
"Vamos a proceder a un cambio histórico en la repartición de la carga (del servicio militar). Vamos a aumentar considerablemente la cantidad de los que asumen la tarea, conservando al mismo tiempo la unidad del pueblo", agregó.
Por la mañana, el Likud (derecha) de Netanyahu había aprobado las recomendaciones de una comisión que estipulaba el reclutamiento de los judíos ultraortodoxos, poniendo fin a una semana de indefinición política del primer ministro.
El 2 de julio Netanyahu, presionado por sus aliados religiosos, el partido religioso sefardí Shas y Judaísmo Unificado de la Tora Askenazi, había disuelto la comisión a cargo de hacer propuestas sobre el tema.
Esta comisión recomendó un servicio, militar y civil, para todos los israelíes con medidas incitativas para los que escogiesen el ejército y sanciones para los que rehúsen cumplirlo.
"El Likud discutió esta mañana y adoptó por unanimidad los principios definidos por la comisión", anunció la portavoz del partido Noga Katz.
La oficina de Netanyahu anunció de inmediato un acuerdo con el vice primer ministro Shaul Mofaz, jefe del partido centrista Kadima, para la constitución de otra comisión a cargo de redactar en los próximos días una nueva ley del servicio militar, que prevé un servicio para todos.
La semana pasada Mofaz había amenazado con dejar la coalición gubernamental si se mantenía la exención de servicio militar o civil para los ultraortodoxos y los árabes israelíes.
La "ley Tal" que exceptúa del servicio militar a los judíos ultraortodoxos y a la minoría árabe fue juzgada inconstitucional por la Corte Suprema y debe ser reemplazada para el 31 de julio.
El servicio militar obligatorio en Israel es de 3 años para los hombres y 2 para las mujeres.
Según la prensa israelí la nueva ley podría ser examinada en primera lectura en el Parlamento a comienzos de la próxima semana.