
Nayib Mikati.
Estados Unidos, que cataloga al Hezbolá como grupo terrorista, reaccionó con prudencia, anunciando que juzgará al nuevo equipo gubernamental "por sus actos".
Es la primera vez que una coalición que no apoya a Estados Unidos, aliado de Israel, con quien Líbano nunca ha tenido relaciones, domina un gobierno libanés.
"El hecho de que el Hezbolá y sus aliados dispongan de 18 de las 30 carteras no significa que Líbano se una al bando radical en lo que respecta a sus relaciones con la comunidad internacional", aseguró Mikati en una entrevista exclusiva a la AFP.
Hezbolá y sus aliados, entre ellos el cristiano Michel Aoun, ocupan 18 de las 30 carteras del gobierno.
Las 12 carteras restantes fueron repartidas entre partidarios del presidente, Michel Suleimán, del nuevo primer ministro Nayib Mikati y del líder druso Walid Yumblat.
De los 18 puestos de la coalición de Hezbolá (entre ellos Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores), dos son para el partido chiita y los otros 16 para sus aliados.
El presidente sirio, Bashar al Asad, que enfrenta un movimiento sin precedentes contra su régimen, felicitó inmediatamente a Líbano.
El nuevo gabinete fue boicoteado por los partidarios del ex primer ministro, el proestadounidense Saad Hariri, quien ahora se quedó en minoría en el Parlamento.
"Ya estén en el poder o en la oposición, es el gobierno de todos (...) Este gobierno será el de todo Líbano, y trabajará para todos los libaneses", afirmó Mikati.
Las negociaciones continuaron hasta el último minuto, ya que Hezbolá no aprobaba los nombres propuestos por Mikati.
Poco después de anunciarse la composición del ejecutivo, un aliado del partido chiita, el diputado druso Talal Arslan, dio la sorpresa al presentar su dimisión.
El diputado mostró su desacuerdo por no haber recibido una cartera soberana, y acusó al primer ministro, un sunita, de tratar a las minorías religiosas de forma "inapropiada".
El sistema libanés está basado en cuotas comunitarias para garantizar un delicado equilibrio entre las 18 confesiones cristianas y musulmanas del país.
El 12 de enero, Hezbolá y sus aliados habían retirado sus ministros del gobierno de unión de Saad Hariri, en medio de tensiones relacionadas con el tribunal de la ONU encargado de investigar el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, padre de Saad.
El partido chiita, que prevé ser acusado de ese asesinato por el Tribunal Especial para Líbano (TEL), pidió a Hariri en vano que desautorizara a dicha instancia. El Tribunal Especial para Líbano acusó en 2005 a cuatro oficiales de las fuerzas de seguridad libanesas del asesinato de Rafic Hariri, en colaboración con el gobierno sirio. Cinco años después, en 2010, el Tribunal liberó a los cuatro acusados, al no haber pruebas contra ellos.
Aunque fue nombrado gracias a los diputados aliados de Hezbolá, Mikati rechazó desde el comienzo presentarse como "el hombre del Hezbolá", mostrando su autonomía política frente a las presiones.
Mikati se negó a comprometerse con Hezbolá a propósito del TEL.
El tribunal será uno de los principales desafíos del nuevo gobierno, ya que el acta de acusación se espera este año.
No obstante, los partidarios de Hezbolá disponen de la cartera clave de Justicia.
El nuevo ejecutivo no incluye ninguna mujer. En el gabinete anterior, una ministra era titular de la cartera de Finanzas.
Es la primera vez que una coalición que no apoya a Estados Unidos, aliado de Israel, con quien Líbano nunca ha tenido relaciones, domina un gobierno libanés.
"El hecho de que el Hezbolá y sus aliados dispongan de 18 de las 30 carteras no significa que Líbano se una al bando radical en lo que respecta a sus relaciones con la comunidad internacional", aseguró Mikati en una entrevista exclusiva a la AFP.
Hezbolá y sus aliados, entre ellos el cristiano Michel Aoun, ocupan 18 de las 30 carteras del gobierno.
Las 12 carteras restantes fueron repartidas entre partidarios del presidente, Michel Suleimán, del nuevo primer ministro Nayib Mikati y del líder druso Walid Yumblat.
De los 18 puestos de la coalición de Hezbolá (entre ellos Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores), dos son para el partido chiita y los otros 16 para sus aliados.
El presidente sirio, Bashar al Asad, que enfrenta un movimiento sin precedentes contra su régimen, felicitó inmediatamente a Líbano.
El nuevo gabinete fue boicoteado por los partidarios del ex primer ministro, el proestadounidense Saad Hariri, quien ahora se quedó en minoría en el Parlamento.
"Ya estén en el poder o en la oposición, es el gobierno de todos (...) Este gobierno será el de todo Líbano, y trabajará para todos los libaneses", afirmó Mikati.
Las negociaciones continuaron hasta el último minuto, ya que Hezbolá no aprobaba los nombres propuestos por Mikati.
Poco después de anunciarse la composición del ejecutivo, un aliado del partido chiita, el diputado druso Talal Arslan, dio la sorpresa al presentar su dimisión.
El diputado mostró su desacuerdo por no haber recibido una cartera soberana, y acusó al primer ministro, un sunita, de tratar a las minorías religiosas de forma "inapropiada".
El sistema libanés está basado en cuotas comunitarias para garantizar un delicado equilibrio entre las 18 confesiones cristianas y musulmanas del país.
El 12 de enero, Hezbolá y sus aliados habían retirado sus ministros del gobierno de unión de Saad Hariri, en medio de tensiones relacionadas con el tribunal de la ONU encargado de investigar el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, padre de Saad.
El partido chiita, que prevé ser acusado de ese asesinato por el Tribunal Especial para Líbano (TEL), pidió a Hariri en vano que desautorizara a dicha instancia. El Tribunal Especial para Líbano acusó en 2005 a cuatro oficiales de las fuerzas de seguridad libanesas del asesinato de Rafic Hariri, en colaboración con el gobierno sirio. Cinco años después, en 2010, el Tribunal liberó a los cuatro acusados, al no haber pruebas contra ellos.
Aunque fue nombrado gracias a los diputados aliados de Hezbolá, Mikati rechazó desde el comienzo presentarse como "el hombre del Hezbolá", mostrando su autonomía política frente a las presiones.
Mikati se negó a comprometerse con Hezbolá a propósito del TEL.
El tribunal será uno de los principales desafíos del nuevo gobierno, ya que el acta de acusación se espera este año.
No obstante, los partidarios de Hezbolá disponen de la cartera clave de Justicia.
El nuevo ejecutivo no incluye ninguna mujer. En el gabinete anterior, una ministra era titular de la cartera de Finanzas.