"Las conversaciones continúan, los miembros (de la 'Shura') abordan todas las cuestiones", en un lugar mantenido en secreto, explicó a la AFP un responsable de los talibanes afganos desde un lugar desconocido en Pakistán.
No obstante, la tarea resulta compleja, ninguno de los candidatos potenciales parece realmente imponerse. "Lograr un consenso probablemente tome su tiempo", continuó esta fuente que prefirió conservar su anonimato.
Muchos de los comandantes reclaman un líder consensuado, explicó otro alto responsable talibán, establecido en el noroeste de Pakistán. "Necesitamos a alguien que sea apto para conciliar y no a un guerrero".
El nombramiento el verano pasado del mulá Ajtar Mansur restableció discrepancias, a veces irreconciliables. Algunos directivos se negaron en un primer momento a profesarle lealtad y juzgaron su designación precipitada. Otros se separaron.
Entre los diferentes nombres que los expertos adelantaron para la sucesión de Mansur, el del mulá Yacub de aproximadamente 25 años, hijo del mulá Omar, se repite con frecuencia.
"Es capaz de unificar el movimiento, sobre todo porque es el hijo del mulá Omar", fundador del movimiento talibán en 1994, juzgó Rahimulá Yusafzaï, un analista pakistaní gran conocedor del movimiento.
Pero el joven habría denegado la posibilidad de su nombramiento usando como pretexto su "juventud", según una fuente talibana.
Otra figura evocada es Sirayudin Haqani, hijo del fundador de la red insurgente del mismo nombre, aliado de los talibanes y conocido cercano de Pakistán. Pero él también habría declinado la oferta.
Ni Pakistán, considerado como el padrino histórico de los talibanes, ni los insurgentes han confirmado hasta el momento la muerte del mulá Mansur quien los dirigió durante solo nueve meses y medio.
Según el presidente estadounidense Barack Obama y el gobierno afgano, el líder de los talibanes murió a causa de un tiro de dron estadounidense en una zona recóndita de Pakistán el sábado.
No obstante, la tarea resulta compleja, ninguno de los candidatos potenciales parece realmente imponerse. "Lograr un consenso probablemente tome su tiempo", continuó esta fuente que prefirió conservar su anonimato.
Muchos de los comandantes reclaman un líder consensuado, explicó otro alto responsable talibán, establecido en el noroeste de Pakistán. "Necesitamos a alguien que sea apto para conciliar y no a un guerrero".
El nombramiento el verano pasado del mulá Ajtar Mansur restableció discrepancias, a veces irreconciliables. Algunos directivos se negaron en un primer momento a profesarle lealtad y juzgaron su designación precipitada. Otros se separaron.
Entre los diferentes nombres que los expertos adelantaron para la sucesión de Mansur, el del mulá Yacub de aproximadamente 25 años, hijo del mulá Omar, se repite con frecuencia.
"Es capaz de unificar el movimiento, sobre todo porque es el hijo del mulá Omar", fundador del movimiento talibán en 1994, juzgó Rahimulá Yusafzaï, un analista pakistaní gran conocedor del movimiento.
Pero el joven habría denegado la posibilidad de su nombramiento usando como pretexto su "juventud", según una fuente talibana.
Otra figura evocada es Sirayudin Haqani, hijo del fundador de la red insurgente del mismo nombre, aliado de los talibanes y conocido cercano de Pakistán. Pero él también habría declinado la oferta.
Ni Pakistán, considerado como el padrino histórico de los talibanes, ni los insurgentes han confirmado hasta el momento la muerte del mulá Mansur quien los dirigió durante solo nueve meses y medio.
Según el presidente estadounidense Barack Obama y el gobierno afgano, el líder de los talibanes murió a causa de un tiro de dron estadounidense en una zona recóndita de Pakistán el sábado.