"Grandes proporciones de la población no viven en un entorno sano (...). Europa debe ir más lejos en la legislación aprobada", menos estricta que las recomendaciones de la OMS, estima el director ejecutivo de la AEE, Hans Bruyninckx.
La emisión de partículas PM10 (de diámetro inferior a 10 micras) y PM 2,5, disminuyeron respectivamente en un 14 y 16% en la Unión europea entre 2002 y 2011, indica el informe de la AEE.
Sin embargo, en 2011, 33% de los habitantes de la UE vivían en zonas donde las concentraciones máximas autorizadas de PM10 en 24 horas quedaron superadas.
Conforme a las normas de la OMS, que no son obligatorias, se trata del 88% de la población urbana.
Las partículas de menor tamaño penetran profundamente en los pulmones y la sangre, provocando patologías respiratorias y cardiovasculares. Las PM10 son principalmente emitidas por procesos mecánicos como las actividades de construcción, mientras que las PM 2,5 resultan de la combustión (madera, carburante, especialmente diesel).
Por otra parte, un 98% de las poblaciones urbanas estuvieron expuestas desde 2011 a concentraciones de ozono superiores a las recomendaciones de la OMS. El ozono resulta de las transformaciones, bajo el efecto de los rayos solares, de las emisiones de los vehículos a motor y las actividades industriales, y resulta irritante para las vías respiratorias.
Un informe europeo publicado el martes por la Lancet Respiratory Journal, basado en 14 estudios realizados en 12 países en 74.000 mujeres, muestra que una exposición aún limitada a PM 2,5 durante el embarazo aumenta los riesgos de peso insuficiente en el recién nacido.
Un peso de menos de 2,5 kg tras 37 semanas de embarazo puede provocar problemas respiratorios durante la infancia, así como dificultades cognitivas.
Para las PM 2,5, la UE planteó como valor límite 25 microgramos por metro cúbico de aire en 2015. La OMS recomienda 10 microgramos.
Todo aumento de 5 microgramos por metro cúbico incrementa el riesgo de peso insuficiente en el nacimiento en un 18%, según el estudio, que precisa sin embargo que ese riesgo tiene niveles inferiores a las normas europeas.