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Lula
"La verdad es que se está construyendo un clima de terror aquí en Brasil. Vivimos un momento de dictadura de una parte del poder judicial. Sobre todo la parte que cuida de la operación 'Lava Jato'", sostuvo Lula da Silva en un video dirigido a los líderes que participan en una conferencia sobre el hambre de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Etiopía que subió a su cuenta oficial de Facebook.
El ex mandatario (2003-2010), que el miércoles vio su sentencia por cargos de corrupción ratificada por un tribunal de segunda instancia y su pena aumentada a 12 años de prisión, canceló su participación en esa conferencia debido a que una orden judicial le prohibió salir del país por otro proceso judicial en el que es investigado por cargos de corrupción. El juez que emitió la orden argumentó que Lula podía pedir asilo político en el exterior.
El histórico líder del PT (Partido de los Trabajadores, izquierda) añadió que en realidad sufre una persecución para que no pueda postularse a un tercer mandato como presidente, y por los programas de inclusión social implementados durante sus dos mandatos.
"No hay límites para la cantidad de mentiras que utilizan para intentar impedir que vuelva a disputar una elección para presidente de la república, que es el principal objetivo de todo lo que sucede hoy en Brasil", puntualizó Lula.
"Cuanto más me persiguen, más crezco en las encuestas de opinión pública. Saben que si soy candidato contra los medios de comunicación y contra la elite brasileña, mis chances de ganar en la primera vuelta son totales; saben que si gano los pobres van a participar del crecimiento de la economía", remarcó.
"La verdad lo que persiguen es la forma en cómo goberné y por el éxito de las políticas sociales que implementamos en el país. Estamos siendo condenados por cosas buenas que hicimos en Brasil", sostuvo el carismático líder.
Lula tiene que responder en total por siete juicios vinculados con la causa anticorrupción "Lava Jato". La confirmación de su sentencia y el aumento de su pena causó un terremoto político esta semana. El ex jefe de Estado (2003-2010), de 72 años, ha anunciado que quiere volver a ser candidato en las elecciones de octubre de este año y es actual favorito en los sondeos, con hasta un 36 por ciento de los apoyos.
Lula es aún muy popular entre las clases muy pobres debido al éxito de sus programas sociales y al "boom" económico durante sus dos Gobiernos. Pero su caso también polariza al país, ya que amplios sectores sociales rechazan su candidatura por los escándalos de "Lava Jato".
La megacausa, considerada como la investigación anticorrupción más grande de la historia brasileña, salpica a prácticamente toda la clase política del país.
El ex mandatario (2003-2010), que el miércoles vio su sentencia por cargos de corrupción ratificada por un tribunal de segunda instancia y su pena aumentada a 12 años de prisión, canceló su participación en esa conferencia debido a que una orden judicial le prohibió salir del país por otro proceso judicial en el que es investigado por cargos de corrupción. El juez que emitió la orden argumentó que Lula podía pedir asilo político en el exterior.
El histórico líder del PT (Partido de los Trabajadores, izquierda) añadió que en realidad sufre una persecución para que no pueda postularse a un tercer mandato como presidente, y por los programas de inclusión social implementados durante sus dos mandatos.
"No hay límites para la cantidad de mentiras que utilizan para intentar impedir que vuelva a disputar una elección para presidente de la república, que es el principal objetivo de todo lo que sucede hoy en Brasil", puntualizó Lula.
"Cuanto más me persiguen, más crezco en las encuestas de opinión pública. Saben que si soy candidato contra los medios de comunicación y contra la elite brasileña, mis chances de ganar en la primera vuelta son totales; saben que si gano los pobres van a participar del crecimiento de la economía", remarcó.
"La verdad lo que persiguen es la forma en cómo goberné y por el éxito de las políticas sociales que implementamos en el país. Estamos siendo condenados por cosas buenas que hicimos en Brasil", sostuvo el carismático líder.
Lula tiene que responder en total por siete juicios vinculados con la causa anticorrupción "Lava Jato". La confirmación de su sentencia y el aumento de su pena causó un terremoto político esta semana. El ex jefe de Estado (2003-2010), de 72 años, ha anunciado que quiere volver a ser candidato en las elecciones de octubre de este año y es actual favorito en los sondeos, con hasta un 36 por ciento de los apoyos.
Lula es aún muy popular entre las clases muy pobres debido al éxito de sus programas sociales y al "boom" económico durante sus dos Gobiernos. Pero su caso también polariza al país, ya que amplios sectores sociales rechazan su candidatura por los escándalos de "Lava Jato".
La megacausa, considerada como la investigación anticorrupción más grande de la historia brasileña, salpica a prácticamente toda la clase política del país.
