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Política
KATMANDÚ, 13 noviembre 2009 (AFP) -
Los manifestantes volvieron a impedir que los ministros y funcionarios entrasen en el principal complejo gubernamental en el centro de Katmandú.
El ministro de Interior, Bhim Rhawal, afirmó que las medidas de seguridad se habían incrementado en la capital nepalesa a raíz de los enfrentamientos de la víspera entre manifestantes y policía antidisturbios, que se saldaron con 20 heridos, entre ellos varios legisladores maoístas.
"Mientras las protestas sean pacíficas no utilizaremos la fuerza pero si los manifestantes intentan entrar en la zona prohibida tomaremos todas las medidas necesarias", afirmó.
Los maoístas ganaron las elecciones en Nepal en 2008 y abolieron la monarquía pero su gobierno cayó ocho meses después, cuando el presidente no dio su aprobación a su intento de destituir al jefe del ejército.
La ex guerrilla, que luchó contra el poder estatal durante diez años en una guerra civil que terminó en 2006, pretende que el presidente presente sus disculpas por bloquear la destitución del jefe del ejército, algo que los maoístas consideran inconstitucional.
Los manifestantes volvieron a impedir que los ministros y funcionarios entrasen en el principal complejo gubernamental en el centro de Katmandú.
El ministro de Interior, Bhim Rhawal, afirmó que las medidas de seguridad se habían incrementado en la capital nepalesa a raíz de los enfrentamientos de la víspera entre manifestantes y policía antidisturbios, que se saldaron con 20 heridos, entre ellos varios legisladores maoístas.
"Mientras las protestas sean pacíficas no utilizaremos la fuerza pero si los manifestantes intentan entrar en la zona prohibida tomaremos todas las medidas necesarias", afirmó.
Los maoístas ganaron las elecciones en Nepal en 2008 y abolieron la monarquía pero su gobierno cayó ocho meses después, cuando el presidente no dio su aprobación a su intento de destituir al jefe del ejército.
La ex guerrilla, que luchó contra el poder estatal durante diez años en una guerra civil que terminó en 2006, pretende que el presidente presente sus disculpas por bloquear la destitución del jefe del ejército, algo que los maoístas consideran inconstitucional.
