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Política
Refugiados Rohingya
Las autoridades de Myanmar deben hacer progresos tangibles en línea con un memorándum firmado con la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), afirmaron ambos organismos en un comunicado.
Se instó al Gobierno birmano a que permita el acceso de personal de la ONU al estado de Rajine, que garantice libertad de movimiento a los retornados y aborde las causas del éxodo.
"La voluntad del Gobierno de Myanmar para liderar la implementación de este acuerdo es vital para crear las condiciones que lleven a un regreso voluntario, seguro, digno y sostenible de los refugiados rohingya", señala el comunicado.
El Ejército birmano y milicianos armados lucharon hace un año en Rajine y ambos lados se ausaron mutuamente de matanzas de civiles desarmados.
El portavoz del Gobierno birmano, Zaw Htay, asegura que el memorándum comenzó a implementarse y que el personal de la ONU tendrá acceso a Rajine.
Myanmar y Bangladesh firmaron en noviembre un acuerdo para facilitar el regreso de rohingyas y las autoridades bangladesíes insisten en que los campos de refugiados en su territorio son temporales y en que los rohingyas deben volver a Myanmar. Allí se les niega la ciudadanía, el acceso a la sanidad, la educación o la libertad de movimientos.
La ONG Human Rights Watch instó esta semana a Bangladesh a que reubique a los refugiados de los enormes y sobrepoblados campamentos actuales a otros más pequeños, ante el riesgo de epidemias y corrimientos de tierra durante la época del monzón.
Se instó al Gobierno birmano a que permita el acceso de personal de la ONU al estado de Rajine, que garantice libertad de movimiento a los retornados y aborde las causas del éxodo.
"La voluntad del Gobierno de Myanmar para liderar la implementación de este acuerdo es vital para crear las condiciones que lleven a un regreso voluntario, seguro, digno y sostenible de los refugiados rohingya", señala el comunicado.
El Ejército birmano y milicianos armados lucharon hace un año en Rajine y ambos lados se ausaron mutuamente de matanzas de civiles desarmados.
El portavoz del Gobierno birmano, Zaw Htay, asegura que el memorándum comenzó a implementarse y que el personal de la ONU tendrá acceso a Rajine.
Myanmar y Bangladesh firmaron en noviembre un acuerdo para facilitar el regreso de rohingyas y las autoridades bangladesíes insisten en que los campos de refugiados en su territorio son temporales y en que los rohingyas deben volver a Myanmar. Allí se les niega la ciudadanía, el acceso a la sanidad, la educación o la libertad de movimientos.
La ONG Human Rights Watch instó esta semana a Bangladesh a que reubique a los refugiados de los enormes y sobrepoblados campamentos actuales a otros más pequeños, ante el riesgo de epidemias y corrimientos de tierra durante la época del monzón.
