"El tren palestino viaja hacia Nueva York", repiten sus dirigentes, a pesar de las amenazas estadounidenses y de las últimas presiones para impedir que el "convoy" llegue a la sesión anual de la Asamblea general.
Jurando privilegiar las negociaciones, los palestinos se declaran "obligados" a ir a Naciones Unidas debido al fracaso del proceso de paz con Israel desde hace un año.
En toda Cisjordania, las calles están embanderadas y se preparan manifestaciones "no violentas" para acompañar la "gestión histórica" ante la ONU.
La dirección palestina llamó a "una amplia movilización en Palestina, en los campamentos de refugiados, en el mundo árabe y todos los países del mundo".
"Tenemos derecho a nuestro Estado como cualquiera en el mundo y tenemos derecho a que termine la ocupación" (israelí), declaró una refugiada del campo de Al-Amari, cerca de Ramalá, con motivo del lanzamiento de la campaña "Palestina 194" (La ONU cuenta actualmente 193 Estados).
El presidente Mahmud Abas, que a los 76 años quiere pasar a la historia del movimiento nacional palestino, tiene la intención - salvo incidente de último minuto - de pedir la admisión de Palestina como Estado miembro de la ONU con plenos derechos.
"La hora de la verdad se acerca... Los palestinos llevarán su lucha allí donde todo comenzó: en el recinto de la Asamblea general", prometió el negociador Mohammed Chtayyeh, en referencia al voto de la ONU sobre la separación de Palestina en 1947.
En tanto que jefe de la Organización de liberación de Palestina (OLP), único representante legítimo del pueblo palestino, Abas debería entregar personalmente la demanda de adhesión del nuevo Estado al secretario general Ban Ki-moon el 20 de septiembre.
Se trataría de un Estado en las fronteras del 4 de junio de 1967, es decir con Cisjordania, Jerusalén Este y la franja de Gaza, territorio ocupados por Israel tras la guerra israelo-árabe de aquel año.
"Ahora estamos listos", afirmó el primer ministro Salam Fayyad asegurando que ha cumplido su objetivo de "hacer inevitable el estatuto de Estado".
"Piedra a piedra, día tras día, hemos avanzado para preparar el terreno y prepararnos nosotros mismos para las responsabilidades inherentes a la independencia y a la libertad como miembro igual y responsable de la comunidad de las naciones", escribió en un informe destinado a los donantes.
Pero la ambición palestina se enfrente a la hostilidad de Estados Unidos y de Israel.
La administración Obama, después de haber dejado esperar a los palestinos un ingreso a la ONU en 2011, hizo saber que vetaría su gestión ante el Consejo de seguridad, decepcionando a una opinión palestina que esperaba mucho del presidente estadounidense.
En tal situación, los palestinos podrían ir a la Asamblea general para solicitar el estatuto de "Estado no miembro", tal como es el Vaticano.
Esta fórmula, con la condición de obtener una mayoría simple de la Asamblea, -- que ya tienen con 127 Estados de los 194 es decir casi dos tercios -- les permitiría convertirse en miembros con plenos derechos de todas las agencias de la ONU y de tratados internacionales.
Israel, aislado, se mantiene como espectador de una iniciativa que se le va de las manos, limitándose a llamar al reinicio de las negociaciones y a tratar de limitar los daños.
También se esfuerza por integrar "una mayoría moral que implicaría a buen número de países occidentales democráticos sin los cuales (la demanda palestina) perdería su legitimidad", según un responsable del ministerio de Relaciones Exteriores.
De su lado, el jefe de la diplomacia israelí, Avigdor Lieberman multiplica las advertencias por las "consecuencias graves" de la gestión palestina.
En el terreno, la policía y el ejército israelíes se preparan ante una posible "tercera Intifada" mientras los colonos esperan hacer todo lo posible para impedir la creación de un Estado de Palestina.
Jurando privilegiar las negociaciones, los palestinos se declaran "obligados" a ir a Naciones Unidas debido al fracaso del proceso de paz con Israel desde hace un año.
En toda Cisjordania, las calles están embanderadas y se preparan manifestaciones "no violentas" para acompañar la "gestión histórica" ante la ONU.
La dirección palestina llamó a "una amplia movilización en Palestina, en los campamentos de refugiados, en el mundo árabe y todos los países del mundo".
"Tenemos derecho a nuestro Estado como cualquiera en el mundo y tenemos derecho a que termine la ocupación" (israelí), declaró una refugiada del campo de Al-Amari, cerca de Ramalá, con motivo del lanzamiento de la campaña "Palestina 194" (La ONU cuenta actualmente 193 Estados).
El presidente Mahmud Abas, que a los 76 años quiere pasar a la historia del movimiento nacional palestino, tiene la intención - salvo incidente de último minuto - de pedir la admisión de Palestina como Estado miembro de la ONU con plenos derechos.
"La hora de la verdad se acerca... Los palestinos llevarán su lucha allí donde todo comenzó: en el recinto de la Asamblea general", prometió el negociador Mohammed Chtayyeh, en referencia al voto de la ONU sobre la separación de Palestina en 1947.
En tanto que jefe de la Organización de liberación de Palestina (OLP), único representante legítimo del pueblo palestino, Abas debería entregar personalmente la demanda de adhesión del nuevo Estado al secretario general Ban Ki-moon el 20 de septiembre.
Se trataría de un Estado en las fronteras del 4 de junio de 1967, es decir con Cisjordania, Jerusalén Este y la franja de Gaza, territorio ocupados por Israel tras la guerra israelo-árabe de aquel año.
"Ahora estamos listos", afirmó el primer ministro Salam Fayyad asegurando que ha cumplido su objetivo de "hacer inevitable el estatuto de Estado".
"Piedra a piedra, día tras día, hemos avanzado para preparar el terreno y prepararnos nosotros mismos para las responsabilidades inherentes a la independencia y a la libertad como miembro igual y responsable de la comunidad de las naciones", escribió en un informe destinado a los donantes.
Pero la ambición palestina se enfrente a la hostilidad de Estados Unidos y de Israel.
La administración Obama, después de haber dejado esperar a los palestinos un ingreso a la ONU en 2011, hizo saber que vetaría su gestión ante el Consejo de seguridad, decepcionando a una opinión palestina que esperaba mucho del presidente estadounidense.
En tal situación, los palestinos podrían ir a la Asamblea general para solicitar el estatuto de "Estado no miembro", tal como es el Vaticano.
Esta fórmula, con la condición de obtener una mayoría simple de la Asamblea, -- que ya tienen con 127 Estados de los 194 es decir casi dos tercios -- les permitiría convertirse en miembros con plenos derechos de todas las agencias de la ONU y de tratados internacionales.
Israel, aislado, se mantiene como espectador de una iniciativa que se le va de las manos, limitándose a llamar al reinicio de las negociaciones y a tratar de limitar los daños.
También se esfuerza por integrar "una mayoría moral que implicaría a buen número de países occidentales democráticos sin los cuales (la demanda palestina) perdería su legitimidad", según un responsable del ministerio de Relaciones Exteriores.
De su lado, el jefe de la diplomacia israelí, Avigdor Lieberman multiplica las advertencias por las "consecuencias graves" de la gestión palestina.
En el terreno, la policía y el ejército israelíes se preparan ante una posible "tercera Intifada" mientras los colonos esperan hacer todo lo posible para impedir la creación de un Estado de Palestina.