
"El secreto bancario está intacto", lamenta Gabriel Zucman, especialista de paraísos fiscales de la Escuela de Economía de París.
"Se han hecho auténticos progresos. La lucha contra la evasión fiscal cambió de naturaleza en 2009", protesta, en cambio, el responsable de este asunto en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pascal Saint-Amans, aunque admite que existen algunas "limitaciones".
En abril de 2009, cuando se señaló a la opacidad financiera de favorecer la crisis mundial, el G20 de los principales países ricos y emergentes se impuso como prioridad poner fin a los paraísos fiscales.
La mayoría de los territorios "no cooperativos" se vieron obligados a firmar acuerdos para intercambiar información, lo que les valió que la OCDE, punta de lanza institucional de este combate, los sacara de las listas negras de los paraísos fiscales.
Sin embargo, estos tratados bilaterales no resuelven todos los problemas.
Así, la comisión rogatoria de Francia a Suiza en enero, amparándose en una de estas convenciones fiscales, no fue capaz de detectar la cuenta secreta de Jérôme Cahuzac.
¿La razón? París se limitó a pedir, basándose en informaciones de la prensa, si el entonces ministro de Hacienda tenía una cuenta en el banco UBS. Los fondos ya se habían transferido a otro banco.
"Esto demuestra que el intercambio de información solo funciona para confirmar informaciones que ya existen", explica Mathilde Dupré, miembro del Tax Justice Network, que reúne a asociaciones punteras contra la evasión fiscal.
Para Gabriel Zucman, "es un camuflaje terrible para la OCDE y el G20". "El riesgo de que te pillen con una cuenta no declarada en un paraíso fiscal es prácticamente nulo", dice el economista.
En entredicho, la normativa de la OCDE, que preconiza por el momento el intercambio de información "por demanda", sólo en respuesta a una comisión rogatoria: hay que tener sospechas claras para hacer la pregunta concreta.
Sin embargo, los expertos dicen que conocen la solución. "Es simple", asegura Gabriel Zucman, "es el intercambio automático de información".
En Francia, el gobierno trata de tomar la iniciativa tras el caso del exministro de Hacienda. El titular de Economía Pierre Moscovici propuso el domingo "el intercambio automático de información" a nivel de la Unión Europea, con un "Fatca europeo".
El Foreign Account Tax Compliance Act (Fatca) es la ley adoptada en 2010 por Estados Unidos, que está considerada actualmente como un modelo. "Un tsunami", resume Mathilde Dupré. "Permite obtener todas las informaciones sobre todas las cuentas bancarias, las inversiones y los ingresos en el extranjero de todos los contribuyentes estadounidenses", dice Pascal Saint-Amans.
El responsable de la OCDE, que desea una "solución global", estima que sería "bastante lógico que la UE tratase de obtener lo mismo que Estados Unidos", sobre todo porque muchos países amantes del secreto bancario parecen dispuestos a cooperar: Suiza concluyó un acuerdo Fatca con Washington y Luxemburgo contempla hacer otro tanto.
La Comisión Europea trata de crear desde hace varios años una directiva sobre el ahorro que pretende imponer un intercambio automático sobre algunos ingresos. Pero Austria bloquea cualquier avance al respecto, al igual que hasta hace poco Luxemburgo. Cualquier decisión en este campo se necesita la unanimidad de los 27 países miembros de la UE.
Tras la apertura mostrada recientemente por Luxemburgo, las autoridades austriacas aseguraron este martes que van a negociar el levantamiento del secreto bancario para los residentes extranjeros con cuentas en su territorio, según el jefe del gobierno, el socialdemócrata Werner Faymann.
"La directiva de ahorro es un queso gruyere lleno de agujeros que es mucho menos poderoso que el Fatca. Es el 10% del Fatca", dice Pascal Saint-Amans, ya que se trata de un intercambio automático "muy restrictivo".
Para un experto familiarizado con este asunto, "Luxemburgo no debería levantar sus reservas sobre la directiva ahorro simplemente para evitar la aplicación de un Fatca europeo, porque eso permitiría a Bruselas presentar esta directiva como un gran paso y de hecho ya se ha quedado obsoleta tras el cambio procedente de Estados Unidos".
