Snowden, el ex consultor de la NSA que confesó ser el responsable de esas filtraciones, dijo a The Washington Post que estaba satisfecho porque el público ahora está informado sobre la vigilancia masiva que el gobierno de Estados Unidos realiza sobre las comunicaciones telefónicas y en Internet.
"Para mí, en términos de satisfacción personal, la misión ya está cumplida", dijo Snowden, acusado de espionaje y prófugo de la justicia estadounidense, en su primera entrevista en persona desde su arribo a Rusia, que le concedió asilo temporal.
"Yo ya gané. Tan pronto como los periodistas pudieron trabajar, todo lo que yo había tratado de hacer fue validado", dijo en la entrevista con el Post publicada este martes.
"Porque, recuerden, yo no quería cambiar la sociedad. Lo que quería era darle a la sociedad la oportunidad de decidir si quería cambiarse a sí misma", afirmó.
La recolección de datos de comunicaciones por la NSA ha aumentado exponencialmente desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
El viernes, el presidente Barack Obama dijo que daba la bienvenida al debate sobre el papel de la NSA en momentos en que sopesa posibles cambios en las atribuciones de la agencia en medio de reclamos sobre la protección del derecho a la privacidad.
Obama dijo que en enero haría "una declaración bastante definitiva" sobre cómo las actividades de la NSA deben ser revisadas.
Un panel de expertos legales y de inteligencia designado por la Casa Blanca recomendó acotar las atribuciones las la NSA, al advertir que sus actividades en el marco de la guerra contra el terrorismo habían llegado demasiado lejos.
Y un juez federal consideró que la vigilancia rutinaria que la NSA realiza sobre las comunicaciones telefónicas de prácticamente todos los estadounidenses es "probablemente inconstitucional".
Snowden fue entrevistado en Moscú por Barton Gellman, un periodista de The Washington Post que recibió filtraciones por parte del ex consultor de la NSA.
Las primeras revelaciones sobre las actividades de la NSA fueron publicadas por el diario británico The Guardian y el Post en junio pasado.
"Estaba relajado y animado durante los prácticamente dos días de conversación ininterrumpida, alimentada con hamburguesas, pasta, helado y pasteles rusos", relató Gellman.
Snowden fue acusado por la fiscalía estadounidense de los delitos de espionaje y robo de información propiedad del gobierno.
Pero el analista de computación de 30 años considera no haber sido desleal.
"No intento tirar abajo a la NSA, trabajo para mejorar a la NSA", dijo. "Aún hoy estoy trabajando para la NSA. Ellos son los únicos que no se dan cuenta", señaló.
Estimó que fue decisión de los legisladores mantener ocultos los programas de vigilancia de la NSA, y que fue su fracaso en hacer las preguntas adecuadas lo que lo llevó a revelar los secretos de la agencia.
"El sistema fracasó ampliamente, y cada nivel de supervisión, cada nivel de responsabilidad que debió haber abordado esto, abdicó de su responsabilidad", consideró.
Las revelaciones de Snowden han causado indignación entre los grupos defensores de los derechos civiles e incluso entre los aliados de Estados Unidos, ante los informes sobre interceptaciones de las comunicaciones de sus líderes.