
Alfredo Cristiani, representa los intereses de la oligarquía en el partido ARENA, su instrumento político, que les había sido arrebatado por el aún presidente de la República, Elías Antonio Saca y sus socios y serviles.
Saca, junto a personajes como René Figueroa, su socio, y el desprestigiado Adolfo “el Chele” Torrez, se habían hecho del partido, para garantizar sus intereses no sólo de crecer políticamente, sino, también económicamente.
La burla que Saca hizo a los diferentes sectores del partido ARENA, principalmente al gran capital, cuando hizo un remedo de primarias para elegir a su fórmula presidencial, le trajo muchos rechazos de los sectores poderosos del país, quienes, uno a uno fueron desfilando por los medios de derecha, una semana antes de realizar las elecciones presidenciales, ante un claro temor del triunfo de Mauricio Funes y el FMLN.
La derrota electoral 20 años después de gobernar el país, a imagen y semejanza del capitalismo criollo, supuso una crisis profunda al interior del partido ARENA, que ha terminado con la reconquista del aparato político al servicio del gran capital.
El poder económico, que generalmente ha estado detrás de la estructura partidaria, seguramente se las jugará todas, pues, a toda costa intentarán recuperar el ejecutivo.
Al gran capital, se le hacía difícil retomar el partido, por un lado, porque ya había tenido a su gente en la Comisión Nacional (COENA), y que además de no haber hecho cosas exactas, fue criticado por los sectores partidarios que, no siendo del gran capital, se consideraban con derechos a dirigir el partido, no sólo por su relajada posición económica, sino, por su acumulación en las filas partidarias. Gloria Salguero Gross, una de los exponentes de este sector dijo un frase lapidaria sobre aquel COENA: “Ahora el partido ARENA es una Sociedad Anónima, de Capital Variable (ARENA, S.A. de C.V.)”.
Tras la derrota de ARENA del 15 de marzo, daba la impresión que los diferentes intereses al interior del partido iba a ser difícil colocar un nuevo COENA, pero la vinculación de Torrez con Silva, y las reacciones pertinentes, le dieron un duro golpe al grupo del Presidente Saca, y facilitó al gran capital, mover sus piezas.
Es decir, el gobierno de izquierda que encabezará Mauricio Funes a partir del uno de junio próximo tendrá, en el otro escenario, en la oposición, al gran capital dirigiendo su estructura partidaria para la toma nuevamente del Órgano Ejecutivo.
Saca, junto a personajes como René Figueroa, su socio, y el desprestigiado Adolfo “el Chele” Torrez, se habían hecho del partido, para garantizar sus intereses no sólo de crecer políticamente, sino, también económicamente.
La burla que Saca hizo a los diferentes sectores del partido ARENA, principalmente al gran capital, cuando hizo un remedo de primarias para elegir a su fórmula presidencial, le trajo muchos rechazos de los sectores poderosos del país, quienes, uno a uno fueron desfilando por los medios de derecha, una semana antes de realizar las elecciones presidenciales, ante un claro temor del triunfo de Mauricio Funes y el FMLN.
La derrota electoral 20 años después de gobernar el país, a imagen y semejanza del capitalismo criollo, supuso una crisis profunda al interior del partido ARENA, que ha terminado con la reconquista del aparato político al servicio del gran capital.
El poder económico, que generalmente ha estado detrás de la estructura partidaria, seguramente se las jugará todas, pues, a toda costa intentarán recuperar el ejecutivo.
Al gran capital, se le hacía difícil retomar el partido, por un lado, porque ya había tenido a su gente en la Comisión Nacional (COENA), y que además de no haber hecho cosas exactas, fue criticado por los sectores partidarios que, no siendo del gran capital, se consideraban con derechos a dirigir el partido, no sólo por su relajada posición económica, sino, por su acumulación en las filas partidarias. Gloria Salguero Gross, una de los exponentes de este sector dijo un frase lapidaria sobre aquel COENA: “Ahora el partido ARENA es una Sociedad Anónima, de Capital Variable (ARENA, S.A. de C.V.)”.
Tras la derrota de ARENA del 15 de marzo, daba la impresión que los diferentes intereses al interior del partido iba a ser difícil colocar un nuevo COENA, pero la vinculación de Torrez con Silva, y las reacciones pertinentes, le dieron un duro golpe al grupo del Presidente Saca, y facilitó al gran capital, mover sus piezas.
Es decir, el gobierno de izquierda que encabezará Mauricio Funes a partir del uno de junio próximo tendrá, en el otro escenario, en la oposición, al gran capital dirigiendo su estructura partidaria para la toma nuevamente del Órgano Ejecutivo.