
Miles de personas en el funeral de Brahmi
El jefe del Estado Mayor del ejército, general Mohamed Salah Hamdi, leyó el rezo fúnebre y un imán recitó la oración de los muertos.
Una muchedumbre, embargada por la tristeza y la ira, acompañó el cortejo fúnebre. Una fuente policial estimó que había unas 10.000 personas y los periodistas presentes calcularon que su número oscilaba entre 15.000 y 20.000.
"Dios es el más grande" o "No hay más Dios que Dios y el mártir es su amigo", gritaron miles de personas congregadas en el recinto del cementerio sobre el que ondeaban banderas inmensas rojas y blancas, los colores de Túnez.
Junto al ataúd, envuelto en la bandera nacional, Mbarka, la viuda del opositor, con un velo en la cabeza, permaneció de pie, haciendo la V de la victoria o levantando el índice, gesto que simboliza la unidad de Dios para los musulmanes.
Con un cariz más político, varios miles de simpatizantes suyos gritaban eslóganes hostiles al partido islamista Ennahda en el poder, al que consideran responsable del asesinato de Brahmi y del de Shukri Belaid.
"El pueblo quiere la caída del régimen", "Ennahda, banda de terroristas" o "Abajo el hermano de los Hermanos, abajo los torturadores del pueblo", gritaron detrás de Hamma Hammami, líder de extrema izquierda del Frente Popular, una coalición que incluye a los nacionalistas y a la que pertenecía el difunto.
Antes de la ceremonia de sepultura, la muchedumbre entonó el himno nacional.
Al acto asistieron numerosos líderes sindicales y políticos, pero no responsables del gobierno, por petición expresa de la familia.
Túnez es escenario de manifestaciones antigubernamentales y el viernes vivió una huelga general de protesta contra el asesinato del opositor.
Una muchedumbre, embargada por la tristeza y la ira, acompañó el cortejo fúnebre. Una fuente policial estimó que había unas 10.000 personas y los periodistas presentes calcularon que su número oscilaba entre 15.000 y 20.000.
"Dios es el más grande" o "No hay más Dios que Dios y el mártir es su amigo", gritaron miles de personas congregadas en el recinto del cementerio sobre el que ondeaban banderas inmensas rojas y blancas, los colores de Túnez.
Junto al ataúd, envuelto en la bandera nacional, Mbarka, la viuda del opositor, con un velo en la cabeza, permaneció de pie, haciendo la V de la victoria o levantando el índice, gesto que simboliza la unidad de Dios para los musulmanes.
Con un cariz más político, varios miles de simpatizantes suyos gritaban eslóganes hostiles al partido islamista Ennahda en el poder, al que consideran responsable del asesinato de Brahmi y del de Shukri Belaid.
"El pueblo quiere la caída del régimen", "Ennahda, banda de terroristas" o "Abajo el hermano de los Hermanos, abajo los torturadores del pueblo", gritaron detrás de Hamma Hammami, líder de extrema izquierda del Frente Popular, una coalición que incluye a los nacionalistas y a la que pertenecía el difunto.
Antes de la ceremonia de sepultura, la muchedumbre entonó el himno nacional.
Al acto asistieron numerosos líderes sindicales y políticos, pero no responsables del gobierno, por petición expresa de la familia.
Túnez es escenario de manifestaciones antigubernamentales y el viernes vivió una huelga general de protesta contra el asesinato del opositor.