
Miembros de la Junta militar de Malí.
Los islamistas de Ansar Dine, dirigidos por el jefe tuareg Iyad Ag Ghaly, y elementos del grupo Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) pasaron a controlar enormes áreas después de que el Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad (MNLA) anunciara unilateralmente el fin de sus "operaciones militares".
Según el MNLA, el grupo optó por el alto el fuego ante "la liberación completa de Azawad -una región considerada como cuna de los tuareg, por lo que reivindican su independencia- y el "pedido de la comunidad internacional".
"En realidad, por lo que sabemos, el MNLA ya no dirige actualmente nada (en el norte del país. Iyad (Ag Ghaly) es el más fuerte, y él está con AQMI", dijo a la AFP una fuente militar maliense que pidió el anonimato.
Esta supremacía de los islamistas, que se proponen imponer la sharia, preocupa a la comunidad internacional y llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a votar el miércoles una resolución sobre Malí.
Esta resolución pide un alto el fuego completo y condena la violencia registrada en el norte del país, que este jueves obligaba a huir a centenas de personas desde regiones que se han vuelto inaccesibles para la prensa o las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria.
Numerosos desplazados relataron saqueos generalizados en Gao y Tombuctú, y actos de vandalismo en Kidal.
De acuerdo con Caritas International, unos 90.000 desplazados "sin asistencia" se encuentran en Gao, Tombuctú y Kidal.
Testigos aseguran que centenas de personas abandonaron Tombuctú en la noche del miércoles, la mayoría en dirección a Mauritania y Burkina Faso, países limítrofes.
El consulado de Argelia en Gao fue ocupado el jueves por islamistas armados que izaron su propia bandera y arrestaron a los diplomáticos. En Tombuctú, tres occidentales fueron evacuados en el último minuto.
La junta militar en el poder en Malí desde hace menos de un mes acusa a los nuevos amos del norte del país de haber cometido "graves violaciones de los derechos humanos", citando el caso de mujeres violadas, especialmente en Gao.
"Esas personas están cometiendo todo tipo de atrocidades", dijo el jueves a la AFP una fuente militar próxima a la junta.
Simultáneamente, el líder de los golpistas, el capitán Amadou Sanogo, seguía debatiendo con emisarios de la Comunidad Económica de los Estados del Oeste de África (CEDEAO) que impuso un embargo total a Malí para forzar a la junta militar a retirarse del poder.
La CEDEAO ya puso en alerta a entre 2.000 y 3.000 hombres.
Paralelamente, representantes de la junta negociaban con políticos locales para encontrar una salida a la crisis.
Una coalición favorable a la junta militar, el Movimiento Popular 22 de Marzo (MP22) exhortó a los golpistas a "mantenerse firmes y rechazar completamente los dictados de los imperialistas franceses y occidentales".
Sanogo, en cambio, llamó a los países occidentales a intervenir militarmente en el norte de Malí, contra los islamistas armados.
Según el MNLA, el grupo optó por el alto el fuego ante "la liberación completa de Azawad -una región considerada como cuna de los tuareg, por lo que reivindican su independencia- y el "pedido de la comunidad internacional".
"En realidad, por lo que sabemos, el MNLA ya no dirige actualmente nada (en el norte del país. Iyad (Ag Ghaly) es el más fuerte, y él está con AQMI", dijo a la AFP una fuente militar maliense que pidió el anonimato.
Esta supremacía de los islamistas, que se proponen imponer la sharia, preocupa a la comunidad internacional y llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a votar el miércoles una resolución sobre Malí.
Esta resolución pide un alto el fuego completo y condena la violencia registrada en el norte del país, que este jueves obligaba a huir a centenas de personas desde regiones que se han vuelto inaccesibles para la prensa o las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria.
Numerosos desplazados relataron saqueos generalizados en Gao y Tombuctú, y actos de vandalismo en Kidal.
De acuerdo con Caritas International, unos 90.000 desplazados "sin asistencia" se encuentran en Gao, Tombuctú y Kidal.
Testigos aseguran que centenas de personas abandonaron Tombuctú en la noche del miércoles, la mayoría en dirección a Mauritania y Burkina Faso, países limítrofes.
El consulado de Argelia en Gao fue ocupado el jueves por islamistas armados que izaron su propia bandera y arrestaron a los diplomáticos. En Tombuctú, tres occidentales fueron evacuados en el último minuto.
La junta militar en el poder en Malí desde hace menos de un mes acusa a los nuevos amos del norte del país de haber cometido "graves violaciones de los derechos humanos", citando el caso de mujeres violadas, especialmente en Gao.
"Esas personas están cometiendo todo tipo de atrocidades", dijo el jueves a la AFP una fuente militar próxima a la junta.
Simultáneamente, el líder de los golpistas, el capitán Amadou Sanogo, seguía debatiendo con emisarios de la Comunidad Económica de los Estados del Oeste de África (CEDEAO) que impuso un embargo total a Malí para forzar a la junta militar a retirarse del poder.
La CEDEAO ya puso en alerta a entre 2.000 y 3.000 hombres.
Paralelamente, representantes de la junta negociaban con políticos locales para encontrar una salida a la crisis.
Una coalición favorable a la junta militar, el Movimiento Popular 22 de Marzo (MP22) exhortó a los golpistas a "mantenerse firmes y rechazar completamente los dictados de los imperialistas franceses y occidentales".
Sanogo, en cambio, llamó a los países occidentales a intervenir militarmente en el norte de Malí, contra los islamistas armados.