
El A400M, el avión militar de Airbus, de EADS
"BAE Systems y EADS anuncian que han decidido poner fin a sus negociaciones", anunciaron en un comunicado conjunto remitido a la bolsa de Londres, a pocas horas del vencimiento del plazo fijado por los reguladores británicos para pronunciarse.
"Estamos decepcionados por no haber podido alcanzar un acuerdo aceptable con nuestros diferentes gobiernos accionistas", Francia, Alemania y el Reino Unido, indicó el consejero delegado de BAE Systems, Ian King, en un comunicado.
Las dos empresas explicaron que durante las negociaciones "quedó claro que los intereses de las partes gubernamentales no se pueden acercar lo suficiente entre ellos ni con los objetivos que BAE Systems y EADS habían definido para la fusión".
Poco antes del anuncio oficial, una fuente cercana a las negociaciones atribuyó el fracaso al gobierno alemán, e indicó que "no ha funcionado porque los alemanes bloquearon" el acuerdo.
Según otra fuente, que también tuvo acceso a las negociaciones, los dirigentes de los dos grupos "llegaron al convencimiento de que Alemania nunca diría 'si' y que nadie conseguiría hacerles cambiar de opinión".
Horas después de este comunicado, el presidente de EADS, Tom Enders, envió una misiva a los empleados del grupo en la que reconocía que no se esperaban tal oposición de Berlín en esta fusión.
"Estoy listo para admitir que nunca imaginamos tener que hacer frente a tal oposición contra el acuerdo, en particular de Berlín", indicó Enders añadiendo que el grupo deberá replantearse su estrategia en particular "en sus actividades de defensa".
Poco antes, el ministro de Defensa alemán, Thomas de Maizière, afirmó en Bruselas que su país no se considera responsable.
"Es una opinión que he oído. No la comparto", dijo el ministro, que aseguró no estar "sorprendido" por el resultado y afirmó que se trata de una "decisión empresarial".
En París, el presidente François Hollande también dijo que el cese de las negociaciones fue consecuencia de una "decisión de las empresas" y reafirmó su "confianza" en el futuro de EADS.
En la bolsa de Londres, el título de BAE Systems cerró en ligera alza de 0,18%, a 320,9 peniques, tras haber perdido cerca de 2,5% de su valor durante la sesión del miércoles. En París, la acción de EADS terminó ganando un 5,29% tras haber perdido un 12% desde que se anunció el proyecto de fusión.
"Oportunidad perdida"
Los dos grupos intentaron durante las negociaciones reducir la influencia de Alemania y Francia dentro de EADS, con el objetivo de poder acceder al mercado de la defensa de Estados Unidos, el más importante del mundo, un país reticente a las empresas públicas.
Londres también intentó en vano convencer a los otros dos gobiernos para que redujeran su participación en el futuro grupo y conservar así sus buenas relaciones con el Pentágono.
Pero París y Berlín no se contentaban con tener derecho a bloquear cualquier entrada de capital considerada hostil en el nuevo grupo: Francia quería también seguir en el capital, lo que provocó la misma petición de Alemania.
Según este esquema Francia habría tenido un 9% de la nueva estructura y podría haber comprado más capital en el futuro.
El consejero delegado de BAE Systems, Ian King, lamentó el fracaso de una fusión que presentaba "una oportunidad única para BAE Systems y EADS de combinar dos negocios de clase mundial y complementarios para crear un grupo líder mundial en aeroespacial, defensa y seguridad".
El gigante resultante de la fusión habría sido el número uno mundial en su campo, con una facturación de 78.000 millones de euros, muy por delante de sus competidores Boeing y Lockheed Martin, los dos líderes estadounidenses del sector.
El grupo EADS, fundado en el año 2000, es líder europeo en los sectores de la industria aeronáutica, del espacio y de la defensa mientras que BAE Systems tiene importantes contratos con el ministerio de Defensa estadounidense.
"Estamos decepcionados por no haber podido alcanzar un acuerdo aceptable con nuestros diferentes gobiernos accionistas", Francia, Alemania y el Reino Unido, indicó el consejero delegado de BAE Systems, Ian King, en un comunicado.
Las dos empresas explicaron que durante las negociaciones "quedó claro que los intereses de las partes gubernamentales no se pueden acercar lo suficiente entre ellos ni con los objetivos que BAE Systems y EADS habían definido para la fusión".
Poco antes del anuncio oficial, una fuente cercana a las negociaciones atribuyó el fracaso al gobierno alemán, e indicó que "no ha funcionado porque los alemanes bloquearon" el acuerdo.
Según otra fuente, que también tuvo acceso a las negociaciones, los dirigentes de los dos grupos "llegaron al convencimiento de que Alemania nunca diría 'si' y que nadie conseguiría hacerles cambiar de opinión".
Horas después de este comunicado, el presidente de EADS, Tom Enders, envió una misiva a los empleados del grupo en la que reconocía que no se esperaban tal oposición de Berlín en esta fusión.
"Estoy listo para admitir que nunca imaginamos tener que hacer frente a tal oposición contra el acuerdo, en particular de Berlín", indicó Enders añadiendo que el grupo deberá replantearse su estrategia en particular "en sus actividades de defensa".
Poco antes, el ministro de Defensa alemán, Thomas de Maizière, afirmó en Bruselas que su país no se considera responsable.
"Es una opinión que he oído. No la comparto", dijo el ministro, que aseguró no estar "sorprendido" por el resultado y afirmó que se trata de una "decisión empresarial".
En París, el presidente François Hollande también dijo que el cese de las negociaciones fue consecuencia de una "decisión de las empresas" y reafirmó su "confianza" en el futuro de EADS.
En la bolsa de Londres, el título de BAE Systems cerró en ligera alza de 0,18%, a 320,9 peniques, tras haber perdido cerca de 2,5% de su valor durante la sesión del miércoles. En París, la acción de EADS terminó ganando un 5,29% tras haber perdido un 12% desde que se anunció el proyecto de fusión.
"Oportunidad perdida"
Los dos grupos intentaron durante las negociaciones reducir la influencia de Alemania y Francia dentro de EADS, con el objetivo de poder acceder al mercado de la defensa de Estados Unidos, el más importante del mundo, un país reticente a las empresas públicas.
Londres también intentó en vano convencer a los otros dos gobiernos para que redujeran su participación en el futuro grupo y conservar así sus buenas relaciones con el Pentágono.
Pero París y Berlín no se contentaban con tener derecho a bloquear cualquier entrada de capital considerada hostil en el nuevo grupo: Francia quería también seguir en el capital, lo que provocó la misma petición de Alemania.
Según este esquema Francia habría tenido un 9% de la nueva estructura y podría haber comprado más capital en el futuro.
El consejero delegado de BAE Systems, Ian King, lamentó el fracaso de una fusión que presentaba "una oportunidad única para BAE Systems y EADS de combinar dos negocios de clase mundial y complementarios para crear un grupo líder mundial en aeroespacial, defensa y seguridad".
El gigante resultante de la fusión habría sido el número uno mundial en su campo, con una facturación de 78.000 millones de euros, muy por delante de sus competidores Boeing y Lockheed Martin, los dos líderes estadounidenses del sector.
El grupo EADS, fundado en el año 2000, es líder europeo en los sectores de la industria aeronáutica, del espacio y de la defensa mientras que BAE Systems tiene importantes contratos con el ministerio de Defensa estadounidense.