Hombres rezando ante ataúdes de muertos por los bombardeos estadounidenses en Trípoli, Libia.
Durante la noche la coalición internacional emprendió intensos bombardeos contra las fuerzas de Gadafi a lo largo de los 400 km de carretera entre Ajdabiya y Sirte (este), declaró un portavoz del régimen.
Los ataques aéreos siguieron con un intenso ritmo el sábado con 160 misiones contra 153 la víspera, anunció el Pentágono.
"Hoy, los ataques aéreos continuaron durante horas y horas, sin parar, en la carretera costera de Ajdabiya a Sirte, de unos 400 km", declaró el portavoz del régimen libio Musa Ibrahim.
"Estimamos que numerosos civiles murieron, incluso familias que huían en coche de los bombardeos", agregó pidiendo un "cese urgente e inmediato de los bombardeos aéreos, así como a una reunión urgente del Consejo de Seguridad" de la ONU sobre Libia.
En el este, gracias al apoyo militar aéreo internacional contra las tropas de Gadafi, los insurgentes tomaron el control de la estratégica Ajdabiya, a 160 km al sur de Bengasi, bastión de la oposición, y luego de la ciudad petrolera de Brega, 80 km más al oeste, según periodistas en el lugar.
Las fuerzas de Gadafi, enfrentado desde el 15 de febrero a una rebelión sin precedentes que intentó reprimir, se retiraron abandonando sus posiciones.
En Ajdabiya, los combates, según la rebelión, dejaron nueve muertos y nueve heridos, mientras que en las afueras de la ciudad fueron recogidos los cuerpos de 21 combatientes de las fuerzas leales al coronel Gadafi, según una fuente médica.
Al caer la tarde los rebeldes afirmaron haber recobrado el control de Brega.
Un rebelde que se encontraba en el sector, Abdelsalam al Maadani, contactado por teléfono por la AFP, aseguró que la ciudad había sido retomada. "Estamos en el centro de Brega", afirmó.
"Las fuerzas de Gadafi se batieron en retirada, ahora deben de estar en Al Bisher (a 30 km al oeste de Brega) y los rebeldes también avanzan hacia esa zona", agregó.
Shamsiddin Abdulmulá, portavoz de los rebeldes en Bengasi, subrayó que los bombardeos de la coalición "habían preparado el campo de batalla" para los rebeldes y afirmó que los oficiales y los soldados experimentados, que habían desertado de sus cargos de las fuerzas armadas del dictador, coordinaron los ataques con la coalición.
La ciudad de Misrata, la tercera del país a 200 km al este de Trípoli y controlada por los rebeldes, fue bombardeada por las fuerzas de Gadafi. Al menos tres personas murieron, según un portavoz de los rebeldes y un médico. Con estas ya son 117 las personas muertas desde el 18 de marzo en la ofensiva de los partidarios del régimen contra esta ciudad.
Aviones caza franceses destruyeron "al menos" siete aparatos militares libios para ayudar a los rebeldes sitiados.
El presidente estadounidense Barack Obama se esforzó el sábado en tranquilizar a sus compatriotas, inquietos por el riesgo de involucramiento en Libia, afirmando que los ataques aéreos están teniendo éxito.
Pese a sus declaraciones en tono combativo, el régimen de Gadafi declaró el viernes estar dispuesto a aceptar una hoja de ruta, impulsada por la Unión Africana (UA), que propone un alto el fuego y el inicio de un diálogo entre libios con miras a una "transición" democrática.
Los rebeldes rechazaron esta iniciativa.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, acusó por su parte a las fuerzas de Gadafi de disponer los cuerpos de sus víctimas en los lugares bombardeados por la coalición para hacer creer que se trata de civiles muertos por los ataques de los aliados.
Unos días antes de la cumbre prevista el martes en Londres, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció "una iniciativa franco-británica", que busca una salida política al conflicto "para mostrar que la solución no puede ser militar".
Italia, por su parte, presentará su propio plan durante ese encuentro.
