YEDA, (AFP) - "Las mujeres de la región no pueden disfrutar aún de sus plenos derechos", lamentó Pillay en un discurso en la universidad Rey Abdala de Ciencias y Tecnología, cerca de Yeda, en el oeste de Arabia Saudita.
La Alta Comisionada lamentó también que se mantengan "restricciones discriminatorias" que impiden a las mujeres "decidir su futuro, hacer sus propias elecciones y participar en la vida pública". "Esas restricciones deben levantarse", sentenció.
Pillay inició en Arabia Saudita una gira de diez días por las seis monarquías petroleras del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, que agrupa también a Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait).
El reino saudita tiene instaurada una estricta segregación de sexos, y sólo el año pasado una mujer accedió a un puesto ministerial, en tanto que viceministra para la educación femenina. Las mujeres, por ejemplo, no pueden conducir ni salir en público sin estar acompañadas de un hombre de su entorno.
La norma de que una mujer deba ser acompañada por un hombre ha de ser "abolida", dijo la responsable de la ONU.
Refiriéndose también a los 12 millones de extranjeros que trabajan en los países del CCG, Pillay criticó el sistema de padrinazgo, que según ella da lugar a todo tipo de abusos.
En virtud de ese sistema, los trabajadores extranjeros deben ser apadrinados por un patrono. Sin su acuerdo, esos trabajadores no pueden cambiar de empleo. De las seis monarquías del Golfo, sólo Bahrein ha abolido ese sistema.
La Alta Comisionada incidió en la situación de los trabajadores domésticos, que "suscita inquietud porque su aislamiento en casas privadas los hace más vulnerables a la violencia física, psicológica y sexual".
La Alta Comisionada lamentó también que se mantengan "restricciones discriminatorias" que impiden a las mujeres "decidir su futuro, hacer sus propias elecciones y participar en la vida pública". "Esas restricciones deben levantarse", sentenció.
Pillay inició en Arabia Saudita una gira de diez días por las seis monarquías petroleras del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, que agrupa también a Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait).
El reino saudita tiene instaurada una estricta segregación de sexos, y sólo el año pasado una mujer accedió a un puesto ministerial, en tanto que viceministra para la educación femenina. Las mujeres, por ejemplo, no pueden conducir ni salir en público sin estar acompañadas de un hombre de su entorno.
La norma de que una mujer deba ser acompañada por un hombre ha de ser "abolida", dijo la responsable de la ONU.
Refiriéndose también a los 12 millones de extranjeros que trabajan en los países del CCG, Pillay criticó el sistema de padrinazgo, que según ella da lugar a todo tipo de abusos.
En virtud de ese sistema, los trabajadores extranjeros deben ser apadrinados por un patrono. Sin su acuerdo, esos trabajadores no pueden cambiar de empleo. De las seis monarquías del Golfo, sólo Bahrein ha abolido ese sistema.
La Alta Comisionada incidió en la situación de los trabajadores domésticos, que "suscita inquietud porque su aislamiento en casas privadas los hace más vulnerables a la violencia física, psicológica y sexual".