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Política
Kirchner anunció que pedirá a la justicia que investigue las presuntas maniobras de los diarios Clarín, La Nación y La Razón (en la actualidad propiedad de Clarín) para adueñarse en 1976 de esa empresa, la única proveedora de papel periódico y en la que el Estado cuenta con el 28% de acciones.
No obstante, descartó por ahora una expropiación de la planta.
"Se harán las presentaciones en los estrados judiciales que correspondan (...) para dar un cauce a esta situación que lleva 33 años de manejo oscurantista con prácticas desleales comerciales e infieles hacia sus accionistas", dijo Kirchner en un acto en la Casa Rosada (gobierno) transmitido por cadena nacional.
"¿Y quién controla Papel Prensa S.A? Desde hace 33 años, voy a tomar como fecha una publicación del 19 de mayo de 1977 en ambos diarios La Nación y Clarín, donde dan cuenta de su tratamiento con la Junta Militar para quedar a cargo finalmente de Papel Prensa", señaló.
Clarín y La Nación, principales accionistas de Papel Prensa, emitieron un comunicado donde denuncian que se trata de "una historia inventada para quedarse" con la compañía papelera, en otro capítulo de un enfrentamiento a gran escala que sostienen con Kirchner.
"Los accionistas privados (mayoritarios) de Papel Prensa (el 28% corresponde al Estado) venimos denunciando desde hace casi un año un plan del Gobierno para apoderarse de la compañía y controlar el papel para diarios, insumo esencial de la prensa libre", indicaron en su declaración.
"Los que piensan o escriben que queremos apropiarnos de Papel Prensa, lamento desilusionarlos", les respondió Kirchner al rechazar que se persiga la expropiación.
Previo al discurso de la mandataria, Alberto González Arzac, representante del Estado en la empresa dijo que la compra se hizo bajo "una variedad de delitos de lesa humanidad, cometidos contra el grupo Graiver, cuya cabeza fue el empresario David Graiver, fallecido en una extraña catástrofe aérea en 1976".
"La familia y el grupo empresarial, propietario de la mayoría accionarial fue sometido a amenazas, a apremios ilegales, secuestros, privaciones ilegítimas de la libertad en lugares clandestinos e interdicción de bienes", abundó.
La dictadura acusaba al poderoso Grupo Graiver, con fuertes inversiones en distintos sectores y controlante de Papel Prensa, de tener vinculaciones con el disuelto grupo armado peronista Montoneros.
El testimonio que esgrime el Gobierno para hacer la denuncia penal es el de Lidia Papaleo, viuda del banquero David Graiver y víctima del régimen al ser secuestrada y torturada en 1976.
Clarín y La Nación sostuvieron de su lado que "controlar el papel es controlar la información y esto es lo que el Gobierno viene buscando a través de varias herramientas: la propaganda oficial, la ley de medios, el control del acceso a la información, el manejo militante de los medios públicos y la multiplicación de los medios paraoficiales".
"Quiero coincidir con Clarín: quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa porque es la única empresa que produce, distribuye y comercializa pasta celulosa para fabricar papel de diario", ironizó Kirchner.
Otro golpe contra el multimedios Clarín había sido asestado la semana pasada cuando el Gobierno le quitó la licencia para operar a la firma Fibertel, perteneciente al grupo y proveedora de servicios de internet por cable, con una participación del 25% en un mercado de 4,2 millones de usuarios.
En la disputa terció la oposición, al unirse partidos socialdemócratas, derechistas, peronistas disidentes y liberales cristianos para denunciar en el Congreso "un ataque a la seguridad jurídica y la libertad de expresión".
La presidenta anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que declara "de interés público la producción de pasta celulosa para papel de diario, su distribución y comercialización".
No obstante, descartó por ahora una expropiación de la planta.
"Se harán las presentaciones en los estrados judiciales que correspondan (...) para dar un cauce a esta situación que lleva 33 años de manejo oscurantista con prácticas desleales comerciales e infieles hacia sus accionistas", dijo Kirchner en un acto en la Casa Rosada (gobierno) transmitido por cadena nacional.
"¿Y quién controla Papel Prensa S.A? Desde hace 33 años, voy a tomar como fecha una publicación del 19 de mayo de 1977 en ambos diarios La Nación y Clarín, donde dan cuenta de su tratamiento con la Junta Militar para quedar a cargo finalmente de Papel Prensa", señaló.
Clarín y La Nación, principales accionistas de Papel Prensa, emitieron un comunicado donde denuncian que se trata de "una historia inventada para quedarse" con la compañía papelera, en otro capítulo de un enfrentamiento a gran escala que sostienen con Kirchner.
"Los accionistas privados (mayoritarios) de Papel Prensa (el 28% corresponde al Estado) venimos denunciando desde hace casi un año un plan del Gobierno para apoderarse de la compañía y controlar el papel para diarios, insumo esencial de la prensa libre", indicaron en su declaración.
"Los que piensan o escriben que queremos apropiarnos de Papel Prensa, lamento desilusionarlos", les respondió Kirchner al rechazar que se persiga la expropiación.
Previo al discurso de la mandataria, Alberto González Arzac, representante del Estado en la empresa dijo que la compra se hizo bajo "una variedad de delitos de lesa humanidad, cometidos contra el grupo Graiver, cuya cabeza fue el empresario David Graiver, fallecido en una extraña catástrofe aérea en 1976".
"La familia y el grupo empresarial, propietario de la mayoría accionarial fue sometido a amenazas, a apremios ilegales, secuestros, privaciones ilegítimas de la libertad en lugares clandestinos e interdicción de bienes", abundó.
La dictadura acusaba al poderoso Grupo Graiver, con fuertes inversiones en distintos sectores y controlante de Papel Prensa, de tener vinculaciones con el disuelto grupo armado peronista Montoneros.
El testimonio que esgrime el Gobierno para hacer la denuncia penal es el de Lidia Papaleo, viuda del banquero David Graiver y víctima del régimen al ser secuestrada y torturada en 1976.
Clarín y La Nación sostuvieron de su lado que "controlar el papel es controlar la información y esto es lo que el Gobierno viene buscando a través de varias herramientas: la propaganda oficial, la ley de medios, el control del acceso a la información, el manejo militante de los medios públicos y la multiplicación de los medios paraoficiales".
"Quiero coincidir con Clarín: quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa porque es la única empresa que produce, distribuye y comercializa pasta celulosa para fabricar papel de diario", ironizó Kirchner.
Otro golpe contra el multimedios Clarín había sido asestado la semana pasada cuando el Gobierno le quitó la licencia para operar a la firma Fibertel, perteneciente al grupo y proveedora de servicios de internet por cable, con una participación del 25% en un mercado de 4,2 millones de usuarios.
En la disputa terció la oposición, al unirse partidos socialdemócratas, derechistas, peronistas disidentes y liberales cristianos para denunciar en el Congreso "un ataque a la seguridad jurídica y la libertad de expresión".
La presidenta anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que declara "de interés público la producción de pasta celulosa para papel de diario, su distribución y comercialización".
