El aborto en "algunos casos de fuerza mayor" será autorizado, en particular por "embarazos resultados de violaciones o incestos", y también por "graves malformaciones o enfermedades incurables que el feto pueda sufrir", afirma el comunicado publicado tras una audiencia real durante la cual los ministros de Justicia y de Asuntos islámicos, así como el presidente del Consejo nacional de derechos humanos (CNDH) dieron su opinión.
Esta legislación quedará limitada sólo a estos casos en la medida en que se ha demostrado que "una aplastante mayoría está a favor de criminalizar el aborto ilegal", dice el anuncio.
Según la misma fuente, el rey Mohamed VI dio instrucciones para "traducir las conclusiones de estas consultas en un proyecto de disposiciones jurídicas, con el objetivo de incluirlo en el código penal". Una modificación del código penal es objeto de debate en Marruecos.
En un país con 34 millones de habitantes en el que conviven la modernidad y el conservadurismo religioso las relaciones sexuales extramatrimoniales están prohibidas, y la ley sólo autorizaba el aborto en caso de que la salud de la madre estuviera en peligro.
En otros supuestos, se penalizaba la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con penas de uno a cinco años de prisión.
Pero el flagelo que constituyen centenares de abortos clandestinos practicados cotidianamente en Marruecos puso el asunto de nuevo de actualidad a comienzos de este año, provocando un profundo debate de opinión. El rey tomó este 'dossier', reclamando "amplias consultas".
A pesar de que no existen cifras oficiales, hay asociaciones que estiman que se practican entre 600 y 800 abortos clandestinos diarios en el reino, en condiciones sanitarias a veces desastrosas.
Al mismo tiempo, los embarazos no deseados refuerzan el fenómenos de las "madres solteras" y el abandono de niños, hasta 150 por día según las ONG.
Esta legislación quedará limitada sólo a estos casos en la medida en que se ha demostrado que "una aplastante mayoría está a favor de criminalizar el aborto ilegal", dice el anuncio.
Según la misma fuente, el rey Mohamed VI dio instrucciones para "traducir las conclusiones de estas consultas en un proyecto de disposiciones jurídicas, con el objetivo de incluirlo en el código penal". Una modificación del código penal es objeto de debate en Marruecos.
En un país con 34 millones de habitantes en el que conviven la modernidad y el conservadurismo religioso las relaciones sexuales extramatrimoniales están prohibidas, y la ley sólo autorizaba el aborto en caso de que la salud de la madre estuviera en peligro.
En otros supuestos, se penalizaba la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con penas de uno a cinco años de prisión.
Pero el flagelo que constituyen centenares de abortos clandestinos practicados cotidianamente en Marruecos puso el asunto de nuevo de actualidad a comienzos de este año, provocando un profundo debate de opinión. El rey tomó este 'dossier', reclamando "amplias consultas".
A pesar de que no existen cifras oficiales, hay asociaciones que estiman que se practican entre 600 y 800 abortos clandestinos diarios en el reino, en condiciones sanitarias a veces desastrosas.
Al mismo tiempo, los embarazos no deseados refuerzan el fenómenos de las "madres solteras" y el abandono de niños, hasta 150 por día según las ONG.