
Civiles y policías sirios en el lugar de la explosión, en la Universidad de Alepo.
Hasta el momento ha sido imposible determinar la responsabilidad por las explosiones, aunque los rebeldes y el gobierno se acusan mutuamente.
"El saldo del atentado terrorista que tenía como objetivo a los estudiantes, se eleva por el momento a 82 mártires y más de 160 heridos", dijo el gobernador de Alepo, Mohamad Wahid Akad. La utilización de la expresión "terrorista" es una alusión a los grupos armados que combate el gobierno de Damasco.
El saldo de víctimas fue confirmado por un médico del hospital universitario de Alepo: "Hay más de 80 muertos y 160 heridos", dijo.
Por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Londres), Rami Abdel Rahman, dijo que "por lo menos 52 personas murieron por la explosión, pero hay muchos heridos y el número de muertos podría ser mucho más elevado. Los mártires son estudiantes y desplazados".
De acuerdo a militantes opuestos al régimen, lo que ocurrió en la Universidad fue un ataque aéreo realizado por el gobierno, aunque una fuente militar siria aseguró que el desastre fue provocado por dos misiles tierra-aire disparados por los rebeldes, pero que erraron el blanco y cayeron en el campus universitario.
La agencia oficial Sana mencionó que "dos cohetes fueron lanzados por terroristas" contra la Universidad, en el oeste de Alepo.
"Era el primer día de los exámenes trimestrales, y por ello hay tantas víctimas entre los estudiantes y los refugiados", precisó Sana.
Las explosiones dañaron las facultades de Bellas Artes y de Arquitectura.
A pesar de los combates, la Universidad de Alepo reabrió sus puertas a mediados de octubre pasado. El campus está situado en un sector de la ciudad controlado por el ejército regular, y por ello numerosos refugiados se instalaron en el lugar, considerado seguro.
Videos divulgados por los estudiantes muestran el pánico en el edificio universitario. Muchos lloraban, en un escenario marcado por la destrucción de los vidrios de las ventanas y de partes del techo. En un momento se puede ver a un grupo de estudiantes que se aproximan a la puerta de acceso, pero otros gritan que es necesario permanecer en el interior.
Diversos atentados bañaron de sangre a Siria en los últimos meses. Mientras la rebelión armada y la oposición política reclama la salida del presidente Bashar al Asad y el inicio de una transición política, el mandatario ya adelantó que no está dispuesto a dejar el poder, apoyado en un grupo de las Fuerzas Armadas que aún le es fiel.
Este martes, el gobierno de Rusia, aliado a Asad, consideró que era "imposible" expulsar al actual presidente del poder. Rusia consideró "contraproductiva" la iniciativa de 57 países, organizada por Suiza, para que la Corte Penal Internacional investigue crímenes de guerra en Siria, donde más de 60.000 personas ya perdieron la vida.
"El saldo del atentado terrorista que tenía como objetivo a los estudiantes, se eleva por el momento a 82 mártires y más de 160 heridos", dijo el gobernador de Alepo, Mohamad Wahid Akad. La utilización de la expresión "terrorista" es una alusión a los grupos armados que combate el gobierno de Damasco.
El saldo de víctimas fue confirmado por un médico del hospital universitario de Alepo: "Hay más de 80 muertos y 160 heridos", dijo.
Por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Londres), Rami Abdel Rahman, dijo que "por lo menos 52 personas murieron por la explosión, pero hay muchos heridos y el número de muertos podría ser mucho más elevado. Los mártires son estudiantes y desplazados".
De acuerdo a militantes opuestos al régimen, lo que ocurrió en la Universidad fue un ataque aéreo realizado por el gobierno, aunque una fuente militar siria aseguró que el desastre fue provocado por dos misiles tierra-aire disparados por los rebeldes, pero que erraron el blanco y cayeron en el campus universitario.
La agencia oficial Sana mencionó que "dos cohetes fueron lanzados por terroristas" contra la Universidad, en el oeste de Alepo.
"Era el primer día de los exámenes trimestrales, y por ello hay tantas víctimas entre los estudiantes y los refugiados", precisó Sana.
Las explosiones dañaron las facultades de Bellas Artes y de Arquitectura.
A pesar de los combates, la Universidad de Alepo reabrió sus puertas a mediados de octubre pasado. El campus está situado en un sector de la ciudad controlado por el ejército regular, y por ello numerosos refugiados se instalaron en el lugar, considerado seguro.
Videos divulgados por los estudiantes muestran el pánico en el edificio universitario. Muchos lloraban, en un escenario marcado por la destrucción de los vidrios de las ventanas y de partes del techo. En un momento se puede ver a un grupo de estudiantes que se aproximan a la puerta de acceso, pero otros gritan que es necesario permanecer en el interior.
Diversos atentados bañaron de sangre a Siria en los últimos meses. Mientras la rebelión armada y la oposición política reclama la salida del presidente Bashar al Asad y el inicio de una transición política, el mandatario ya adelantó que no está dispuesto a dejar el poder, apoyado en un grupo de las Fuerzas Armadas que aún le es fiel.
Este martes, el gobierno de Rusia, aliado a Asad, consideró que era "imposible" expulsar al actual presidente del poder. Rusia consideró "contraproductiva" la iniciativa de 57 países, organizada por Suiza, para que la Corte Penal Internacional investigue crímenes de guerra en Siria, donde más de 60.000 personas ya perdieron la vida.