"Se han hecho auténticos progresos. La lucha contra la evasión fiscal cambió de naturaleza en 2009", protesta, en cambio, el responsable de este asunto en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pascal Saint-Amans, aunque admite que existen algunas "limitaciones".
En abril de 2009, cuando se señaló a la opacidad financiera de favorecer la crisis mundial, el G20 de los principales países ricos y emergentes se impuso como prioridad poner fin a los paraísos fiscales.
La mayoría de los territorios "no cooperativos" se vieron obligados a firmar acuerdos para intercambiar información, lo que les valió que la OCDE, punta de lanza institucional de este combate, los sacara de las listas negras de los paraísos fiscales.
Sin embargo, estos tratados bilaterales no resuelven todos los problemas.
Así, la comisión rogatoria de Francia a Suiza en enero, amparándose en una de estas convenciones fiscales, no fue capaz de detectar la cuenta secreta de Jérôme Cahuzac.
¿La razón? París se limitó a pedir, basándose en informaciones de la prensa, si el entonces ministro de Hacienda tenía una cuenta en el banco UBS. Los fondos ya se habían transferido a otro banco.
"Esto demuestra que el intercambio de información solo funciona para confirmar informaciones que ya existen", explica Mathilde Dupré, miembro del Tax Justice Network, que reúne a asociaciones punteras contra la evasión fiscal.
Para Gabriel Zucman, "es un camuflaje terrible para la OCDE y el G20". "El riesgo de que te pillen con una cuenta no declarada en un paraíso fiscal es prácticamente nulo", dice el economista.
En entredicho, la normativa de la OCDE, que preconiza por el momento el intercambio de información "por demanda", sólo en respuesta a una comisión rogatoria: hay que tener sospechas claras para hacer la pregunta concreta.
Sin embargo, los expertos dicen que conocen la solución. "Es simple", asegura Gabriel Zucman, "es el intercambio automático de información".
En Francia, el gobierno trata de tomar la iniciativa tras el caso del exministro de Hacienda. El titular de Economía Pierre Moscovici propuso el domingo "el intercambio automático de información" a nivel de la Unión Europea, con un "Fatca europeo".
El Foreign Account Tax Compliance Act (Fatca) es la ley adoptada en 2010 por Estados Unidos, que está considerada actualmente como un modelo. "Un tsunami", resume Mathilde Dupré. "Permite obtener todas las informaciones sobre todas las cuentas bancarias, las inversiones y los ingresos en el extranjero de todos los contribuyentes estadounidenses", dice Pascal Saint-Amans.
El responsable de la OCDE, que desea una "solución global", estima que sería "bastante lógico que la UE tratase de obtener lo mismo que Estados Unidos", sobre todo porque muchos países amantes del secreto bancario parecen dispuestos a cooperar: Suiza concluyó un acuerdo Fatca con Washington y Luxemburgo contempla hacer otro tanto.
La Comisión Europea trata de crear desde hace varios años una directiva sobre el ahorro que pretende imponer un intercambio automático sobre algunos ingresos. Pero Austria bloquea cualquier avance al respecto, al igual que hasta hace poco Luxemburgo. Cualquier decisión en este campo se necesita la unanimidad de los 27 países miembros de la UE.
Tras la apertura mostrada recientemente por Luxemburgo, las autoridades austriacas aseguraron este martes que van a negociar el levantamiento del secreto bancario para los residentes extranjeros con cuentas en su territorio, según el jefe del gobierno, el socialdemócrata Werner Faymann.
"La directiva de ahorro es un queso gruyere lleno de agujeros que es mucho menos poderoso que el Fatca. Es el 10% del Fatca", dice Pascal Saint-Amans, ya que se trata de un intercambio automático "muy restrictivo".
Para un experto familiarizado con este asunto, "Luxemburgo no debería levantar sus reservas sobre la directiva ahorro simplemente para evitar la aplicación de un Fatca europeo, porque eso permitiría a Bruselas presentar esta directiva como un gran paso y de hecho ya se ha quedado obsoleta tras el cambio procedente de Estados Unidos".