Un rebelde libio en Misrata.
Entre las 08H00 y las 17H00 del sábado, la clínica privada Hikma, principal centro médico de Misrata desde que las fuerzas pro-Gadafi ocupan el hospital público, recibió 25 muertos y 100 heridos, entre ellos rebeldes y leales al régimen, explicó a la AFP el doctor Jalid Abu Falra.
"Nos falta de todo aquí, equipamiento, personal y medicamentos. Operamos en cadena en todos nuestros bloques", añadió el médico. Las ambulancias llegan al centro médico cada cinco o diez minutos.
"No lo lograremos a este ritmo. Perdemos a gente que en tiempos normales conseguimos curar", precisó el cirujano Mahmud Mohamed.
Explosiones y disparos se oyeron todo el sábado en Misrata, ciudad costera situada a 200 km al este de Trípoli, escenario desde hace varias semanas de una guerra urbana entre los rebeldes y las fuerzas leales al régimen.
En respuesta a las peticiones de una intensificación de las operaciones aéreas de la OTAN, el Pentágono anunció este sábado el primer ataque de un avión no tripulado estadounidense en Libia.
"El primer ataque de un Predator fue realizado en Libia el sábado por la tarde", dijo un portavoz de prensa militar en un correo electrónico dirigido a la AFP.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó el jueves el uso de drones pese a que el ejército norteamericano -muy implicado en las primeras semanas de la intervención de la coalición- quiere mantenerse al margen de las acciones militares contra las fuerzas pro-Gadafi.
En Trípoli, el viceministro de Relaciones Exteriores, Jaled Kaaim, anunció el viernes el repliegue de las fuerzas del régimen en Misrata, confiando a las tribus de la región la misión de poner fin al conflicto en esta ciudad por intermedio de negociaciones o por la fuerza.
Según Kaaim, el ejército es incapaz de aplicar su táctica "quirúrgica" y terminar con los rebeldes debido a las incursiones de la OTAN.
El anuncio hecho por el régimen de la movilización de habitantes de las ciudades vecinas, como Bani Walid o Zliten -feudo de la tribu Werfella- parece destinado a complicar la tarea de la OTAN, en la medida que implica a "civiles".
Sin embargo, no debería significar un gran cambio en el frente, puesto que muchos de los miembros de estas tribus combaten ya como "ejército popular" compuesto por milicianos "voluntarios".
La comunidad internacional alertó sobre la situación humanitaria en Misrata. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) destacó que la situación humanitaria se degrada en esta ciudad, donde el acceso al agua y la atención médica es dificultosa.
El viernes por la noche y el sábado por la mañana, varias explosiones se escucharon en Trípoli después de un vuelo intenso sobre la capital de aviones de la OTAN, un día después de la visita del senador estadounidense John McCain a Bengasi, bastión de los rebeldes libios.
La OTAN también anunció haber llevado a cabo el viernes 197 salidas e incursiones aéreas, teniendo como objetivo dos centros de mando en Trípoli, así como tres carros de combate, un búnker y dos radares en Misrata.
Además, también efectuó incursiones en la región de Zenten, al suroeste de Trípoli, donde se multiplican los enfrentamientos con los rebeldes que controlan varias localidades, causando dos muertos y tres heridos, según la agencia libia JANA.
En esta zona montañosa, donde han tenido lugar intensos combates desde hace una semana, los rebeldes tomaron el control de uno de los principales puestos fronterizos con Túnez.
En las dos últimas semanas, al menos 15.000 libios han huido hacia Túnez en esta zona.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) teme un éxodo "más importante". Según este organismo y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de medio millón de personas han huido ya de Libia.
Un navío fletado por la OIM llegó el sábado a Misrata con 160 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos, material médico, carpas) y debía zarpar hacia Bengasi por la tarde, llevando unos mil refugiados extranjeros, sobre todo nigerianos.
La OIM ya ha evacuado más de 3.100 refugiados de 21 nacionalidades desde Misrata.
"Nos falta de todo aquí, equipamiento, personal y medicamentos. Operamos en cadena en todos nuestros bloques", añadió el médico. Las ambulancias llegan al centro médico cada cinco o diez minutos.
"No lo lograremos a este ritmo. Perdemos a gente que en tiempos normales conseguimos curar", precisó el cirujano Mahmud Mohamed.
Explosiones y disparos se oyeron todo el sábado en Misrata, ciudad costera situada a 200 km al este de Trípoli, escenario desde hace varias semanas de una guerra urbana entre los rebeldes y las fuerzas leales al régimen.
En respuesta a las peticiones de una intensificación de las operaciones aéreas de la OTAN, el Pentágono anunció este sábado el primer ataque de un avión no tripulado estadounidense en Libia.
"El primer ataque de un Predator fue realizado en Libia el sábado por la tarde", dijo un portavoz de prensa militar en un correo electrónico dirigido a la AFP.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó el jueves el uso de drones pese a que el ejército norteamericano -muy implicado en las primeras semanas de la intervención de la coalición- quiere mantenerse al margen de las acciones militares contra las fuerzas pro-Gadafi.
En Trípoli, el viceministro de Relaciones Exteriores, Jaled Kaaim, anunció el viernes el repliegue de las fuerzas del régimen en Misrata, confiando a las tribus de la región la misión de poner fin al conflicto en esta ciudad por intermedio de negociaciones o por la fuerza.
Según Kaaim, el ejército es incapaz de aplicar su táctica "quirúrgica" y terminar con los rebeldes debido a las incursiones de la OTAN.
El anuncio hecho por el régimen de la movilización de habitantes de las ciudades vecinas, como Bani Walid o Zliten -feudo de la tribu Werfella- parece destinado a complicar la tarea de la OTAN, en la medida que implica a "civiles".
Sin embargo, no debería significar un gran cambio en el frente, puesto que muchos de los miembros de estas tribus combaten ya como "ejército popular" compuesto por milicianos "voluntarios".
La comunidad internacional alertó sobre la situación humanitaria en Misrata. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) destacó que la situación humanitaria se degrada en esta ciudad, donde el acceso al agua y la atención médica es dificultosa.
El viernes por la noche y el sábado por la mañana, varias explosiones se escucharon en Trípoli después de un vuelo intenso sobre la capital de aviones de la OTAN, un día después de la visita del senador estadounidense John McCain a Bengasi, bastión de los rebeldes libios.
La OTAN también anunció haber llevado a cabo el viernes 197 salidas e incursiones aéreas, teniendo como objetivo dos centros de mando en Trípoli, así como tres carros de combate, un búnker y dos radares en Misrata.
Además, también efectuó incursiones en la región de Zenten, al suroeste de Trípoli, donde se multiplican los enfrentamientos con los rebeldes que controlan varias localidades, causando dos muertos y tres heridos, según la agencia libia JANA.
En esta zona montañosa, donde han tenido lugar intensos combates desde hace una semana, los rebeldes tomaron el control de uno de los principales puestos fronterizos con Túnez.
En las dos últimas semanas, al menos 15.000 libios han huido hacia Túnez en esta zona.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) teme un éxodo "más importante". Según este organismo y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de medio millón de personas han huido ya de Libia.
Un navío fletado por la OIM llegó el sábado a Misrata con 160 toneladas de ayuda humanitaria (alimentos, material médico, carpas) y debía zarpar hacia Bengasi por la tarde, llevando unos mil refugiados extranjeros, sobre todo nigerianos.
La OIM ya ha evacuado más de 3.100 refugiados de 21 nacionalidades desde Misrata.