Netanyahu, Obama y Abbas
"La esperanza está entremezclada con la duda", resume el diario gratuito Israel Hayom, próximo al primer ministro derechista israelí, un día después del reinicio de las conversaciones entre los dos enemigos de siempre.
"Es posible que todo esto no sea más que teatro, que Netanyahu trate antes que nada de complacer a la administración estadounidense, y que sus declaraciones sólo busquen hacer recaer sobre el campo contrario (palestino) la responsabilidad de un fracaso. Pero si se trata de teatro, hay que reconocer que actuó bien", escribe en primera página Nahum Barnea, editorialista de Yediot Aharonoto.
"Quizá no fuese un show. No sólo un show. No esta vez", agrega el periodista, aludiendo a los 17 años de conversaciones israelo-palestinas sin resultados.
Incluso el influyente periódico Haaretz, en general crítico con el jefe del gobierno, reconoce que "Netayahu ha sorprendido cuando calificó a Abas de 'interlocutor para llegar a la paz'".
Durante tiempo, la derecha israelí criticó a los palestinos de no ser interlocutores fiables para alcanzar un arreglo final.
Por el contrario, los palestinos ven todo negro, y resaltan que antes de ir a negociar, casi a contrapelo, a Estados Unidos, el presidente Abas ni siquiera consiguió que Israel suspendiese la colonización.
"Las cumbres en Washington, los bonitos discursos y las negociaciones que acaban en nada, ya los conocemos", declaró con amargura un miembro de la delegación palestina.
Para el analista Mahdi Abdel Hadi, "es la frustración la que predomina entre los palestinos. La gente no confía en Netanyahu, ni en la capacidad de Abas para conseguir un acuerdo".
"Israel impondrá una solución y utilizará todo tipo de presiones para forzar a los palestinos a firmar un acuerdo y hacer desaparecer la cuestión palestina del calendario regional e internacional", predijo el cotidiano palestino Al-Ayyam.
El desencanto es tanto más importante en el campo palestino -profundamente dividido - cuanto que las negociaciones directas se reiniciaron con un trasfondo de ataques anti-israelíes del movimiento islamista Hamas en Cisjordania.
En Gaza, trece organizaciones armadas palestinas, entre ellas la rama militar de Hamas, anunciaron el jueves la creación de un "centro de coordinación" para sus operaciones contra "el enemigo sionista".
Amo y señor en la franja de Gaza, Hamas prometió continuar sus atentados en Cisjordania a pesar de la ola de arrestos de sus militantes en ese territorio, lanzada por sus rivales de la Autoridad Palestina con la cooperación de Israel.
Aliado de Hamas y hoy enemigo jurado de Israel, Irán condenó las negociaciones de Washington "que nacieron muertas" y están abocadas "al fracaso" y aseguró que "los pueblos de la región" son "capaces de hacer desaparecer el régimen sionista de la escena" internacional.
En un discurso con motivo de la "Jornada de Qods (Jerusalén) de apoyo a los palestinos, el presidente Mahmud Ahmadinejad criticó, sin nombrarlo, al presidente Abas, calificado de "rehén" de Israel.
Si el tono es menos virulento en otros sectores de la región, no por ello es menos pesimista, desde el Golfo a El Cairo, pasando por Beirut.
La excepción son los medios jordanos, optimistas pero prudentes - incluso si el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, llamó a "darle una oportunidad" al diálogo.
Recordando los precedentes fracasos, la mayoría de los comentaristas árabes dudan de la sinceridad de Netanyahu y de su gobierno "extremista" para comprometerse en el camino de una "paz verdadera".
"Es posible que todo esto no sea más que teatro, que Netanyahu trate antes que nada de complacer a la administración estadounidense, y que sus declaraciones sólo busquen hacer recaer sobre el campo contrario (palestino) la responsabilidad de un fracaso. Pero si se trata de teatro, hay que reconocer que actuó bien", escribe en primera página Nahum Barnea, editorialista de Yediot Aharonoto.
"Quizá no fuese un show. No sólo un show. No esta vez", agrega el periodista, aludiendo a los 17 años de conversaciones israelo-palestinas sin resultados.
Incluso el influyente periódico Haaretz, en general crítico con el jefe del gobierno, reconoce que "Netayahu ha sorprendido cuando calificó a Abas de 'interlocutor para llegar a la paz'".
Durante tiempo, la derecha israelí criticó a los palestinos de no ser interlocutores fiables para alcanzar un arreglo final.
Por el contrario, los palestinos ven todo negro, y resaltan que antes de ir a negociar, casi a contrapelo, a Estados Unidos, el presidente Abas ni siquiera consiguió que Israel suspendiese la colonización.
"Las cumbres en Washington, los bonitos discursos y las negociaciones que acaban en nada, ya los conocemos", declaró con amargura un miembro de la delegación palestina.
Para el analista Mahdi Abdel Hadi, "es la frustración la que predomina entre los palestinos. La gente no confía en Netanyahu, ni en la capacidad de Abas para conseguir un acuerdo".
"Israel impondrá una solución y utilizará todo tipo de presiones para forzar a los palestinos a firmar un acuerdo y hacer desaparecer la cuestión palestina del calendario regional e internacional", predijo el cotidiano palestino Al-Ayyam.
El desencanto es tanto más importante en el campo palestino -profundamente dividido - cuanto que las negociaciones directas se reiniciaron con un trasfondo de ataques anti-israelíes del movimiento islamista Hamas en Cisjordania.
En Gaza, trece organizaciones armadas palestinas, entre ellas la rama militar de Hamas, anunciaron el jueves la creación de un "centro de coordinación" para sus operaciones contra "el enemigo sionista".
Amo y señor en la franja de Gaza, Hamas prometió continuar sus atentados en Cisjordania a pesar de la ola de arrestos de sus militantes en ese territorio, lanzada por sus rivales de la Autoridad Palestina con la cooperación de Israel.
Aliado de Hamas y hoy enemigo jurado de Israel, Irán condenó las negociaciones de Washington "que nacieron muertas" y están abocadas "al fracaso" y aseguró que "los pueblos de la región" son "capaces de hacer desaparecer el régimen sionista de la escena" internacional.
En un discurso con motivo de la "Jornada de Qods (Jerusalén) de apoyo a los palestinos, el presidente Mahmud Ahmadinejad criticó, sin nombrarlo, al presidente Abas, calificado de "rehén" de Israel.
Si el tono es menos virulento en otros sectores de la región, no por ello es menos pesimista, desde el Golfo a El Cairo, pasando por Beirut.
La excepción son los medios jordanos, optimistas pero prudentes - incluso si el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, llamó a "darle una oportunidad" al diálogo.
Recordando los precedentes fracasos, la mayoría de los comentaristas árabes dudan de la sinceridad de Netanyahu y de su gobierno "extremista" para comprometerse en el camino de una "paz verdadera".