Inicio
Política
Omar Qawasmeh, de 67 años, murió al recibir varios disparos cuando se encontraba en el edificio donde también estaba su sobrino, uno de los cinco hombres buscados por el ejército israelí, en un sector de Hebrón bajo el control de la Autoridad Palestina, en el sur de la Cisjordania ocupada.
El fallecimiento de Qawasmeh marca la segunda ocasión en menos de una semana en que un palestino sin armas muere a causa de disparos del ejército israelí, sin contar a la mujer de 36 años que murió el sábado tras haber inhalado gas lacrimógeno durante una manifestación en Cisjordania.
"Lo han asesinado a quemarropa, llenándolo de balas mientras estaba en su cama durmiendo (...) después de que hubiesen verificado su identidad", declaró su hijo Rajeed a la AFP.
Qawasmeh fue enterrado el viernes en la tarde en Hebrón, en presencia de su familia y de unas mil personas que se manifestaban contra la ocupación palestina.
El ejército israelí "lamentó" haber matado a Qawasmeh, reconociendo en un comunicado que el palestino "no representaba un blanco y no estaba implicado en ninguna actividad terrorista" y subrayando que su muerte no había sido "intencional".
Según el texto, soldados israelíes mataron al hombre por error, mientras llevaban a cabo un operativo para capturar a Walid Bitar, que Israel sospecha estaría implicado en dos atentados, incluyendo uno en el que cuatro colonos murieron el 31 de agosto cerca de Hebrón.
El general Avi Mizrahi, a cargo de la región militar central de Israel -que incluye a Cisjordania-, ordenó una "rápida investigación" cuyos resultados serán publicados la próxima semana, indicó un portavoz del ejército.
Este tipo de investigaciones rara vez concluye con inculpaciones y, con menor frecuencia aún, con una condena efectiva, señalaron las organizaciones de defensa de los derechos humanos en Israel.
El Hamas acusó el viernes a "la ocupación sionista y a la Autoridad Palestina (de ser) responsables de este crimen".
El portavoz del grupo islamista, Sami Abu Zuhri, declaró durante una conferencia de prensa en Gaza que "el crimen de Hebrón constituye un nuevo incremento de la violencia de Israel", y exigió la liberación de todos los miembros del Hamas detenidos por la Autoridad Palestina en Cisjordania.
Miles de personas manifestaron tras la muerte de Qawasmeh también en la franja de Gaza, protestando contra Israel y la Autoridad Palestina, a quien acusaron de "colaborar con los sionistas".
Por su parte, la Autoridad Palestina condenó el operativo del ejército israelí y negó las acusaciones de colusión con Israel.
"Condenamos la acción del ejército israelí y también las acusaciones del Hamas", indicó el principal negociador palestino, Saeb Erakat.
Los dos grandes partidos políticos palestinos se encuentran enfrentados desde que el Hamas tomó el control de la franja de Gaza en junio de 2007, tras haber echado a las fuerzas leales al presidente Abas.
A raíz de un acuerdo con la Autoridad Palestina, Israel evacuó en 1997 el 80% de Hebrón, pero conservó el control de un enclave en torno a la tumba de los Patriarcas donde viven unos 600 colonos rodeados por 170.000 palestinos.
El fallecimiento de Qawasmeh marca la segunda ocasión en menos de una semana en que un palestino sin armas muere a causa de disparos del ejército israelí, sin contar a la mujer de 36 años que murió el sábado tras haber inhalado gas lacrimógeno durante una manifestación en Cisjordania.
"Lo han asesinado a quemarropa, llenándolo de balas mientras estaba en su cama durmiendo (...) después de que hubiesen verificado su identidad", declaró su hijo Rajeed a la AFP.
Qawasmeh fue enterrado el viernes en la tarde en Hebrón, en presencia de su familia y de unas mil personas que se manifestaban contra la ocupación palestina.
El ejército israelí "lamentó" haber matado a Qawasmeh, reconociendo en un comunicado que el palestino "no representaba un blanco y no estaba implicado en ninguna actividad terrorista" y subrayando que su muerte no había sido "intencional".
Según el texto, soldados israelíes mataron al hombre por error, mientras llevaban a cabo un operativo para capturar a Walid Bitar, que Israel sospecha estaría implicado en dos atentados, incluyendo uno en el que cuatro colonos murieron el 31 de agosto cerca de Hebrón.
El general Avi Mizrahi, a cargo de la región militar central de Israel -que incluye a Cisjordania-, ordenó una "rápida investigación" cuyos resultados serán publicados la próxima semana, indicó un portavoz del ejército.
Este tipo de investigaciones rara vez concluye con inculpaciones y, con menor frecuencia aún, con una condena efectiva, señalaron las organizaciones de defensa de los derechos humanos en Israel.
El Hamas acusó el viernes a "la ocupación sionista y a la Autoridad Palestina (de ser) responsables de este crimen".
El portavoz del grupo islamista, Sami Abu Zuhri, declaró durante una conferencia de prensa en Gaza que "el crimen de Hebrón constituye un nuevo incremento de la violencia de Israel", y exigió la liberación de todos los miembros del Hamas detenidos por la Autoridad Palestina en Cisjordania.
Miles de personas manifestaron tras la muerte de Qawasmeh también en la franja de Gaza, protestando contra Israel y la Autoridad Palestina, a quien acusaron de "colaborar con los sionistas".
Por su parte, la Autoridad Palestina condenó el operativo del ejército israelí y negó las acusaciones de colusión con Israel.
"Condenamos la acción del ejército israelí y también las acusaciones del Hamas", indicó el principal negociador palestino, Saeb Erakat.
Los dos grandes partidos políticos palestinos se encuentran enfrentados desde que el Hamas tomó el control de la franja de Gaza en junio de 2007, tras haber echado a las fuerzas leales al presidente Abas.
A raíz de un acuerdo con la Autoridad Palestina, Israel evacuó en 1997 el 80% de Hebrón, pero conservó el control de un enclave en torno a la tumba de los Patriarcas donde viven unos 600 colonos rodeados por 170.000 palestinos.
