Feria Internacional de Turismo, en Madrid
En el 31º Salón Internacional del Turismo que tiene lugar en Madrid hasta el domingo, cada uno de los 166 países representados intenta seducir a unos 200.000 esperados visitantes, profesionales y gran público.
Pakistán participa por primera vez a través de la compañía aérea Pakistán International Airlines (PIA): "Estamos aquí para promocionar nuestra nueva línea Barcelona-Chicago", dos ciudades con alta presencia de pakistaníes, explica Saleem Ullah Shahani, encargado de PIA para España.
Pero "también queremos mostrar que Pakistán existe siempre para el turismo, aún si la situación es complicada en este momento", con "problemas de seguridad", añade con cierto pudor.
"Antes de 2009 llevamos muchos turistas a Pakistán para ir a la montaña, que son más bonitas que las de Suiza, y ahora hay turistas, pero menos", lamentó.
En cuanto al "turismo de negocios", el mes próximo "organizamos un viaje para (la cadena de grandes almacenes) El Corte Inglés" tras haber hecho lo mismo para la marca de ropa Zara, interesada en la producción a bajo costo de vestimenta y calzado.
Por el contrario, Zambia, ubicada al sudoeste de la turística Tanzania, plantea una imagen de "país amistoso y pacífico, que jamás estuvo en guerra", señala Donald Pelekamoyo, responsable del marketing de su oficina de turismo.
"El factor que nos distingue verdaderamente es nuestro lado real, auténtico, sin explotación comercial de la naturaleza", asegura, y recuerda que el principal atractivo de este país de 11,5 millones de habitantes, visitado por 800.000 personas en 2009, son las cataratas Victoria, compartidas con Zimbabwe.
Para Kuwait, apuntar al patrimonio natural significa romper un tópico: "Todo el mundo nos conoce como el país del petróleo e intentamos cambiar esa idea", explica Ali Abdulá Al-Baghli, subsecretario de Estado de Turismo.
"Tenemos los más hermosos desiertos del mundo, un cielo despejado, una costa hermosa con extensas playas de arena blanca, y si bien hace más de 50 grados en julio y agosto, es un calor seco, es como un paraíso", añadió.
Algunas "bebidas (alcohólicas) están prohibidas en cafés y restaurantes", pero "no somos un país de religión muy estricta y hay mucha diversión".
Con 700.000 turistas al año, Kuwait no tiene bastante y lanzó un plan de 15 años para atraer a familias, pero también para "convertirnos en el centro financiero y de negocios de la región, como lo éramos antes de la ocupación" por parte de Irak, explica Tareq Al-Banai, representante de la embajada en España.
Otro buscador de turistas es el Uzbekistán, de 28 millones de habitantes y que recibe 1,3 millones de visitantes anuales. "Queremos tener 28 millones de turistas", clama Rustam Mirzaev, presidente de la oficina nacional de turismo.
"Tenemos grandes atractivos pero no los hemos puesto en su sitio", lamenta, y se refiere a las "cuatro ciudades clasificadas como patrimonio universal de la Unesco" y al "heliesquí (los esquiadores son trasladados a lo alto de la montaña en helicóptero), para los cuales Uzbekistán --según su folleto oficial-- "es uno de los mejores lugares del mundo".
El plan que tiene Uzbekistán es ofrecer cuatro veces por año sus viajes con todos los gastos pagados a periodistas y grandes operadores turísticos.
La operación, lanzada ahora, durará 10 años.
Pakistán participa por primera vez a través de la compañía aérea Pakistán International Airlines (PIA): "Estamos aquí para promocionar nuestra nueva línea Barcelona-Chicago", dos ciudades con alta presencia de pakistaníes, explica Saleem Ullah Shahani, encargado de PIA para España.
Pero "también queremos mostrar que Pakistán existe siempre para el turismo, aún si la situación es complicada en este momento", con "problemas de seguridad", añade con cierto pudor.
"Antes de 2009 llevamos muchos turistas a Pakistán para ir a la montaña, que son más bonitas que las de Suiza, y ahora hay turistas, pero menos", lamentó.
En cuanto al "turismo de negocios", el mes próximo "organizamos un viaje para (la cadena de grandes almacenes) El Corte Inglés" tras haber hecho lo mismo para la marca de ropa Zara, interesada en la producción a bajo costo de vestimenta y calzado.
Por el contrario, Zambia, ubicada al sudoeste de la turística Tanzania, plantea una imagen de "país amistoso y pacífico, que jamás estuvo en guerra", señala Donald Pelekamoyo, responsable del marketing de su oficina de turismo.
"El factor que nos distingue verdaderamente es nuestro lado real, auténtico, sin explotación comercial de la naturaleza", asegura, y recuerda que el principal atractivo de este país de 11,5 millones de habitantes, visitado por 800.000 personas en 2009, son las cataratas Victoria, compartidas con Zimbabwe.
Para Kuwait, apuntar al patrimonio natural significa romper un tópico: "Todo el mundo nos conoce como el país del petróleo e intentamos cambiar esa idea", explica Ali Abdulá Al-Baghli, subsecretario de Estado de Turismo.
"Tenemos los más hermosos desiertos del mundo, un cielo despejado, una costa hermosa con extensas playas de arena blanca, y si bien hace más de 50 grados en julio y agosto, es un calor seco, es como un paraíso", añadió.
Algunas "bebidas (alcohólicas) están prohibidas en cafés y restaurantes", pero "no somos un país de religión muy estricta y hay mucha diversión".
Con 700.000 turistas al año, Kuwait no tiene bastante y lanzó un plan de 15 años para atraer a familias, pero también para "convertirnos en el centro financiero y de negocios de la región, como lo éramos antes de la ocupación" por parte de Irak, explica Tareq Al-Banai, representante de la embajada en España.
Otro buscador de turistas es el Uzbekistán, de 28 millones de habitantes y que recibe 1,3 millones de visitantes anuales. "Queremos tener 28 millones de turistas", clama Rustam Mirzaev, presidente de la oficina nacional de turismo.
"Tenemos grandes atractivos pero no los hemos puesto en su sitio", lamenta, y se refiere a las "cuatro ciudades clasificadas como patrimonio universal de la Unesco" y al "heliesquí (los esquiadores son trasladados a lo alto de la montaña en helicóptero), para los cuales Uzbekistán --según su folleto oficial-- "es uno de los mejores lugares del mundo".
El plan que tiene Uzbekistán es ofrecer cuatro veces por año sus viajes con todos los gastos pagados a periodistas y grandes operadores turísticos.
La operación, lanzada ahora, durará 10 años.