
Las voces que he estado escuchando dicen que Honduras no se rendirá a la embestida del chavismo, que a caballo de sus petrodólares y sus comparsas comprados, pretenden restituir en el gobierno a una persona a la que el pueblo de Honduras, en su enorme mayoría rechaza.
Es triste ver cómo personas que son indiscutiblemente demócratas se obnubilan cuando se ejerce la fuerza para defender la ley, pero viéndolas y oyéndolas uno comprende por qué en 1917 Kerensky entregó el gobierno de Rusia al bolchevismo y por qué esa indigna tiranía duró tanto tiempo.
Nadie se explica por qué Roosevelt y Eisenhower, dos estadounidenses demócratas, entregaron medio mundo al bolchevismo, condenándolo a un destino infernal, que costó muchas vidas cambiar. Viendo cómo reaccionan demócratas insospechables se comprende cuál es el mecanismo de la rendición.
No son capaces de distinguir entre lo fundamental y lo superficial y para defender una situación supuestamente legítima, son capaces de entregar, sin arrepentimiento, a todo un pueblo a la voracidad de los tiranos rojos. Todo el mundo sabe que Chávez es un aprendiz de tirano que busca someter a todos los pueblos de América Latina a sus delirantes dictados, pero no todos creen que hay que defenderse de la serpiente. No importa lo que haga y diga Hugo Chávez, se lo considera intocable porque ganó unas elecciones. Es la misma gente que prefiere que Saddan Hussein martirice a su pueblo, antes de empuñar las armas para colgarlo de un farol.
Es la gente que declara inatacable al siniestro ayatolá, que esclaviza a su desdichado pueblo y protesta si una potencia decide acabar con su amenaza. Esta es la gente que declara que el grito de Honduras es un golpe militar y pretende que se lo condene.
Yo grito con todas mis ya menguadas fuerzas VIVA HONDURAS LIBRE y no olvido que escribo esto sin temor, gracias a un golpe militar acaecido en Asunción el 3 de febrero de 1989. Creo que lo de Honduras se parece mucho a lo del golpe de la Candelaria, y merece ser aplaudido por todos los hombres libres de la Tierra.
Creo además que lo de Honduras debe ser considerado un ejemplo de cómo hay que proceder cuando las fuerzas de la tiranía amenazan conculcar la libertad.
Nadie tiene derecho de ampararse en una elección para destruir el modo de vida y la institucionalidad de un país. Los pueblos tienen perfecto derecho a rebelarse, para defender su libertad.
Espero que lo de Honduras termine bien, es decir, con el triunfo de aquellos que se levantaron en armas para salvar a su país de un destino desdichado.
Alberto Vargas Peña
Es triste ver cómo personas que son indiscutiblemente demócratas se obnubilan cuando se ejerce la fuerza para defender la ley, pero viéndolas y oyéndolas uno comprende por qué en 1917 Kerensky entregó el gobierno de Rusia al bolchevismo y por qué esa indigna tiranía duró tanto tiempo.
Nadie se explica por qué Roosevelt y Eisenhower, dos estadounidenses demócratas, entregaron medio mundo al bolchevismo, condenándolo a un destino infernal, que costó muchas vidas cambiar. Viendo cómo reaccionan demócratas insospechables se comprende cuál es el mecanismo de la rendición.
No son capaces de distinguir entre lo fundamental y lo superficial y para defender una situación supuestamente legítima, son capaces de entregar, sin arrepentimiento, a todo un pueblo a la voracidad de los tiranos rojos. Todo el mundo sabe que Chávez es un aprendiz de tirano que busca someter a todos los pueblos de América Latina a sus delirantes dictados, pero no todos creen que hay que defenderse de la serpiente. No importa lo que haga y diga Hugo Chávez, se lo considera intocable porque ganó unas elecciones. Es la misma gente que prefiere que Saddan Hussein martirice a su pueblo, antes de empuñar las armas para colgarlo de un farol.
Es la gente que declara inatacable al siniestro ayatolá, que esclaviza a su desdichado pueblo y protesta si una potencia decide acabar con su amenaza. Esta es la gente que declara que el grito de Honduras es un golpe militar y pretende que se lo condene.
Yo grito con todas mis ya menguadas fuerzas VIVA HONDURAS LIBRE y no olvido que escribo esto sin temor, gracias a un golpe militar acaecido en Asunción el 3 de febrero de 1989. Creo que lo de Honduras se parece mucho a lo del golpe de la Candelaria, y merece ser aplaudido por todos los hombres libres de la Tierra.
Creo además que lo de Honduras debe ser considerado un ejemplo de cómo hay que proceder cuando las fuerzas de la tiranía amenazan conculcar la libertad.
Nadie tiene derecho de ampararse en una elección para destruir el modo de vida y la institucionalidad de un país. Los pueblos tienen perfecto derecho a rebelarse, para defender su libertad.
Espero que lo de Honduras termine bien, es decir, con el triunfo de aquellos que se levantaron en armas para salvar a su país de un destino desdichado.
Alberto Vargas Peña