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Política
Manifestantes a favor del matrimonio civil en Líbano
Por primera vez se ha quebrado el sistema confesional establecido en este estado, único en el mundo, porque se rige por criterios de naturaleza religiosa, tanto en la distribución del poder político, en la composición de su administración pública, en la aplicación del estatuto personal -asuntos matrimoniales y de sucesiones- según la pertenencia a sus diversas comunidades musulmanas y cristianas. Los dignatarios religiosos, el mufti de la república, los jefes chiitas y drusos, los patriarcas cristianos, se opusieron a su voluntad. Hasta ahora los libaneses tan sólo podían contraer matrimonio de acuerdo con sus rigidos ritos religiosos. Durante años tenían que viajar a la vecina isla de Chipre para poder casarse civilmente. En calles de Beirut colgaban pancartas con anuncios de empresas turísticas chipriotas que se encargaban de organizar el viaje, de la obtención de visados y formalidades legales, de la ceremonia y del banquete. Ha sido un negocio floreciente. ¨Simplemente diga Sí -pregonaban los carteles- y nosotros nos ocuparemos de todo lo demás .
Chipre, europea y medioriental –hay incluso un partido laico, ¨progresista¨ que incluye en su proyectada ¨Media Luna¨ levantina unificada, la vecina isla como su estrella- ha sido y es base militar, privilegiado nido de espionaje, sobre todo en los años de la guerra fría, a veces palestra de la lucha entre árabes e israelíes, ha hecho también de Las Vegas en Oriente Medio.
Es frecuente el recurso al matrimonio civil para evitar coacciones legales y sociales acostumbradas. Parejas mixtas de musulmanes y cristianos, de libaneses y extranjeros prefieren este camino. Una diputada de la comunidad griego ortodoxa de una poderosa familia beirutí, contrajo matrimonio en Nicosia con un popular presentador chiita de televisión. Y hasta el cónsul español acreditado hace poco tiempo en Beirut prefirió casarse en la isla con su novia libanesa.
¿Cundirá el ejemplo de Nidal y Kulhud? Poco después de la aceptación de su matrimonio, la jerarquía religiosa musulmana, insistiendo en que esta forma de enlace no protegía los derechos de la mujer, se levantó contra la decisión ministerial, exigiendo su revocación. En cambio el presidente de la república, general Michel Sleimman, como antes uno de sus predecesores, Elias Haraui, fue uno de los que más pronto alentaron su corajuda iniciativa.
Las Constitución permite celebrar este matrimonio aunque el pacto no escriturado que rige El Líbano desde su independencia establece de hecho el sistema confesional. Uno de los primeros pasos que dio esta pareja fue borrar de su documento de identidad su pertenencia a este u otro grupo religioso. En los impresos que hay que rellenar para entrar en El Líbano había hasta hace poco tiempo una casilla que se refería a qué religión profesaba el viajero.
Nidal y Khulud pertenecen a un sector juvenil, a una generación, dispuesta a acabar con el confesionalismo que atenaza a la sociedad libanesa, fragmentándola hasta la exacerbación. Cuando acabó la guerra civil en 1990 -una de cuyas causas fue el estado confesional- se estableció una comisión que debía gradualmente obrar para desconfesionalizar el país, pero nunca se ha reunido ni ha adoptado ninguna decisión en este sentido.
“Estamos rebosantes de ideas que tienden a instaurar un estado civil -dicen los confirmados esposos- donde cada individuo sea un ciudadano completo¨. Cuentan que reciben muchas comunicaciones recabando consejos y recomendaciones. Estos casamientos tratan de conquistar un espacio de libertad en un país en donde todo esta sometido a la confesionalizacion de la vida colectiva y personal, exacerbada con las revueltas árabes. En esta primavera, en Beirut, se ha dado un tímido paso hacia la difícil libertad. Ha sido una excepción en este tiempo de oscurantismos agresores.
Chipre, europea y medioriental –hay incluso un partido laico, ¨progresista¨ que incluye en su proyectada ¨Media Luna¨ levantina unificada, la vecina isla como su estrella- ha sido y es base militar, privilegiado nido de espionaje, sobre todo en los años de la guerra fría, a veces palestra de la lucha entre árabes e israelíes, ha hecho también de Las Vegas en Oriente Medio.
Es frecuente el recurso al matrimonio civil para evitar coacciones legales y sociales acostumbradas. Parejas mixtas de musulmanes y cristianos, de libaneses y extranjeros prefieren este camino. Una diputada de la comunidad griego ortodoxa de una poderosa familia beirutí, contrajo matrimonio en Nicosia con un popular presentador chiita de televisión. Y hasta el cónsul español acreditado hace poco tiempo en Beirut prefirió casarse en la isla con su novia libanesa.
¿Cundirá el ejemplo de Nidal y Kulhud? Poco después de la aceptación de su matrimonio, la jerarquía religiosa musulmana, insistiendo en que esta forma de enlace no protegía los derechos de la mujer, se levantó contra la decisión ministerial, exigiendo su revocación. En cambio el presidente de la república, general Michel Sleimman, como antes uno de sus predecesores, Elias Haraui, fue uno de los que más pronto alentaron su corajuda iniciativa.
Las Constitución permite celebrar este matrimonio aunque el pacto no escriturado que rige El Líbano desde su independencia establece de hecho el sistema confesional. Uno de los primeros pasos que dio esta pareja fue borrar de su documento de identidad su pertenencia a este u otro grupo religioso. En los impresos que hay que rellenar para entrar en El Líbano había hasta hace poco tiempo una casilla que se refería a qué religión profesaba el viajero.
Nidal y Khulud pertenecen a un sector juvenil, a una generación, dispuesta a acabar con el confesionalismo que atenaza a la sociedad libanesa, fragmentándola hasta la exacerbación. Cuando acabó la guerra civil en 1990 -una de cuyas causas fue el estado confesional- se estableció una comisión que debía gradualmente obrar para desconfesionalizar el país, pero nunca se ha reunido ni ha adoptado ninguna decisión en este sentido.
“Estamos rebosantes de ideas que tienden a instaurar un estado civil -dicen los confirmados esposos- donde cada individuo sea un ciudadano completo¨. Cuentan que reciben muchas comunicaciones recabando consejos y recomendaciones. Estos casamientos tratan de conquistar un espacio de libertad en un país en donde todo esta sometido a la confesionalizacion de la vida colectiva y personal, exacerbada con las revueltas árabes. En esta primavera, en Beirut, se ha dado un tímido paso hacia la difícil libertad. Ha sido una excepción en este tiempo de oscurantismos agresores.
