Rebeldes libios en la entrada occidental de Ajdabiya.
En total, los combates en ambos frentes causaron la muerte de por lo menos 14 personas y unos 50 heridos.
Las fuerzas gubernamentales dispararon el domingo con artillería pesada contra la entrada oeste de Ajdabiya (este de Libia), cuando los rebeldes las habían hecho retroceder la víspera unos 40 kilómetros, constató la AFP.
Esos disparos de artillería parecían indicar que las fuerzas de Gadafi habían vuelto a por lo menos 20 km de la ciudad, lo que llevó a cientos de rebeldes y habitantes que habían permanecido en la ciudad a huir.
Bloqueadas durante largo tiempo alrededor de Ajdabiya, las tropas insurgentes habían progresado el sábado hacia el puerto petrolero de Brega, situado 80 km al oeste, gracias a los bombardeos aéreos de la OTAN.
"Las tropas de Gadafi bombardean la puerta oeste desde hoy de mañana. Se oye el ruido de los cañones. Se están acercando. Por eso la gente que queda se está yendo", declaró a la AFP Omar Salim Mufta, un habitante de la ciudad de 27 años de edad.
No obstante, la ubicación exacta de las tropas de Gadafi era difícil de determinar. Para un rebelde de 24 años, Kemal Abdel Mohamed Abdel, "están a alrededor de 20 kilómetros" de Ajdabiya, pero para Milud Ghait, de 48 años de edad, quien lamentó que la OTAN no interviniera contra ellas, las fuerzas gubernamentales están "en la salida oeste" de la ciudad.
El sábado, los disparos de cohetes de las fuerzas gubernamentales a medio camino entre Ajdabiya y Brega causaron ocho muertos y 27 heridos, según el último balance dado el domingo a la AFP por fuentes del hospital de Ajdabiya.
En cambio, más hacia el oeste, en Misrata, 200 kilómetros al este de Trípoli, los bombardeos de las fuerzas de Gadafi no fueron tan intensos como las noches anteriores.
Los rebeldes afirmaron haber atacado con éxito posiciones enemigas y haber obligado a retroceder a francotiradores en la principal calle de la ciudad.
Los rebeldes de Misrata, mejor organizados que en otras partes del país, habían destruido el sábado cuatro tanques disimulados en casas para evitar bombardeos de la OTAN, tras tomar posesión de un campo del ejército de Gadafi.
En varios barrios de la ciudad se veían restos de bombas racimo, constató la AFP. Acusado por defensores de los derechos humanos de usar este tipo de arma, el régimen libio lo había desmentido.
En una entrevista publicada el domingo por el diario Le Parisien, el ministro de Defensa francés, Gerard Longuet, estimó que "hay un cierto riesgo de que la guerra pueda durar, ya que Gadafi y Libia no son completamente previsibles"
Las fuerzas gubernamentales dispararon el domingo con artillería pesada contra la entrada oeste de Ajdabiya (este de Libia), cuando los rebeldes las habían hecho retroceder la víspera unos 40 kilómetros, constató la AFP.
Esos disparos de artillería parecían indicar que las fuerzas de Gadafi habían vuelto a por lo menos 20 km de la ciudad, lo que llevó a cientos de rebeldes y habitantes que habían permanecido en la ciudad a huir.
Bloqueadas durante largo tiempo alrededor de Ajdabiya, las tropas insurgentes habían progresado el sábado hacia el puerto petrolero de Brega, situado 80 km al oeste, gracias a los bombardeos aéreos de la OTAN.
"Las tropas de Gadafi bombardean la puerta oeste desde hoy de mañana. Se oye el ruido de los cañones. Se están acercando. Por eso la gente que queda se está yendo", declaró a la AFP Omar Salim Mufta, un habitante de la ciudad de 27 años de edad.
No obstante, la ubicación exacta de las tropas de Gadafi era difícil de determinar. Para un rebelde de 24 años, Kemal Abdel Mohamed Abdel, "están a alrededor de 20 kilómetros" de Ajdabiya, pero para Milud Ghait, de 48 años de edad, quien lamentó que la OTAN no interviniera contra ellas, las fuerzas gubernamentales están "en la salida oeste" de la ciudad.
El sábado, los disparos de cohetes de las fuerzas gubernamentales a medio camino entre Ajdabiya y Brega causaron ocho muertos y 27 heridos, según el último balance dado el domingo a la AFP por fuentes del hospital de Ajdabiya.
En cambio, más hacia el oeste, en Misrata, 200 kilómetros al este de Trípoli, los bombardeos de las fuerzas de Gadafi no fueron tan intensos como las noches anteriores.
Los rebeldes afirmaron haber atacado con éxito posiciones enemigas y haber obligado a retroceder a francotiradores en la principal calle de la ciudad.
Los rebeldes de Misrata, mejor organizados que en otras partes del país, habían destruido el sábado cuatro tanques disimulados en casas para evitar bombardeos de la OTAN, tras tomar posesión de un campo del ejército de Gadafi.
En varios barrios de la ciudad se veían restos de bombas racimo, constató la AFP. Acusado por defensores de los derechos humanos de usar este tipo de arma, el régimen libio lo había desmentido.
En una entrevista publicada el domingo por el diario Le Parisien, el ministro de Defensa francés, Gerard Longuet, estimó que "hay un cierto riesgo de que la guerra pueda durar, ya que Gadafi y Libia no son completamente previsibles"