En educación infantil, tal y como adelantó EL PAÍS el pasado lunes, los padres elegirán en cada curso cuál es el idioma en el que sus hijos comienzan a leer y a escribir: gallego o castellano.
El decreto, cuya puesta en marcha está prevista para el año que viene en todos los cursos, está en fase de borrador y todavía tiene que ser consultado con los tres partidos parlamentarios (PP, PSdeG y BNG), la Real Academia Galega y el Consello da Cultura Galega (las dos instituciones culturales más importantes en la comunidad). Pero, en cualquier caso, supone una ruptura con el anterior modelo puesto en marcha en 2007 por el bipartito formado por socialistas y nacionalistas, que establecía un mínimo de un 50% de la enseñanza en gallego.
Según estas primeras líneas del borrador, en Primaria, que tiene 25 horas semanales, la opinión mayoritaria de las familias será vinculante para determinar la lengua vehicular de las materias instrumentales (conocimiento del medio y matemáticas), que serán una en gallego y otra en castellano. En ESO, que cuenta con 32 horas semanales, las familias decidirán en qué lengua oficial se imparten ciencias sociales y matemáticas, que suman hasta siete horas semanales. En el resto de las materias será el Consejo Escolar el que apruebe una propuesta horaria equilibrada, teniendo en cuenta las enseñanzas artísticas y deportivas.
Para elegir estas opciones, los padres optarán por el idioma en el que prefieren cada asignatura en la matrícula de sus hijos. En principio, al no haber suficiente profesorado para que un tercio de las asignaturas se impartan en inglés, esta lengua no estará en el 33% de las horas, tal y como la Xunta pretende a largo plazo. Será un porcentaje inferior que variará en función de cada centro. En cualquier caso, el castellano y el gallego deberán estar equilibrados.
Feijóo ha resaltado junto a su conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, que este decreto busca "la libertad a través del conocimiento". "Los niños podrán emplear las tres lenguas".
La decisión de anular el documento del anterior Gobierno ha despertado las críticas de la oposición y de varios grupos sociales. En paralelo a la presentación del nuevo decreto, la plataforma Queremos galego ha reunido en Santiago a cientos de personas que se han manifestado para responder a la "nocturnidad y alevosía" con la que, a su juicio, actúa la Xunta al presentar este documento "en pleno período vacacional".
El decreto, cuya puesta en marcha está prevista para el año que viene en todos los cursos, está en fase de borrador y todavía tiene que ser consultado con los tres partidos parlamentarios (PP, PSdeG y BNG), la Real Academia Galega y el Consello da Cultura Galega (las dos instituciones culturales más importantes en la comunidad). Pero, en cualquier caso, supone una ruptura con el anterior modelo puesto en marcha en 2007 por el bipartito formado por socialistas y nacionalistas, que establecía un mínimo de un 50% de la enseñanza en gallego.
Según estas primeras líneas del borrador, en Primaria, que tiene 25 horas semanales, la opinión mayoritaria de las familias será vinculante para determinar la lengua vehicular de las materias instrumentales (conocimiento del medio y matemáticas), que serán una en gallego y otra en castellano. En ESO, que cuenta con 32 horas semanales, las familias decidirán en qué lengua oficial se imparten ciencias sociales y matemáticas, que suman hasta siete horas semanales. En el resto de las materias será el Consejo Escolar el que apruebe una propuesta horaria equilibrada, teniendo en cuenta las enseñanzas artísticas y deportivas.
Para elegir estas opciones, los padres optarán por el idioma en el que prefieren cada asignatura en la matrícula de sus hijos. En principio, al no haber suficiente profesorado para que un tercio de las asignaturas se impartan en inglés, esta lengua no estará en el 33% de las horas, tal y como la Xunta pretende a largo plazo. Será un porcentaje inferior que variará en función de cada centro. En cualquier caso, el castellano y el gallego deberán estar equilibrados.
Feijóo ha resaltado junto a su conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, que este decreto busca "la libertad a través del conocimiento". "Los niños podrán emplear las tres lenguas".
La decisión de anular el documento del anterior Gobierno ha despertado las críticas de la oposición y de varios grupos sociales. En paralelo a la presentación del nuevo decreto, la plataforma Queremos galego ha reunido en Santiago a cientos de personas que se han manifestado para responder a la "nocturnidad y alevosía" con la que, a su juicio, actúa la Xunta al presentar este documento "en pleno período vacacional".