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Política
Nicolás Maduro
"Estados Unidos, el Departamento de Estado, ha dado la luz verde y el visto bueno para un proceso golpista de escalada para la intervención de Venezuela", dijo Maduro en una reunión con el alto mando político y militar en el Palacio de Miraflores, transmitida en cadena de radio y televisión.
Maduro consideró como un "anuncio del golpe de Estado" la declaración de este martes del portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, quien hizo una dura advertencia a los funcionarios públicos venezolanos de desistir en la represión de manifestaciones opositoras.
"Aquellos responsables por la represión criminal de las actividades pacíficas y democráticas, por socavar las instituciones y prácticas democráticas, y por la flagrante violación de derechos humanos deberán rendir cuentas individualmente", dijo Toner.
Según Maduro, una de las razones por las que la oposición venezolana "quiere la violencia" es por la "llegada de los extremistas y golpistas intervencionistas a posiciones clave del poder de Estados Unidos y el caos que se ha provocado con la presidencia de Donald Trump".
En ese sentido, aseveró que Venezuela está enfrentando "una arremetida internacional, dirigida por Estado Unidos, para provocar una intervención imperialista".
"Estamos en horas cruciales del destino de nuestra patria (...) y voy a estar al frente de esta batalla", manifestó Maduro, quien anunció un plan de seguridad especial para el miércoles.
"No vendrán unos asaltantes de la oligarquía interna, de la derecha extremista, con el guión escrito por el Departamento de Estado a asaltar el poder político de Venezuela. Se equivocaron con nosotros", advirtió.
En un comunicado, la oposición afirmó que Maduro insiste en "denunciar guerras imaginarias y conspiraciones inexistentes". "Estamos convencidos de que el país sabe quienes son los golpistas y contra ellos marchará mañana", subrayó.
Los adversarios de Maduro están en las calles desde hace tres semanas, en protestas que han culminado en choques con las fuerzas de seguridad, que dejaron cinco muertos, decenas de heridos y más de 200 detenidos.
La oposición promete que la del miércoles será "la madre de todas las marchas", para exigir elecciones generales anticipadas y respeto al Parlamento, el único de los poderes públicos que controla.
Maduro consideró como un "anuncio del golpe de Estado" la declaración de este martes del portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, quien hizo una dura advertencia a los funcionarios públicos venezolanos de desistir en la represión de manifestaciones opositoras.
"Aquellos responsables por la represión criminal de las actividades pacíficas y democráticas, por socavar las instituciones y prácticas democráticas, y por la flagrante violación de derechos humanos deberán rendir cuentas individualmente", dijo Toner.
Según Maduro, una de las razones por las que la oposición venezolana "quiere la violencia" es por la "llegada de los extremistas y golpistas intervencionistas a posiciones clave del poder de Estados Unidos y el caos que se ha provocado con la presidencia de Donald Trump".
En ese sentido, aseveró que Venezuela está enfrentando "una arremetida internacional, dirigida por Estado Unidos, para provocar una intervención imperialista".
"Estamos en horas cruciales del destino de nuestra patria (...) y voy a estar al frente de esta batalla", manifestó Maduro, quien anunció un plan de seguridad especial para el miércoles.
"No vendrán unos asaltantes de la oligarquía interna, de la derecha extremista, con el guión escrito por el Departamento de Estado a asaltar el poder político de Venezuela. Se equivocaron con nosotros", advirtió.
En un comunicado, la oposición afirmó que Maduro insiste en "denunciar guerras imaginarias y conspiraciones inexistentes". "Estamos convencidos de que el país sabe quienes son los golpistas y contra ellos marchará mañana", subrayó.
Los adversarios de Maduro están en las calles desde hace tres semanas, en protestas que han culminado en choques con las fuerzas de seguridad, que dejaron cinco muertos, decenas de heridos y más de 200 detenidos.
La oposición promete que la del miércoles será "la madre de todas las marchas", para exigir elecciones generales anticipadas y respeto al Parlamento, el único de los poderes públicos que controla.
