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Política
Los insurgentes se hicieron con el control total del aeropuerto de Misrata, tercera ciudad del país, situada a 200 km al este de Trípoli y asediada por las fuerzas lealistas desde hace más de dos meses, constató un corresponsal de la AFP.
Los partidarios de Gadafi dejaron tras ellos varios tanques, que los rebeldes incendiaron, y en las calles de la ciudad cientos de personas celebraban la toma del aeopuerto.
Los obuses de mortero de las tropas gubernamentales causaron con anterioridad 13 heridos entre los rebeldes, según el corresponsal de la AFP, que vio además los cadáveres de tres combatientes pro Gadafi cerca del lugar de los combates.
Al oeste de la ciudad sitiada, los rebeldes avanzaban este miércoles hacia la localidad de Dafnia, en la carretera costera que conduce a Zliten y luego a Trípoli.
"Hemos tomado el control total del aeropuerto de Misrata, y hemos repelido a las fuerzas de Gadafi a unos 15 km del aeropuerto", declaró a la AFP Abdel Busin, portavoz del Consejo Nacional de Transición, el órgano político de los rebeldes.
La toma del aeropuerto podría facilitar la evacuación de habitantes o de extranjeros residentes en Misrata, así como la entrega de ayuda humanitaria, que de momento sólo llega por mar. El puerto sigue en manos de los rebeldes, aunque fue bombardeado varias veces.
En Trípoli, varios misiles cayeron por la tarde al este de la ciudad, sobrevolado por varios aviones, según un testigo. Por el momento se desconocen los objetivos de los ataques.
La OTAN asumió a fin de marzo el mando de las operaciones militares de la coalición internacional, iniciadas el 19 de marzo. En dos meses llevó a cabo más de 2.300 ataques en el marco del mandato de la ONU para impedir los ataques de las fuerzas leales al dirigente libio Muamar Gadafi contra civiles.
El régimen libio acusa a la Alianza Atlántica de haber intentado en varias ocasiones matar al coronel Gadafi, pero la OTAN afirmó el martes que no tiene en la mira a individuos.
No obstante, el ministro italiano de Defensa, Ignazio La Russa, estimó en una entrevista publicada este miércoles por Il Messaggero que todo bombardeo sobre un objetivo militar en el que el coronel Muamar Gadafi pueda encontrarse estaría justificado.
El líder libio tiene "hasta final de mayo para encontrar un acuerdo" con la comunidad internacional y exiliarse, antes de que la Corte Penal Internacional (CPI) emita una orden de arresto, añadió el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini.
Italia, que junto a Francia forma parte de los pocos países que reconocieron al CNT como representante legítimo del pueblo libio, se unió a fines de abril a la alianza contra el régimen de Gadafi.
En Estrasburgo, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, anunció que la UE abrirá una oficina en Bengasi, feudo de los rebeldes en el este de Libia, para "avanzar en la cuestión de la ayuda" y "apoyar a la sociedad civil y al Consejo Nacional de Transición".
El anuncio se produce en momentos en que el dirigente libio del CNT, Mahmud Jibril, efectúa una visita a Washington para reunirse con diferentes responsables.
Desde Ginebra, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a cesar inmediatamente los combates, en particular en Misrata, y estimó que hay que continuar el "diálogo político".
Este llamado se lo hizo Ban al primer ministro libio Baghadi Mahmudi en una conversación telefónica el martes por la noche.
Según Ban Ki-moon, Mahmudi "ha aceptado recibir a mi enviado, el señor Jatib, al que le he pedido que viaje a Trípoli lo antes posible".
Desde el comienzo de la insurgencia el 15 de febrero, la violencia se ha cobrado miles de víctimas, según el fiscal de la Corte Penal Internacional, y obligado a casi 750.000 personas a huir, según la ONU.
Los partidarios de Gadafi dejaron tras ellos varios tanques, que los rebeldes incendiaron, y en las calles de la ciudad cientos de personas celebraban la toma del aeopuerto.
Los obuses de mortero de las tropas gubernamentales causaron con anterioridad 13 heridos entre los rebeldes, según el corresponsal de la AFP, que vio además los cadáveres de tres combatientes pro Gadafi cerca del lugar de los combates.
Al oeste de la ciudad sitiada, los rebeldes avanzaban este miércoles hacia la localidad de Dafnia, en la carretera costera que conduce a Zliten y luego a Trípoli.
"Hemos tomado el control total del aeropuerto de Misrata, y hemos repelido a las fuerzas de Gadafi a unos 15 km del aeropuerto", declaró a la AFP Abdel Busin, portavoz del Consejo Nacional de Transición, el órgano político de los rebeldes.
La toma del aeropuerto podría facilitar la evacuación de habitantes o de extranjeros residentes en Misrata, así como la entrega de ayuda humanitaria, que de momento sólo llega por mar. El puerto sigue en manos de los rebeldes, aunque fue bombardeado varias veces.
En Trípoli, varios misiles cayeron por la tarde al este de la ciudad, sobrevolado por varios aviones, según un testigo. Por el momento se desconocen los objetivos de los ataques.
La OTAN asumió a fin de marzo el mando de las operaciones militares de la coalición internacional, iniciadas el 19 de marzo. En dos meses llevó a cabo más de 2.300 ataques en el marco del mandato de la ONU para impedir los ataques de las fuerzas leales al dirigente libio Muamar Gadafi contra civiles.
El régimen libio acusa a la Alianza Atlántica de haber intentado en varias ocasiones matar al coronel Gadafi, pero la OTAN afirmó el martes que no tiene en la mira a individuos.
No obstante, el ministro italiano de Defensa, Ignazio La Russa, estimó en una entrevista publicada este miércoles por Il Messaggero que todo bombardeo sobre un objetivo militar en el que el coronel Muamar Gadafi pueda encontrarse estaría justificado.
El líder libio tiene "hasta final de mayo para encontrar un acuerdo" con la comunidad internacional y exiliarse, antes de que la Corte Penal Internacional (CPI) emita una orden de arresto, añadió el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini.
Italia, que junto a Francia forma parte de los pocos países que reconocieron al CNT como representante legítimo del pueblo libio, se unió a fines de abril a la alianza contra el régimen de Gadafi.
En Estrasburgo, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, anunció que la UE abrirá una oficina en Bengasi, feudo de los rebeldes en el este de Libia, para "avanzar en la cuestión de la ayuda" y "apoyar a la sociedad civil y al Consejo Nacional de Transición".
El anuncio se produce en momentos en que el dirigente libio del CNT, Mahmud Jibril, efectúa una visita a Washington para reunirse con diferentes responsables.
Desde Ginebra, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a cesar inmediatamente los combates, en particular en Misrata, y estimó que hay que continuar el "diálogo político".
Este llamado se lo hizo Ban al primer ministro libio Baghadi Mahmudi en una conversación telefónica el martes por la noche.
Según Ban Ki-moon, Mahmudi "ha aceptado recibir a mi enviado, el señor Jatib, al que le he pedido que viaje a Trípoli lo antes posible".
Desde el comienzo de la insurgencia el 15 de febrero, la violencia se ha cobrado miles de víctimas, según el fiscal de la Corte Penal Internacional, y obligado a casi 750.000 personas a huir, según la ONU.
