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Política
Carla Antonelli
Antonelli mira hacia atrás tras conocerse su entrada en las listas electorales de Tomás Gómez, candidato a la presidencia del gobierno regional de Madrid por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y recuerda: "Desde un ambiente de exclusión social hoy puedes optar a estar en un Parlamento".
Hablar de ese ambiente es hablar de 1954, cuando con la "Ley de vagos y maleantes" del dictador Francisco Franco, homosexuales y transexuales "van a la cárcel por el mero hecho de serlo", comenta Antonelli en una entrevista con AFP.
Después se creó la ley "de peligrosidad social", en activo entre 1970 y 1979, por la que Antonelli estuvo encarcelada dos meses y medio "porque había que reeducar a las personas transexuales y homosexuales".
"Te das cuenta de que lo vivido ha sumado", comenta ahora la activista, que en 1977 salió del pueblo tinerfeño de Güímar, donde nació --en una fecha que prefiere no decir-- para instalarse definitivamente en Madrid dos años después.
En 1997 llegó al Grupo Federal del PSOE, donde trabajó de forma "oficiosa" durante 10 años y donde participó en el programa electoral del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, bajo cuyo mandato se aprobó la ley del matrimonio homosexual (2005) y la de identidad de género (2007).
Esta última "costó un poco, pero al final respondió quien tenía que responder, que era Zapatero", subraya.
Se refiere a la huelga de hambre con la que amenazó ante la posibilidad de que el ejecutivo aplazase la entrada en vigor de esa ley, que ahora permite que los transexuales puedan cambiar de nombre y de sexo en sus documentos de identidad sin necesidad de operarse previamente.
"Por delante de mis principios, de mis derechos fundamentales, no puede haber ninguna ideología política, porque eso contamina mi conciencia", recuerda ahora, tras un paréntesis dedicado a la actuación pero sin dejar de lado su activismo social por la "T" de transexual.
Para Carla, lo fundamental es "ir más allá de la 'T', siendo la 'T' importante". "Normalización es ir más allá de nombrar la palabra transexual", destaca.
Antonelli fue la primera que solicitó en Madrid el cambio de sexo en todos sus documentos oficiales y será previsiblemente --ya que estará en los primeros puestos de la lista de Tomás Gómez-- la primera diputada regional transexual.
En España solamente ha habido antes dos concejales transexuales, un hombre elegido en el grancanario ayuntamiento de Valsequillo y una mujer en la localidad castellonense de Geldo.
"Carla siempre fue Carla, pero tenía un nombre con el que la bautizaron que no la representaba y que le quitaba su dignidad como persona", explica.
Por ese desfase de nombres se metió "en situaciones muy comprometidas, sobre todo si tenías que ir a países donde esta situación estaba absolutamente perseguida".
En el aeropuerto de Cuba, por ejemplo, estuvo retenida tres horas incluso "siendo comunista", comenta. En Venezuela, donde asistía al Foro Social Mundial, se vio enfrentada a los comentarios y risas de la encargada de sellar su pasaporte y uno de los guardias.
Pero todo eso ahora es pasado y su presente se centra en la apuesta de Tomás Gómez.
"Si eres coherente con lo que piensas y con lo que dices, el tiempo te pone en tu lugar", subraya, por eso sigue adelante con su compromiso político con la plataforma que ha creado para promover la participación electoral, Diversidad 2011, más allá de la "T" que representa.
Hablar de ese ambiente es hablar de 1954, cuando con la "Ley de vagos y maleantes" del dictador Francisco Franco, homosexuales y transexuales "van a la cárcel por el mero hecho de serlo", comenta Antonelli en una entrevista con AFP.
Después se creó la ley "de peligrosidad social", en activo entre 1970 y 1979, por la que Antonelli estuvo encarcelada dos meses y medio "porque había que reeducar a las personas transexuales y homosexuales".
"Te das cuenta de que lo vivido ha sumado", comenta ahora la activista, que en 1977 salió del pueblo tinerfeño de Güímar, donde nació --en una fecha que prefiere no decir-- para instalarse definitivamente en Madrid dos años después.
En 1997 llegó al Grupo Federal del PSOE, donde trabajó de forma "oficiosa" durante 10 años y donde participó en el programa electoral del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, bajo cuyo mandato se aprobó la ley del matrimonio homosexual (2005) y la de identidad de género (2007).
Esta última "costó un poco, pero al final respondió quien tenía que responder, que era Zapatero", subraya.
Se refiere a la huelga de hambre con la que amenazó ante la posibilidad de que el ejecutivo aplazase la entrada en vigor de esa ley, que ahora permite que los transexuales puedan cambiar de nombre y de sexo en sus documentos de identidad sin necesidad de operarse previamente.
"Por delante de mis principios, de mis derechos fundamentales, no puede haber ninguna ideología política, porque eso contamina mi conciencia", recuerda ahora, tras un paréntesis dedicado a la actuación pero sin dejar de lado su activismo social por la "T" de transexual.
Para Carla, lo fundamental es "ir más allá de la 'T', siendo la 'T' importante". "Normalización es ir más allá de nombrar la palabra transexual", destaca.
Antonelli fue la primera que solicitó en Madrid el cambio de sexo en todos sus documentos oficiales y será previsiblemente --ya que estará en los primeros puestos de la lista de Tomás Gómez-- la primera diputada regional transexual.
En España solamente ha habido antes dos concejales transexuales, un hombre elegido en el grancanario ayuntamiento de Valsequillo y una mujer en la localidad castellonense de Geldo.
"Carla siempre fue Carla, pero tenía un nombre con el que la bautizaron que no la representaba y que le quitaba su dignidad como persona", explica.
Por ese desfase de nombres se metió "en situaciones muy comprometidas, sobre todo si tenías que ir a países donde esta situación estaba absolutamente perseguida".
En el aeropuerto de Cuba, por ejemplo, estuvo retenida tres horas incluso "siendo comunista", comenta. En Venezuela, donde asistía al Foro Social Mundial, se vio enfrentada a los comentarios y risas de la encargada de sellar su pasaporte y uno de los guardias.
Pero todo eso ahora es pasado y su presente se centra en la apuesta de Tomás Gómez.
"Si eres coherente con lo que piensas y con lo que dices, el tiempo te pone en tu lugar", subraya, por eso sigue adelante con su compromiso político con la plataforma que ha creado para promover la participación electoral, Diversidad 2011, más allá de la "T" que representa.
