Benjamin Netanyahu, a la izquierda, y George Mitchell.
Las dilaciones y dudas de la administración Obama en exigir al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu una nueva congelación de la colonización, han minado su credibilidad ante los palestinos, que ahora sólo esperan que Washington no obstaculice su deseo de reconocimiento internacional.
En una tribuna publicada el martes por el New York Times, el dirigente palestino Mahmud Abas se muestra dispuesto a pedir el reconocimiento de Palestina en la ONU, en su asamblea general de septiembre.
"No se trata de una maniobra", advierte Abas a los responsables estadounidenses que pondrían en duda su determinación, o desearan convencerlo de proseguir unas negociaciones cuyo fracaso hizo patente la reciente dimisión del emisario de Washington para Medio Oriente, George Mitchell.
"Ni la presión política ni las promesas de recompensa por parte de Estados Unidos han impedido que prosiga el programa de colonización de Israel", se queja Abas, constatando el fracaso de las conversaciones de paz lanzadas en septiembre de 2010 bajo los auspicios de Estados Unidos.
"Cuando Mitchell vino a ver al presidente Abas (...) y afirmó 'lo siento realmente, no hemos conseguido hacer respetar nuestra palabra sobre la colonización, ni siquiera hemos conseguido que Netanyahu acepte una moratoria de tres meses', la credibilidad de Estados Unidos, que patrocina el proceso de paz, desaparece", sentencia el negociador palestino Nabil Shaath.
"Si no pueden obtener de los israelíes la aplicación de lo que se convino solamente por tres meses, ¿cómo se podría garantizar que respeten en caso de acuerdo una retirada de toda Cisjordania?", se pregunta Shaath.
"Las negociaciones deben tener un mínimo de igualdad entre las partes, y una intervención internacional que garantice esa igualdad", prosigue.
Según un sondeo publicado en marzo, 69% de los palestinos están en contra de un mayor rol de Washington en las negociaciones tras el veto de Estados Unidos en febrero en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Ese veto bloqueó la adopción de una resolución que condena la colonización judía en Cisjordania y en Jerusalén-Este ocupados.
En su tribuna en el New York Times, el presidente de la Autoridad palestina afirma también que un reconocimiento internacional compensaría el desequilibrio de fuerzas: "Palestina negociaría en calidad de miembro de Naciones Unidas cuyo territorio está ocupado militarmente por otro, y no como un pueblo vencido dispuesto a aceptar cualquier condición que se nos presente".
En una tribuna publicada el martes por el New York Times, el dirigente palestino Mahmud Abas se muestra dispuesto a pedir el reconocimiento de Palestina en la ONU, en su asamblea general de septiembre.
"No se trata de una maniobra", advierte Abas a los responsables estadounidenses que pondrían en duda su determinación, o desearan convencerlo de proseguir unas negociaciones cuyo fracaso hizo patente la reciente dimisión del emisario de Washington para Medio Oriente, George Mitchell.
"Ni la presión política ni las promesas de recompensa por parte de Estados Unidos han impedido que prosiga el programa de colonización de Israel", se queja Abas, constatando el fracaso de las conversaciones de paz lanzadas en septiembre de 2010 bajo los auspicios de Estados Unidos.
"Cuando Mitchell vino a ver al presidente Abas (...) y afirmó 'lo siento realmente, no hemos conseguido hacer respetar nuestra palabra sobre la colonización, ni siquiera hemos conseguido que Netanyahu acepte una moratoria de tres meses', la credibilidad de Estados Unidos, que patrocina el proceso de paz, desaparece", sentencia el negociador palestino Nabil Shaath.
"Si no pueden obtener de los israelíes la aplicación de lo que se convino solamente por tres meses, ¿cómo se podría garantizar que respeten en caso de acuerdo una retirada de toda Cisjordania?", se pregunta Shaath.
"Las negociaciones deben tener un mínimo de igualdad entre las partes, y una intervención internacional que garantice esa igualdad", prosigue.
Según un sondeo publicado en marzo, 69% de los palestinos están en contra de un mayor rol de Washington en las negociaciones tras el veto de Estados Unidos en febrero en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Ese veto bloqueó la adopción de una resolución que condena la colonización judía en Cisjordania y en Jerusalén-Este ocupados.
En su tribuna en el New York Times, el presidente de la Autoridad palestina afirma también que un reconocimiento internacional compensaría el desequilibrio de fuerzas: "Palestina negociaría en calidad de miembro de Naciones Unidas cuyo territorio está ocupado militarmente por otro, y no como un pueblo vencido dispuesto a aceptar cualquier condición que se nos presente".