamistas y traficantes.
El régimen de Touré tuvo que hacer frente las últimas semanas al malestar en el frente, con soldados subequipados frente a adversarios fuertemente armados, respaldados por islamistas, pero también a los allegados de las tropas desplegadas en el norte, que criticaban la falta de firmeza del gobierno frente a los rebeldes.
El teniente Amadou Konaré, portavoz de los golpistas, denunció la "incapacidad" del gobierno para resolver "la crisis en el norte de nuestro país". Los golpistas, que formaron el Comité Nacional para la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), se comprometen a "restaurar el poder" civil y a formar un gobierno de unión nacional.
Desde el miércoles por la noche se escuchan disparos de advertencia en la capital, según la AFP y testigos. Ministros de Relaciones Exteriores de países africanos que habían llegado a Bamako para participar en un encuentro sobre la seguridad en el Sahel estaban bloqueados en sus hoteles.
El golpe militar puso fin a un proceso electoral que preveía una elección presidencial, un referendo constitucional y legislativas. Toumani Touré -elegido en 2000 y reelegido en 2007- debía ceder su cargo, conforme a la Constitución que le autoriza un máximo de dos mandatos consecutivos de cinco años.
El golpe generó una ola de condenas, en particular desde el extranjero, y llamados a que se restablezca el orden constitucional.
La Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO), Francia, Argelia, Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), la Unión Africana (UA), Sudáfrica, Nigeria, la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), entre otros, reaccionaron con energía.
Estados Unidos urgió a la "inmediata restauración" del orden constitucional en Malí y condenó "enérgicamente la violencia iniciada por elementos de las fuerzas armadas".
Francia anunció el jueves la suspensión de su cooperación con el gobierno de Malí tras el golpe de Estado.
París quiere "el restablecimiento del orden constitucional" y que las "elecciones programadas en abril se lleven a cabo lo antes posible", indicó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé.
La Unión Europea (UE) también condenó este jueves el golpe de Estado en Malí y pidió que se restablezca el orden "constitucional".
Jueves, 22 de Marzo 2012
AFP (Agencia France-Presse)
           


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