WASHINGTON, (Xinhua) -- Cuando terminó la cuenta atrás se inició la primera fase del despegue, el motor principal del Delta II y seis cohetes aceleradores sólidos adheridos se encendieron, según mostró el canal de televisión de la NASA. Tres cohetes que quedaban se encendieron 65,5 segundos más tarde y el motor principal continuó activado durante 4,5 minutos. La segunda fase comenzó después, llevando a la sonda Kepler a una órbita circular situada a 115 millas sobre la Tierra en menos de 10 minutos desde el lanzamiento.
Después de deslizarse durante 43 minutos, el motor se encendió de nuevo durante la segunda fase del lanzamiento, seguido del apagón y la separación del mismo. Ya en su tercera fase, el motor se encendió durante cinco minutos.
Sesenta y dos minutos después del lanzamiento, Kepler se separaría completamente del cohete y se posicionaría en su definitiva órbita en torno al Sol, una órbita similar a la del telescopio espacial Spitzer de la NASA, siguiendo a la Tierra.
La sonda espacial está diseñada para encontrar planetas del tamaño de la Tierra que orbiten sobre estrellas en zonas habitables, es decir, en regiones donde el agua pueda hacer un fondo común en la superficie de los planetas. Se cree que el agua líquida resulta esencial en la formación de la vida. Observará una parcela del espacio durante tres años y medio o más para recoger señales de la existencia de planetas del tamaño de la Tierra que se muevan en torno a estrellas similares al Sol. En la parcela del espacio que observará la sonda Kepler hay unas 100.000 estrellas parecidas al Sol.
"Esta misión trata de responder a una cuestión que es tan antigua como el mismo tiempo, si hay otros planetas como el nuestro o no", comentó Ed Weiler, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en la sede de la agencia espacial norteamericana en Washington, antes del despegue de la sonda.
"No es sólo una cuestión científica, es una cuestión humana básica", afirmó Weiler.
Empleando detectores especiales, similares a los usados en cámaras digitales, la sonda Kepler tratará de detectar cambios en el brillo de las estrellas cuando los planetas pasen entre ellas y la sonda.
La posición de la sonda Kepler en el espacio le permitirá observar de manera constante las mismas estrellas a lo largo de su misión, algo que no pueden hacer otros observatorios como el telescopio espacial Hubble.
"Estamos muy entusiasmados por ver cómo esta magnífica nave cobra vida cuando alcance el espacio", manifestó James Fanson, jefe del proyecto de la sonda Kepler en el Laboratorio de Propulsión por Reacción de la NASA en Pasadena, California.
Tras un período de inicio de operaciones que se prolongará durante dos meses, Kepler comenzará su tarea de búsqueda de planetas. Su aislada ubicación detrás de la Tierra le da al telescopio una visión sin obstrucción de una única y extensa parcela del cielo próxima a las constelaciones de Cygnus y Lyra.
Después de deslizarse durante 43 minutos, el motor se encendió de nuevo durante la segunda fase del lanzamiento, seguido del apagón y la separación del mismo. Ya en su tercera fase, el motor se encendió durante cinco minutos.
Sesenta y dos minutos después del lanzamiento, Kepler se separaría completamente del cohete y se posicionaría en su definitiva órbita en torno al Sol, una órbita similar a la del telescopio espacial Spitzer de la NASA, siguiendo a la Tierra.
La sonda espacial está diseñada para encontrar planetas del tamaño de la Tierra que orbiten sobre estrellas en zonas habitables, es decir, en regiones donde el agua pueda hacer un fondo común en la superficie de los planetas. Se cree que el agua líquida resulta esencial en la formación de la vida. Observará una parcela del espacio durante tres años y medio o más para recoger señales de la existencia de planetas del tamaño de la Tierra que se muevan en torno a estrellas similares al Sol. En la parcela del espacio que observará la sonda Kepler hay unas 100.000 estrellas parecidas al Sol.
"Esta misión trata de responder a una cuestión que es tan antigua como el mismo tiempo, si hay otros planetas como el nuestro o no", comentó Ed Weiler, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en la sede de la agencia espacial norteamericana en Washington, antes del despegue de la sonda.
"No es sólo una cuestión científica, es una cuestión humana básica", afirmó Weiler.
Empleando detectores especiales, similares a los usados en cámaras digitales, la sonda Kepler tratará de detectar cambios en el brillo de las estrellas cuando los planetas pasen entre ellas y la sonda.
La posición de la sonda Kepler en el espacio le permitirá observar de manera constante las mismas estrellas a lo largo de su misión, algo que no pueden hacer otros observatorios como el telescopio espacial Hubble.
"Estamos muy entusiasmados por ver cómo esta magnífica nave cobra vida cuando alcance el espacio", manifestó James Fanson, jefe del proyecto de la sonda Kepler en el Laboratorio de Propulsión por Reacción de la NASA en Pasadena, California.
Tras un período de inicio de operaciones que se prolongará durante dos meses, Kepler comenzará su tarea de búsqueda de planetas. Su aislada ubicación detrás de la Tierra le da al telescopio una visión sin obstrucción de una única y extensa parcela del cielo próxima a las constelaciones de Cygnus y Lyra.