Al menos 25 personas murieron este domingo en las explosiones de tres coches bomba que apuntaban a edificios estratégicos de Qara Tapah, ciudad bajo control kurdo situada al noreste de Bagdad, en la provincia de Diyala. El EI reivindicó este triple atentado suicida en Twitter, precisando que los kamikazes eran de Alemania, Arabia Saudi y Turquía.
En Baquba, también en Diyala, la explosión de una bomba situada en el borde de una carretera mató el domingo a seis civiles, según un oficial de policía y un médico de hospital.
Además, en la provincia de Al Anbar, situada entre Bagdad y la frontera siria, el jefe de la policía local murió al estallar un explosivo al borde de la carretera por la que viajaba.
En Siria, los combatientes kurdos, que el viernes fueron expulsados de su cuartel general en Ain al Arab, han repelido desde entonces varios asaltos de los yihadistas en distintos frentes de la tercera ciudad kurda de Siria, donde la lucha se ha tornado en guerrilla urbana.
Los yihadistas, más numerosos y mejor armados, siguen con ventaja y controlan el 40% de la ciudad, sobre todo la zona este y los barrios del sur y del oeste.
Pero la defensa encarnizada de las fuerzas kurdas ha obligado al grupo EI a llamar refuerzos procedentes de Raqa y Alepo, sus feudos del norte de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
"Envían incluso a hombres que no tienen mucha experiencia del combate", indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director de esta ONG. "Es una batalla realmente crucial para ellos. Si no consiguen tomar Ain al Arab (Kobane en kurdo), será un duro golpe para su imagen (...). Han puesto todo su peso en esta batalla".
Los defensores de Kobane no pueden recibir refuerzos, ya que la vecina Turquía bloquea su frontera, impidiendo que los kurdos de ese país socorran a sus compañeros sitiados.
La actitud de Ankara provocó, en los últimos días, manifestaciones prokurdas en Turquía, enlutadas por la muerte de al menos 31 personas.
La ONU pidió a Turquía que dejara pasar a esos voluntarios hacia Kobane, donde dice temer una "masacre" de los civiles que aún no dejaron la zona.
El primer ministro turco Ahmet Davutoglu confirmó este domingo que su país iba a reforzar las capacidades militares de "la oposición moderada" siria para convertirla en una "tercera fuerza" entre el régimen de Damasco y los yihadistas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró "su profunda inquietud sobre la situación dentro y alrededor" de Ain al Arab, donde "miles de vidas están en peligro". Ban llamó a "todas las partes a alzarse para impedir la masacre de civiles".
- 'Bandidos' -
Azad Bekir, un refugiado que cruzó la frontera con su familia hace tres días, decía, sin embargo, ser "pesimista".
"Hablé con mi hermano (que sigue en Kobane)", indicó a la AFP. Los kurdos "aguantan, siguen los combates callejeros. Como esto siga así, soy pesimista porque los peshmergas (combatientes kurdos) necesitan armas y municiones. Matan a muchos bandidos (yihadistas), pero estos siempre vuelven más numerosos".
El ejército estadounidense indicó este domingo haber llevado a cabo cuatro ataques aéreos en Siria y cinco en Irak en los dos últimos días.
Ain al Arab estará probablemente en el centro de una reunión el martes en Washington de los jefes militares de 21 países de la coalición, que van a hacer un balance sobre la estrategia anti-EI, tres meses después del comienzo de la campaña aérea en Irak y tres semanas después del inicio de los bombardeos sobre Siria.
En ambos países, los yihadistas controlan amplios territorios en los que decretaron un "califato".