Un alto porcentaje de mujeres casadas o en unión libre, entre el 17% y el 53% según el país, "han reportado haber sufrido violencia sexual o física de parte de un compañero íntimo", asegura el informe de ONU Mujeres y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Bolivia (53%), Colombia (39%), Perú (39%) y Ecuador (31%) serían los países con mayor porcentaje de mujeres que han denunciado maltratos, mientras que Paraguay (18%), Jamaica (17%), República Dominicana (16%) y Haití (13%) serían los de menor porcentaje.
De las mujeres que han sufrido violencia, del 75 al 80% la han sufrido de parte de un conocido y del 20 al 40% el agresor es un familiar, indica el informe.
Además, dos de cada tres mujeres asesinadas en Centroamérica -la región más violenta del mundo- "lo han sido por el simple hecho de ser mujeres", asegura el documento.
La ONU pide políticas de Estado
"Está comprobado que en América Latina gran parte de la violencia contra la mujer y las niñas nace desafortunadamente en el hogar y se reproduce permanentemente a través de cada una de las generaciones", dijo durante la presentación del informe Freddy Justiniano, director del Centro Regional del PNUD para América Latina y el Caribe, con sede en Panamá.
El fenómeno de la violencia se debe en parte a la "pasividad que tiene la propia población" con "un flagelo que está creciendo en muchos países" latinoamericanos, añadió.
Según las Naciones Unidas esta situación se produce pese a que la mayoría de los países ejecutan políticas o planes para abordar la violencia y que en la totalidad de ellos la violencia sexual y física están tipificadas penalmente.
Según el informe, a pesar de las leyes y planes, "son pocos" los países que asignan una partida presupuestaria específica para implementar las leyes y programas contra la violencia de género.
También hay una falta de evaluación de las políticas y una "alta tasa de rotación" de los funcionarios expertos en el tema, lo que produce "un nudo que genera falta de continuidad y sostenibilidad de los programas".
La ONU pide a los países latinoamericanos "iniciar cuanto antes un debate profundo" para alcanzar el "consenso necesario" para que la lucha contra la violencia hacia las mujeres se transforme "en una auténtica política de Estado" que envíe a la sociedad un mensaje de "tolerancia cero".
Bolivia (53%), Colombia (39%), Perú (39%) y Ecuador (31%) serían los países con mayor porcentaje de mujeres que han denunciado maltratos, mientras que Paraguay (18%), Jamaica (17%), República Dominicana (16%) y Haití (13%) serían los de menor porcentaje.
De las mujeres que han sufrido violencia, del 75 al 80% la han sufrido de parte de un conocido y del 20 al 40% el agresor es un familiar, indica el informe.
Además, dos de cada tres mujeres asesinadas en Centroamérica -la región más violenta del mundo- "lo han sido por el simple hecho de ser mujeres", asegura el documento.
La ONU pide políticas de Estado
"Está comprobado que en América Latina gran parte de la violencia contra la mujer y las niñas nace desafortunadamente en el hogar y se reproduce permanentemente a través de cada una de las generaciones", dijo durante la presentación del informe Freddy Justiniano, director del Centro Regional del PNUD para América Latina y el Caribe, con sede en Panamá.
El fenómeno de la violencia se debe en parte a la "pasividad que tiene la propia población" con "un flagelo que está creciendo en muchos países" latinoamericanos, añadió.
Según las Naciones Unidas esta situación se produce pese a que la mayoría de los países ejecutan políticas o planes para abordar la violencia y que en la totalidad de ellos la violencia sexual y física están tipificadas penalmente.
Según el informe, a pesar de las leyes y planes, "son pocos" los países que asignan una partida presupuestaria específica para implementar las leyes y programas contra la violencia de género.
También hay una falta de evaluación de las políticas y una "alta tasa de rotación" de los funcionarios expertos en el tema, lo que produce "un nudo que genera falta de continuidad y sostenibilidad de los programas".
La ONU pide a los países latinoamericanos "iniciar cuanto antes un debate profundo" para alcanzar el "consenso necesario" para que la lucha contra la violencia hacia las mujeres se transforme "en una auténtica política de Estado" que envíe a la sociedad un mensaje de "tolerancia cero".