Un grupo armado asaltó e incendió el jueves el casino Royale de Monterrey, tercera ciudad de México, dejando un balance provisional de 52 muertos y una decena de lesionados por intoxicación y quemaduras, según informó este viernes Rodrigo Medina, gobernador del estado de Nuevo León, cuya capital es Monterrey.
"Posiblemente pueda haber alguna víctima más", reconoció Medina al señalar que se retomaron los trabajos de búsqueda en el inmueble.
En una declaración a medios de prensa efectuada en su residencia oficial, el presidente Calderón señaló que "es evidente que no enfrentamos a delincuentes comunes sino a verdaderos terroristas que han superado todos los límites".
El mandatario expresó sus condolencias y decretó tres días de duelo nacional a partir del jueves frente a lo que consideró como el "más grave atentado contra la población civil inocente que haya visto el país en mucho tiempo".
"Pondremos todos los recursos a nuestro alcance para averiguar quiénes son los responsables y hacerles pagar por este crimen", aseguró Calderón, quien antes encabezó una reunión de su gabinete de seguridad nacional y se desplazará este viernes a Monterrey.
Peritos de criminalística reportaron el jueves que entre los muertos hay 35 mujeres y 10 hombres, mientras que aún se desconoce el sexo del resto de víctimas.
Sobre las motivaciones del ataque, el gobernador Medina dijo que se siguen varias líneas de investigación y precisó que una de ellas sería una represalia por falta de pago del establecimiento a algún grupo del crimen organizado.
Nuevo León y el resto del noreste mexicano padecen desde hace más de un año y medio una espiral de violencia atribuida a un enfrentamiento entre los anteriormente aliados cárteles del Golfo y Los Zetas.
Durante la comparecencia de Medina se mostraron imágenes de la entrada del casino tomadas por cámaras de seguridad antes del ataque, en las que se observa como unos ocho o nueve hombres armados llegan en varios vehículos, bajan unos garrafones presuntamente con líquido inflamable y huyen dos minutos y medio después, cuando ya surgen llamas y humo del casino.
Desde su residencia oficial, Calderón reclamó al gobierno de Estados Unidos que sea más eficiente en la lucha contra el consumo de drogas en su país y que detenga la venta de armas de alto poder, que alimentan al crimen organizado mexicano.
"Es mi deber hacer un llamado a la sociedad, al Congreso y al gobierno de Estados Unidos. Les pido que reflexionen acerca de la tragedia que estamos viviendo en México y muchos países latinoamericanos". "Somos vecinos, aliados, amigos, pero también ustedes son responsables", reclamó el mandatario.
El presidente anunció que se enviarán más fuerzas de seguridad al estado de Nuevo León y al resto del noreste de México.
Calderón, que a su llegada a la presidencia a fines de 2006 lanzó una ofensiva antidrogas que cuenta con 50.000 soldados, advirtió que a los criminales "tenemos que enfrentarlos con mayor contundencia".
"Cuanto más se metan con gente inocente más contundentemente vamos a actuar contra ellos", advirtió Calderón, que anunció que se ofrecerá una recompensa por información sobre los responsables de la tragedia.
También dijo que se investigarán unas presuntas irregularidades del Casino Royale que, según medios, fue clausurado en mayo pasado por falta de permisos y reabierto días después merced al amparo de un juez.
Varios casinos y centros nocturnos de Monterrey, el corazón industrial del norte de México, han sido atacados en los últimos meses porque sus dueños se han negado a pagar extorsiones, una de las fuentes de ingresos de los narcotraficantes.
Más de 41.000 personas han muerto en México desde diciembre de 2006 por la lucha entre los carteles y de éstos frente a las autoridades.
"Posiblemente pueda haber alguna víctima más", reconoció Medina al señalar que se retomaron los trabajos de búsqueda en el inmueble.
En una declaración a medios de prensa efectuada en su residencia oficial, el presidente Calderón señaló que "es evidente que no enfrentamos a delincuentes comunes sino a verdaderos terroristas que han superado todos los límites".
El mandatario expresó sus condolencias y decretó tres días de duelo nacional a partir del jueves frente a lo que consideró como el "más grave atentado contra la población civil inocente que haya visto el país en mucho tiempo".
"Pondremos todos los recursos a nuestro alcance para averiguar quiénes son los responsables y hacerles pagar por este crimen", aseguró Calderón, quien antes encabezó una reunión de su gabinete de seguridad nacional y se desplazará este viernes a Monterrey.
Peritos de criminalística reportaron el jueves que entre los muertos hay 35 mujeres y 10 hombres, mientras que aún se desconoce el sexo del resto de víctimas.
Sobre las motivaciones del ataque, el gobernador Medina dijo que se siguen varias líneas de investigación y precisó que una de ellas sería una represalia por falta de pago del establecimiento a algún grupo del crimen organizado.
Nuevo León y el resto del noreste mexicano padecen desde hace más de un año y medio una espiral de violencia atribuida a un enfrentamiento entre los anteriormente aliados cárteles del Golfo y Los Zetas.
Durante la comparecencia de Medina se mostraron imágenes de la entrada del casino tomadas por cámaras de seguridad antes del ataque, en las que se observa como unos ocho o nueve hombres armados llegan en varios vehículos, bajan unos garrafones presuntamente con líquido inflamable y huyen dos minutos y medio después, cuando ya surgen llamas y humo del casino.
Desde su residencia oficial, Calderón reclamó al gobierno de Estados Unidos que sea más eficiente en la lucha contra el consumo de drogas en su país y que detenga la venta de armas de alto poder, que alimentan al crimen organizado mexicano.
"Es mi deber hacer un llamado a la sociedad, al Congreso y al gobierno de Estados Unidos. Les pido que reflexionen acerca de la tragedia que estamos viviendo en México y muchos países latinoamericanos". "Somos vecinos, aliados, amigos, pero también ustedes son responsables", reclamó el mandatario.
El presidente anunció que se enviarán más fuerzas de seguridad al estado de Nuevo León y al resto del noreste de México.
Calderón, que a su llegada a la presidencia a fines de 2006 lanzó una ofensiva antidrogas que cuenta con 50.000 soldados, advirtió que a los criminales "tenemos que enfrentarlos con mayor contundencia".
"Cuanto más se metan con gente inocente más contundentemente vamos a actuar contra ellos", advirtió Calderón, que anunció que se ofrecerá una recompensa por información sobre los responsables de la tragedia.
También dijo que se investigarán unas presuntas irregularidades del Casino Royale que, según medios, fue clausurado en mayo pasado por falta de permisos y reabierto días después merced al amparo de un juez.
Varios casinos y centros nocturnos de Monterrey, el corazón industrial del norte de México, han sido atacados en los últimos meses porque sus dueños se han negado a pagar extorsiones, una de las fuentes de ingresos de los narcotraficantes.
Más de 41.000 personas han muerto en México desde diciembre de 2006 por la lucha entre los carteles y de éstos frente a las autoridades.