Los países de la OTAN convinieron tomar el mando de las operaciones para hacer respetar la zona de exclusión aérea pero no para los bombardeos en tierra. Este domingo continuarán las negociaciones para que la Alianza Atrántica se haga cargo de todas las operaciones.
Los ataques aéreos siguieron con un intenso ritmo el sábado con 160 misiones contra 153 la víspera, anunció el Pentágono.
"Hoy, los ataques aéreos continuaron durante horas y horas, sin parar, en la carretera costera de Ajdabiya a Sirte, de unos 400 km", declaró el portavoz del régimen libio Musa Ibrahim.
"Estimamos que numerosos civiles murieron, incluso familias que huían en coche de los bombardeos", agregó pidiendo un "cese urgente e inmediato de los bombardeos aéreos, así como a una reunión urgente del Consejo de Seguridad" de la ONU sobre Libia.
En el este, gracias al apoyo militar aéreo internacional contra las tropas de Gadafi, los insurgentes tomaron el control de la estratégica Ajdabiya, a 160 km al sur de Bengasi, bastión de la oposición, y luego de la ciudad petrolera de Brega, 80 km más al oeste, según periodistas en el lugar.
Las fuerzas de Gadafi, enfrentado desde el 15 de febrero a una rebelión sin precedentes que intentó reprimir, se retiraron abandonando sus posiciones.
En Ajdabiya, los combates, según la rebelión, dejaron nueve muertos y nueve heridos, mientras que en las afueras de la ciudad fueron recogidos los cuerpos de 21 combatientes de las fuerzas leales al coronel Gadafi, según una fuente médica.
Al caer la tarde los rebeldes afirmaron haber recobrado el control de Brega.
Un rebelde que se encontraba en el sector, Abdelsalam al Maadani, contactado por teléfono por la AFP, aseguró que la ciudad había sido retomada. "Estamos en el centro de Brega", afirmó.
"Las fuerzas de Gadafi se batieron en retirada, ahora deben de estar en Al Bisher (a 30 km al oeste de Brega) y los rebeldes también avanzan hacia esa zona", agregó.
Shamsiddin Abdulmulá, portavoz de los rebeldes en Bengasi, subrayó que los bombardeos de la coalición "habían preparado el campo de batalla" para los rebeldes y afirmó que los oficiales y los soldados experimentados, que habían desertado de sus cargos de las fuerzas armadas del dictador, coordinaron los ataques con la coalición.
La ciudad de Misrata, la tercera del país a 200 km al este de Trípoli y controlada por los rebeldes, fue bombardeada por las fuerzas de Gadafi. Al menos tres personas murieron, según un portavoz de los rebeldes y un médico. Con estas ya son 117 las personas muertas desde el 18 de marzo en la ofensiva de los partidarios del régimen contra esta ciudad.
Aviones caza franceses destruyeron "al menos" siete aparatos militares libios para ayudar a los rebeldes sitiados.
El presidente estadounidense Barack Obama se esforzó el sábado en tranquilizar a sus compatriotas, inquietos por el riesgo de involucramiento en Libia, afirmando que los ataques aéreos están teniendo éxito.
Pese a sus declaraciones en tono combativo, el régimen de Gadafi declaró el viernes estar dispuesto a aceptar una hoja de ruta, impulsada por la Unión Africana (UA), que propone un alto el fuego y el inicio de un diálogo entre libios con miras a una "transición" democrática.
Los rebeldes rechazaron esta iniciativa.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, acusó por su parte a las fuerzas de Gadafi de disponer los cuerpos de sus víctimas en los lugares bombardeados por la coalición para hacer creer que se trata de civiles muertos por los ataques de los aliados.
Unos días antes de la cumbre prevista el martes en Londres, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció "una iniciativa franco-británica", que busca una salida política al conflicto "para mostrar que la solución no puede ser militar".
Italia, por su parte, presentará su propio plan durante ese encuentro.
Los países de la OTAN convinieron tomar el mando de las operaciones para hacer respetar la zona de exclusión aérea pero no para los bombardeos en tierra. Este domingo continuarán las negociaciones para que la Alianza Atrántica se haga cargo de todas las operaciones.