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En Duma, a 15 km al norte de la capital, los manifestantes salieron de una mezquita tras la oración semanal, y empezaron a lanzar piedras contra los policías, que respondieron con balas, declaró un testigo contactado por teléfono, pidiendo el anonimato.
El testigo añadió que murieron al menos ocho personas, identificándolas, pero advirtió que el balance podría superar los diez muertos. "Decenas de personas resultaron heridas, y otras decenas fueron detenidas", declaró.
En Damasco, un responsable sirio interrogado por la AFP no pudo confirmar si hubo muertos. Las informaciones no pudieron confirmarse con fuentes independientes.
En la localidad sureña de Sanamein, cerca de Deraa, epicentro de las manifestaciones contra el régimen, un joven manifestante de 20 años, Dia al Shamari, murió al recibir disparos de las fuerzas de seguridad en la entrada de la ciudad, anunció un militante de los derechos humanos.
El joven formaba parte de un grupo de manifestantes procedentes de los pueblos aledaños de Injel y Jasem, contra los que la policía disparó para dispersarlos, añadió el militante, que también pidió el anonimato.
En Derra, los fieles se manifestaron ante el palacio de justicia a gritos de "La muerte antes que la humillación". En esta ciudad, la violencia se ha cobrado al menos 30 muertos según las autoridades, 55 según Amnistía Internacional, más de 70 según Human Rights Watch y 130 según los militantes locales.
Las demás manifestaciones, convocadas por opositores decepcionados por la decisión del presidente Bashar al Asad de no anunciar ninguna gran reforma para calmar las protestas iniciadas el 15 de marzo, tuvieron lugar en la región de mayoría kurda situada en el norte del país, en Latakia y en Banias (noroeste).
La agencia oficial siria Sana confirmó que hubo manifestaciones "cerca de ciertas mezquitas" en Deraa y Latakia, donde los participantes homenajearon a los "mártires" y llamaron a "acelerar las reformas". Según la agencia, las fuerzas de seguridad no intervinieron.
Por primera vez desde el inicio de las protestas, hubo manifestaciones en la región de mayoría kurda del norte del país, donde 300.000 personas están privadas de la nacionalidad siria desde hace medio siglo.
En Banias, a 280 km al noroeste de Damasco, unas mil personas se manifestaron sin incidentes. En una petición, 18 responsables religiosos de la ciudad apoyaron "las demandas del pueblo de reformas y libertad, el levantamiento del estado de emergencia", vigente desde 1963, y "el derecho de manifestación".
En Damasco, varios centenares de fieles dijeron que se encerraron este viernes en una mezquita del centro de la ciudad, donde gritaron "Libertad, libertad" mientras las fuerzas de seguridad intentaban forzar la puerta de entrada. Varios periodistas de la AFP que acudieron al lugar vieron frente a la mezquita a manifestantes favorables al régimen.
El testigo añadió que murieron al menos ocho personas, identificándolas, pero advirtió que el balance podría superar los diez muertos. "Decenas de personas resultaron heridas, y otras decenas fueron detenidas", declaró.
En Damasco, un responsable sirio interrogado por la AFP no pudo confirmar si hubo muertos. Las informaciones no pudieron confirmarse con fuentes independientes.
En la localidad sureña de Sanamein, cerca de Deraa, epicentro de las manifestaciones contra el régimen, un joven manifestante de 20 años, Dia al Shamari, murió al recibir disparos de las fuerzas de seguridad en la entrada de la ciudad, anunció un militante de los derechos humanos.
El joven formaba parte de un grupo de manifestantes procedentes de los pueblos aledaños de Injel y Jasem, contra los que la policía disparó para dispersarlos, añadió el militante, que también pidió el anonimato.
En Derra, los fieles se manifestaron ante el palacio de justicia a gritos de "La muerte antes que la humillación". En esta ciudad, la violencia se ha cobrado al menos 30 muertos según las autoridades, 55 según Amnistía Internacional, más de 70 según Human Rights Watch y 130 según los militantes locales.
Las demás manifestaciones, convocadas por opositores decepcionados por la decisión del presidente Bashar al Asad de no anunciar ninguna gran reforma para calmar las protestas iniciadas el 15 de marzo, tuvieron lugar en la región de mayoría kurda situada en el norte del país, en Latakia y en Banias (noroeste).
La agencia oficial siria Sana confirmó que hubo manifestaciones "cerca de ciertas mezquitas" en Deraa y Latakia, donde los participantes homenajearon a los "mártires" y llamaron a "acelerar las reformas". Según la agencia, las fuerzas de seguridad no intervinieron.
Por primera vez desde el inicio de las protestas, hubo manifestaciones en la región de mayoría kurda del norte del país, donde 300.000 personas están privadas de la nacionalidad siria desde hace medio siglo.
En Banias, a 280 km al noroeste de Damasco, unas mil personas se manifestaron sin incidentes. En una petición, 18 responsables religiosos de la ciudad apoyaron "las demandas del pueblo de reformas y libertad, el levantamiento del estado de emergencia", vigente desde 1963, y "el derecho de manifestación".
En Damasco, varios centenares de fieles dijeron que se encerraron este viernes en una mezquita del centro de la ciudad, donde gritaron "Libertad, libertad" mientras las fuerzas de seguridad intentaban forzar la puerta de entrada. Varios periodistas de la AFP que acudieron al lugar vieron frente a la mezquita a manifestantes favorables al régimen.
