"Hoy anuncio la decisión de apoyar la candidatura del general Michel Aoun a la presidencia de la República. Es una decisión fruto de la necesidad de proteger Líbano, su sistema [político] y el Estado", anunció en rueda de prensa.
El anuncio resulta vital pues Líbano carece de presidente desde 2014. Las instituciones políticas están paralizadas a causa, principalmente, de los antagonismos provocados por la guerra en la vecina Siria, entre partidarios del régimen de Bashar Al Asad (como el movimiento chiita libanés Hezbolá, implicado en la guerra) y los detractores del poder de Damasco.
Las rivalidades entre cristianos también han minado el proceso de elección de presidente.
Entre los aplausos del auditorio, el ex primer ministro Hariri explicó que había llegado a un acuerdo con Aoun "para preservar el sistema político, reforzar el Estado, reactivar la economía, tomar distancias con la crisis siria".
"Queremos proteger nuestro país de esta crisis", insistió.
Afirmó confiar en que, "tras la elección del presidente de la República, podremos unir nuestras manos de nuevo" en beneficio de los ciudadanos y "para reforzar nuestra seguridad interior y nuestra unión nacional".
Aoun será elegido durante la 46ª reunión del Parlamento organizada para elegir presidente. Hasta ahora, la votación había fracasado pues la mayoría de los diputados, principalmente los favorables a Aoun y sus aliados chiitas del Hezbolá, habían boicoteado las sesiones precedentes.
En Líbano, el presidente es elegido por el Parlamento, de 128 diputados, repartidos a partes iguales entre cristianos y musulmanes. Según el pacto nacional de 1943, el presidente debe ser un cristiano maronita, el primer ministro, un musulmán sunita, y el presidente del Parlamento, chiita.
Para ser elegido, Michel Aoun necesita una mayoría absoluta de los diputados, lo que se ha asegurado con los votos de Saad Hariri, Hezbolá y las Fuerzas Libanesas.
El anuncio resulta vital pues Líbano carece de presidente desde 2014. Las instituciones políticas están paralizadas a causa, principalmente, de los antagonismos provocados por la guerra en la vecina Siria, entre partidarios del régimen de Bashar Al Asad (como el movimiento chiita libanés Hezbolá, implicado en la guerra) y los detractores del poder de Damasco.
Las rivalidades entre cristianos también han minado el proceso de elección de presidente.
Entre los aplausos del auditorio, el ex primer ministro Hariri explicó que había llegado a un acuerdo con Aoun "para preservar el sistema político, reforzar el Estado, reactivar la economía, tomar distancias con la crisis siria".
"Queremos proteger nuestro país de esta crisis", insistió.
Afirmó confiar en que, "tras la elección del presidente de la República, podremos unir nuestras manos de nuevo" en beneficio de los ciudadanos y "para reforzar nuestra seguridad interior y nuestra unión nacional".
Aoun será elegido durante la 46ª reunión del Parlamento organizada para elegir presidente. Hasta ahora, la votación había fracasado pues la mayoría de los diputados, principalmente los favorables a Aoun y sus aliados chiitas del Hezbolá, habían boicoteado las sesiones precedentes.
En Líbano, el presidente es elegido por el Parlamento, de 128 diputados, repartidos a partes iguales entre cristianos y musulmanes. Según el pacto nacional de 1943, el presidente debe ser un cristiano maronita, el primer ministro, un musulmán sunita, y el presidente del Parlamento, chiita.
Para ser elegido, Michel Aoun necesita una mayoría absoluta de los diputados, lo que se ha asegurado con los votos de Saad Hariri, Hezbolá y las Fuerzas Libanesas.