Mumia Abu-Jamal
Sentenciado en 1981 a la pena capital por el asesinato de un policía blanco que aún niega, Mumia Abu-Jamal, de 55 años, ha escrito varios artículos desde el corredor de la muerte de Pensilvania (este), donde permanece desde hace 28 años.
"En Estados Unidos, las prisiones son muchas y la cantidad de presos inmensa (...) y la mayor parte de la gente no se interesa" por el asunto, valoró.
"Mis artículos hablan de la realidad, esencialmente sobre el corredor de la muerte y la prisión", dijo Abu-Jamal.
Agregó que "desde hace un año y medio, hubo una serie de suicidios entre los condenados a muerte; he dado información en exclusividad sobre un suicidio que ocurrió en mi block, pero sigue siendo invisible".
Abu-Jamal considera que su condición de periodista militante del movimiento radical Panteras Negras jugó un papel en su condena y en los sucesivos fracasos de sus apelaciones.
"El hecho de que siga escribiendo seguramente es algo que los jueces tienen en mente (para) no acceder a un nuevo juicio", dijo.
"Creo que piensan: 'tienes una gran bocaza; no tendrás un nuevo juicio',", agregó.
En 2008, tras una amarga batalla jurídica, Mumia Abu-Jamal obtuvo una conmutación de su pena capital a cadena perpetua debido a irregularidades de procedimiento, pero el Estado de Pensilvania apeló y en enero pasado la Suprema Corte ordenó revisar esa conmutación.
Respecto a sus condiciones de detención, Mumia Abu-Jamal dijo: "millones de personas vieron lo que pasó en la prisión de Abu Graib" en Irak -célebre por las fotos humillantes de sus detenidos divulgadas en 2004-. Y "su director, que sonríe en esas fotos publicadas, trabajaba aquí antes de ser convocado", agregó.
"En el corredor de la muerte, personas sin ningún diploma pueden decidir sobre la vida o la muerte de cada detenido, no sé por qué motivo, pueden decidir a su antojo si alguno puede comer o no y nadie pone en duda ese poder", afirma Abu-Jamal.
Unas 3.260 personas se encuentran actualmente en los corredores de la muerte en Estados Unidos.
"En Estados Unidos, las prisiones son muchas y la cantidad de presos inmensa (...) y la mayor parte de la gente no se interesa" por el asunto, valoró.
"Mis artículos hablan de la realidad, esencialmente sobre el corredor de la muerte y la prisión", dijo Abu-Jamal.
Agregó que "desde hace un año y medio, hubo una serie de suicidios entre los condenados a muerte; he dado información en exclusividad sobre un suicidio que ocurrió en mi block, pero sigue siendo invisible".
Abu-Jamal considera que su condición de periodista militante del movimiento radical Panteras Negras jugó un papel en su condena y en los sucesivos fracasos de sus apelaciones.
"El hecho de que siga escribiendo seguramente es algo que los jueces tienen en mente (para) no acceder a un nuevo juicio", dijo.
"Creo que piensan: 'tienes una gran bocaza; no tendrás un nuevo juicio',", agregó.
En 2008, tras una amarga batalla jurídica, Mumia Abu-Jamal obtuvo una conmutación de su pena capital a cadena perpetua debido a irregularidades de procedimiento, pero el Estado de Pensilvania apeló y en enero pasado la Suprema Corte ordenó revisar esa conmutación.
Respecto a sus condiciones de detención, Mumia Abu-Jamal dijo: "millones de personas vieron lo que pasó en la prisión de Abu Graib" en Irak -célebre por las fotos humillantes de sus detenidos divulgadas en 2004-. Y "su director, que sonríe en esas fotos publicadas, trabajaba aquí antes de ser convocado", agregó.
"En el corredor de la muerte, personas sin ningún diploma pueden decidir sobre la vida o la muerte de cada detenido, no sé por qué motivo, pueden decidir a su antojo si alguno puede comer o no y nadie pone en duda ese poder", afirma Abu-Jamal.
Unas 3.260 personas se encuentran actualmente en los corredores de la muerte en Estados Unidos.